Cultura

Jorge Volpi: La importancia de la ficción

En el IX Encuentro de Promotores de la Cultura, el escritor mexicano impartió la conferencia magistral Soy lo que leo: ¿por qué los libros cambian la vida?

GUADALAJARA, JALISCO (29/NOV/2011).- Los humanos son una especie extraña: dedican más horas a todo tipo de ficciones --cine, televisión, teatro, danza, lectura, videojuegos--que a la propia reproducción. "¿Por qué preferimos reproducirnos en la ficción que en la realidad?", se preguntó el escritor Jorge Volpi al inicio de su charla.

"Esto es crucial para entender que la ficción no puede ser un simple entretenimiento, que debe ser mucho más útil de lo que creemos (...).

"Nuestro cerebro no distingue las imágenes que vienen de la ficción con las que vienen de la realidad. Para nuestro cerebro las cosas que vemos en la tele o el cine o las cosas que leemos, son idénticas, tan poderosas y tan reales como aquellas que provienen de la realidad (...) Esto quiere decir que la división de la ficción y realidad no es tan clara, que es un tanto académica".

Para intentar dilucidar cómo es que surge la ficción en los humanos, Volpi presentó tres perspectivas:

"En primer lugar, hay que saber que somos la única especie que produce ficciones de sí misma, y quizá es lo que nos distingue de los animales (...) Probablemente la primera ficción nació antes del lenguaje hablado, cuando un cavernícola imitó a un tigre dientes de sable (...) El siguiente paso pudo haber sido cuando este cavernícola llega a la cueva y dice: 'me acabo de encontrar un mamut y después de una batalla terrible lo he matado yo solo', y todos saben que son mentiras, pero las cuenta tan bien, que los demás deciden seguirlo oyendo. Y el cerebro de todos ellos hace como si lo que está contando fuese real. Ese puede ser el origen de la ficción.

"En segundo lugar, hay que ver como aparece la ficción en los niños, que cuando juegan se ponen de acuerdo en la creación de ficciones. La ficción es antes que nada un juego, y está presente en todos nosotros. Los antropólogos dicen que la ficción es un juego evolutivo que transmite patrones socialmente relevantes y, en efecto, ese juego va transmitiendo información esencial para nuestra especie.

"Y en tercer lugar, ¿cómo surge la ficción en nuestro cerebro?, ¿para qué sirven los cerebros? La respuesta típica es para pensar. Pero en realidad es para darnos ventajas para sobrevivir. Los cerebros son máquinas para producir futuros: no hacen otra cosa que imaginar lo que va a suceder después.

"Así que partimos de que el cerebro se transforma igual ante la ficción y la realidad, y que siempre se está preguntando lo que va a pasar en el futuro (...).

"Y es importante entender la manera en que aparecen los otros, es decir cómo nos relacionamos con los personajes ya sea de la realidad o de la ficción. Ese fenómeno se lleva a cabo gracias a unas pequeñas células llamadas neuronas espejo (...) que permiten la empatía: la capacidad de ponernos en el lugar de los otros. Ese es un fenómeno neurológico que no depende de nuestra voluntad, todo el tiempo nos identificamos con los otros (...) Y como soy yo el que lo está imitando también me conozco mejor a mí mismo (...).

"Es un fenómeno inédito porque por unos segundos mientras vemos una película o leemos una novela, perdemos nuestra conciencia, y el yo y el tú se confunden. Yo estoy en los personajes y ellos me habitan a mí de la misma manera (...) No es metáfora: somos lo que leemos, lo que vemos en el teatro, el cine, los chismes que nos cuentan, los avatares que creamos en las redes sociales. Lo que llamamos el Yo es un personaje que poco a poco va creando nuestro cerebro, y ese yo va convirtiéndose en nuestra mejor novela".

En la parte final, Volpi pidió a los promotores de la lectura presentes en el foro, desechar una serie de prejuicios relacionados con la actividad de leer. "El primer prejuicio que tenemos es que leer nos hace mejores, pero obviamente eso depende de lo que leamos (...) porque también hay ficciones basura. El segundo prejuicio que hay que desechar es que la ficción literaria es mejor a cualquier otra forma de ficción, porque eso solo le da un estatuto elitista y obligatorio a la lectura que termina siendo contraproducente. Y el verbo leer, como el verbo amar, no se puede conjugar en imperativo.

"Y finalmente, la ficción siempre nos puede conducir a entender mejor una realidad atroz (...) En México han hecho falta ficciones más estimulantes que permitan imaginar un futuro mejor (...) dejemos pues que se active, gracias al poder de la lectura, la idea de humanidad".

EL INFORMADOR /EUGENIA COPPEL
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