José Luis Cuevas, una vida dedicada al arte
El mundo de la cultura dice adiós al L’Enfant Terrible de la plástica mexicana
GUADALAJARA, JALISCO (04/JUL/2017).- Genio, icono, polémico, figura y maestro del arte mundial. Durante más de medio siglo, la obra de José Luis Cuevas (1934, aunque su hermano Alberto Cuevas aseguraba que nació en 1931) forjó el rostro de la vanguardia plástica en América Latina, creando y destruyendo dogmas dentro del ambiente cultural.
Pintor, dibujante, escultor, grabador e ilustrador son algunos de los campos donde la huella de Cuevas dejó una impresión llamada a convertirse eterna.
Autodidacta confeso, apasionado por la política y preso de un carácter vibrante y creatividad compulsiva, los primeros pasos de José Luis Cuevas en el mundo del arte se dieron por la profunda impresión que causó en su alma la obra de Diego Rivera, José Clemente Orozco y Roberto Montenegro.
Era apenas un niño cuando tuvo su primer contacto con lo que sería su gran pasión: El dibujo. El muralista lo recordó en una entrevista que ofreció para la revista Justa.mx: “En aquellos tiempos de mi niñez (1941), con Lázaro Cárdenas como presidente, se le daba mucha importancia al arte. Se tenía la idea de que todo niño mexicano tenía aptitudes para el arte, por lo que teníamos clases semanales de dibujo. El profesor comenzó a poner mucha atención a lo que yo hacía, porque entre todos los alumnos yo era el único que demostraba una vocación para el dibujo. Luego él me invitó a participar en un concurso nacional de dibujo infantil. Hice unos dibujos y gané el premio nacional”.
Sus años formativos y primeros éxitos llegaron de la mano del dibujo y el grabado. La pintura y la escultura pronto se convirtieron en su principal forma de expresión. Pero no la única.
Durante la década de los años cincuenta, la Ciudad de México fue la primera que se vio beneficiada con sus obras. Su trabajo atrajo pronto la atención de la crítica estadounidense. Filadelfia y Nueva York fueron dos ciudades que se rindieron ante su talento.
Fue en los años sesenta y setenta que su trabajo comenzó a tener eco en Europa. España, Italia y Francia pronto descubrieron en Cuevas al audaz portavoz de una generación de artistas latinos ansiosos por ser escuchados. Sus opiniones políticas tendieron puentes con diversos miembros de la comunidad artística, al tiempo que se le dio la etiqueta de “rebelde” por parte de la clase política. “El artista, mientras esté más alejado del poder político, es lo mejor. El artista debe dedicarse al arte y no hacer obras que lleven los propósitos de los políticos, ¿no? El arte es una cosa, la política es otra. Son dos cosas completamente distantes”, mencionó en la entrevista para Justa.
Para bien o para mal, su aura resultaba irresistible. El mismo Pablo Picasso terminó por comprar un par de obras suyas, atrapado por los intrincados trazos del maestro capitalino. Durante las siguientes décadas, su leyenda no dejaría de crecer.
Visión estoica de la vida
José Luis Cuevas no se imaginó eterno, pero sí longevo. Para él, la tercera edad y la sabiduría se integran en un mismo concepto. Apenas en 2012, en vísperas de celebrar lo que fue su cumpleaños número 78, se decía listo para vivir “mucho más”.
En aquella entrevista, realizada por la agencia Notimex, el maestro señalaba que “me aferro a la idea de que llegaré a más de 100 años; y es que me leyeron el tarot dos personas, una me dijo que viviría 107 años y la otra 110, espero que la segunda sea la que tenga razón”.
Dueño de una visión particular sobre la realidad y de mirada tan inquisidora como honesta, Cuevas también fue generoso cuando se trató de compartir espacio con otros artistas. Fue por eso que fundó el museo José Luis Cuevas (en el Distrito Federal), donde entre exposiciones temporales y permanentes, se prestó para ofrecer un espacio para la reflexión. Es allí donde se encuentra su escultura colosal de “La Giganta”, que da la bienvenida a los asistentes al museo de arte moderno. En sus muros se encuentran más de 1800 obras. En sus paredes y pedestales se han mostrado obras de artistas de la talla de Wilfredo Lam, Roberto Matta, Carlos Mérida, Vicente Rojo y Raúl Anguiano, entre otros, sin olvidar las del propio fundador del recinto.
Fue compañero generacional, de pensamiento y humor de leyendas como Carlos Fuentes, el Premio Nobel de Literatura en 1990, Octavio Paz (1914-1998), y Fernando Benítez (1912-2000). En todos, vio reflejado su amor por el arte. En todos, cómplices. Todos, llamados a ser leyendas y vivir eternamente a través de sus obras.
La última exposición que tuvo la inauguró el pasado 23 de junio en el Centro Cultural Tijuana, a donde se llevó la exhibición “José Luis Cuevas, obra reciente, homenaje en sus 86 años”, conformada por 109 dibujos en pequeño formato sobre papel acrílico y en bronce, 151 obras y 187 cartas.
Inmortalizado por Octavio Paz
José Luis Cuevas inmortalizó a la mujer, a los locos, a la violencia, el amor y la soledad en sus obras, entre otros tópicos. Pero él también fue inmortalizado por otros grandes creadores, entre ellos, Octavio Paz, quien legó en un pequeño texto, las cualidades innatas que como artista y persona constituían la esencia de Cuevas.
“Una risa,
Como un aullido
Desde el fondo del tiempo
Desde el fondo del niño
Cada día
José Luis dibuja nuestra herida”
Octavio Paz, totalidad y fragmentos
Los colegas se despiden del pintor
Por medio de las redes sociales, el día de ayer se anunció la muerte, aún por causas desconocidas, del hombre que revolucionó el arte nacionalista y con influencia del muralismo: José Luis Cuevas. El artista estaba internado desde hacía días en el Hospital Médica Sur, en la Ciudad de México. Quien dio el anuncio fue el secretario de Turismo a nivel federal, Enrique de la Madrid, con un tuit lacónico: “Falleció José Luis Cuevas, ilustrador y pintor mexicano que puso en alto el nombre de nuestro país. Mi más sentido pésame a su familia”.
Vendrían después las reacciones de la comunidad cultural mexicana, desde instituciones como Literatura UNAM, que despidió al artista plástico recordando las obras literarias que se encuentran en su catálogo de manera gratuita; también el gobierno de la Ciudad de México lamentó la muerte del pintor, recordando y alentando visitar el Museo José Luis Cuevas, donde perviven muchas de sus obras. También el Instituto Nacional de Bellas Artes, se sumó al duelo, haciendo hincapié en su labor como pintor, escultor y dibujante.
Por otra parte, artista y funcionarios se unieron a la despedida virtual en redes sociales.
La secretaria de Cultura a nivel federal, María Cristina García, desde su cuenta oficial de Twitter, escribió: “Mi profundo pesar por el deceso de José Luis Cuevas, uno de nuestros máximos creadores plásticos del siglo XX. Mi pésame a sus deudos”. Y confirmó que el día de hoy en el Palacio de Bellas Artes se realizará un homenaje; si bien no hay hora exacta, será por la tarde. Mientras que Enrique Peña Nieto, Presidente de México, expresó: “Artista de México y el mundo, José Luis Cuevas será recordado siempre como sinónimo de libertad, creación y universalidad. Descanse en paz”.
CULTURA. SU ETAPA COMO ESCULTOR
'La Giganta', el secreto mejor guardado del artista
Nunca quiso revelar su identidad, pero solía referirse a ella como una de sus grandes musas. Señaló que guardó silencio, pues la mujer cuyo rostro aparece en la escultura la “Giganta” le pidió el anonimato eterno. Hoy, es la eterna vigía de la entrada del Museo José Luis Cuevas, ubicado en el Centro de la capital del País. Rumores van y rumores vienen sobre el origen de esta obra, la más grande de las esculturas del artista nacido en la Ciudad de México.
Hay quienes aseguran que el frente de la pieza está inspirado en tres damas; la verdad, sólo Cuevas lo sabe y se la llevó a su última morada. Lo que sí se conoce con certeza y, porque así lo compartió José Luis, es que la parte posterior de la escultura: “Es un hombre… En este caso no hubo modelo; es un autorretrato, una especie de coloso con una gran fuerza… Es así como se conjuga la dualidad sexual en esta obra”, declaró alguna vez el autor.
Agregó que el tema del gigantismo fue un punto de obsesión en su vida y su obra como escultor, y ello le vino tras haber sido uno de los primeros combatientes contra el muralismo, “en esa época la importancia de la obra estaba dada por los metros cuadrados de superficie, y yo luché contra esa situación y opté por trabajar obras de formato pequeño; sin embargo, últimamente he tenido tendencia a las obras de gran formato, también... Y fue ahí cuando nació la Giganta”, agregó.
La obra plástica de Cuevas en lo referente a la escultura se caracterizó por la elaboración de piezas hechas a base de hierro y bronce, principalmente, aunque la piedra también estuvo presente. Sobre los temas y motivos de sus obras, el creativo logró plasmar las visiones más oscuras de la condición humana: la tortura interna, los monstruos que la provocan, la miseria espiritual del ser humano. Sus piezas siempre fueron ajenas al concepto tradicional de belleza, y fue esa ruptura las que les daba su hermosura.
Aunado a la “Giganta” otras obras de gran formato que puede apreciar la gente se encuentran en diversos estados del país, como la que inauguró en el 2009 en el Paseo Santa Lucía, en Monterrey. Una escultura en bronce de seis metros de altura, cinco toneladas de peso y la cual representa la unión de dos personas.
Otra pieza emblemática del artista es “Figura Obscena”, la cual se encuentra ubicada en la glorieta de la carretera libre Colima-Guadalajara. Representa a un hombre postrado en tres de sus pies, levantando el cuarto al aire. Peculiar creación que causó y sigue causando polémica entre la sociedad colimense. A estas piezas se le suman, decenas de autorretratos, los “Siameses” –creados en el 2004-; “El tamborilero de Alcázar”, del 1991; “Carmen”, del 2005 y “Giganta avanzando”, del 1995.
ARTE. SU OBRA LITERARIA
Cuevas escrito por Cuevas
Rebelde, contestatario, sensible, mexicano y universal. Las etiquetas podrían caer una tras otra sobre José Luis Cuevas, aunque sin lograr definirlo totalmente. Quizás la manera más adecuada de dimensionar a este genio creativo era…A través de sí mismo.
La obra literaria de José Luis Cuevas es relativamente breve —en comparación con otras exploraciones artísticas—, pero rica en el uso de metáforas y la búsqueda constante del desafío. El artista demostró que le gustaba escribir tanto como dibujar, pintar y esculpir.
Una manera de descubrir a Cuevas era a través de sus textos. En la página de internet www.cuevario.com, se recopila el material que escribió entre 2007 y 2011, en donde el autor compartió con los lectores materiales de diversos estilos. Desde poesía hasta reflexiones, e incluso respondiendo a sus lectores todo tipo de dudas, o entrando en juegos de palabras. Un tema central es su devoción por su segunda esposa, Beatriz del Carmen, a quien le dedicó largos y apasionados párrafos.
El autor dejaba que su creatividad se desbordara en sus palabras. Durante sus últimos años, mientras luchaba por conservar su salud, el autor explicaba como los impulsos creativos lo acompañaban incluso mientras dormía. “En los sueños más recientes me veo ejerciendo diferentes oficios, todos relacionados con el quehacer artístico. Durante estas noches, aparezco como escultor haciendo obras de una calidad extraordinaria, o bien haciendo pinturas que son de una calidad óptima”.
“Al despertar quisiera ser ese artista que produce obras de una extraordinaria originalidad. Al estar despierto quisiera poder realizar esos portentos, que solo aparecen durante las noches y conforme pasa el tiempo, me siento incapacitado de realizar esas imágenes que solo aparecen durante mis inquietantes horas del sueño”.
El romance que Cuevas sostuvo con la palabra incluyó “Cuevas por Cuevas” en 1965, una profunda introspección sobe la naturaleza creativa, así como “Cuevas contra Cuevas” y “Cuevas antes de Cuevas”. Siempre como personaje central, siempre dejando libre su chispa creativa.
“Historias del viajero”, “De los diarios eróticos de José Luis Cuevas” y “Gato Macho” revelan siempre nuevas facetas del autor. Sin repetir sus obsesiones y angustias, naciendo siempre detrás de cada texto.
SABER MÁS
Dónde comprar sus libros
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• “Cuevas, tres exhibiciones en el mes de marzo 1982”. Disponible en amazon.com
LAS FECHAS QUE MARCARON A CUEVAS
*1934
Nace en la ciudad de México un 26 de febrero.
*1941
Comienza a destacar en el campo de la pintura, ganando el primer lugar en un concurso de dibujo infantil promovido por la SEP.
*1948
Monta su primera exposición en el Seminario Axiológico de la Ciudad de México. Los dibujos expuestos desaparecieron el día de la inauguración, al desprenderse de la pared, caer al suelo, y ser pisados, accidentalmente, por los asistentes.
*1957
La editorial Falcon Pretz lo lleva a Filadelfia para hacer ilustraciones de Franz Kafka. El título del libro es The World of Kafka and Cuevas.
*1959
Conoce a Jorge Luis Borges en un viaje a Buenos Aires, con quien trabaría una profunda amistad.
*1961
Contrae matrimonio con Bertha Riestra. Ese año, Cuevas viaja a Roma y expone el Tríptico La caída de Franco, que provoca un conflicto diplomático entre Italia y España.
*1967
Bautiza a la “Zona Rosa” de la capital del país, que en aquella época se caracterizaba por su intensa actividad cultural.
*1978
La Organización de Estados Americanos le dedica un homenaje continental.
*1981
En una ceremonia realizada en Bellas Artes, recibe el Premio Nacional de Ciencias y Bellas Artes.
*1982
Galerías de México, España, Francia, Perú y Estados Unidos exponen de forma simultánea “Marzo. Mes de José Luis Cuevas”.
*1992
Se abre el museo José Luis Cuevas en el Distrito Federal, donde recoge obras de arte moderno de diversos autores.