Cultura
Jon Lee Anderson, cronista de América Latina
Esta nueva antología es un recorrido por los personajes más representativos de las décadas recientes
Esta nueva antología es un recorrido por los personajes más representativos de las décadas recientes en América Latina, tales como Augusto Pinochet, Fidel Castro y Hugo Chávez, entre otros.
A través de entrevistas personales, encuentros fortuitos, testimonios de gente cercana, opiniones de especialistas y de ciudadanos de cada región. Lee Anderson devela la personalidad de cada figura de poder, las crónicas reunidas en ese libro tienen como punto común el ejercicio del poder.
Explica que hay una confusión respecto a la conceptualización de la izquierda política en el continente, sin embargo ha logrado vislumbrar los alcances de las diferentes corrientes políticas en América Latina.
“¿Qué es izquierda? Estamos entrando en un terreno que es de arena movediza, porque naturalmente las definiciones cambian de acuerdo al punto de vista de cada uno”, explica el periodista que actualmente publica en The New Yorker.
Menciona que México se encuentra ante el dilema de resolver la legitimidad del Estado, refiere que no es un problema nuevo sino que nuestro país nunca lo ha resuelto desde la Revolución, sin embargo se detiene en sus opiniones y confiesa que no tiene el conocimiento suficiente para abundar sobre nuestro país.
En su presentación ante los medios, Lee Anderson abundó en sus encuentros con el presidente de Venezuela. El primer perfil que Lee Anderson hizo de Chávez fue publicado el 11 de septiembre de 2001, poco tiempo después se encontraron y el mandatario lo presentó como uno de sus críticos, “pero de los buenos”, dijo.
Comenta que el perfil de Hugo Chávez ha sido de los pocos que ha tenido que modificar a lo largo de los años. Dice que no está seguro que la reciente actualización le haya agradado al mandatario, “no creo que le haya gustado el último, no me consta nada pero me da esa impresión”, refirió en conferencia de prensa.
Al relatar sus múltiples encuentros con líderes políticos, se apresura a aclarar: “Uno no puede ser amigo de un jefe de Estado”, por lo que en esos encuentros se mantiene el rigor debido entre periodista y jefe de gobierno. A pregunta expresa de los asistentes, refirió que para abrir la óptica periodística debe “salir de la comidadad. Si me vuelvo cómodo me estanco”.
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