Cultura
John Katzenbach presenta su nueva novela, 'El estudiante'
El escritor dará a conocer su obra este sábado 6 de diciembre en la FIL
autor lo lleve a establecer un contacto directo con el interés del lector; con una amplia trayectoria periodística, el célebre autor de "El psicoanalista" presenta en esta
FIL de Guadalajara su más reciente novela en español, "El estudiante" (Ediciones B, 2014), en la que se revela de nuevo como un maestro de la tensión narrativa y las historias de atrayente complejidad.
Sólo ha estado en dos ocasiones en México, pero el narrador reconoce que es "un país con una cultura y una historia fascinante; además, siempre es interesante para un escritor salir de la zona familiar en la que se desenvuelve, por eso viajo"; asimismo, no ignora la larga tradición de autores norteamericanos -Keouac, Burroughs, etc.- que han estado en suelo nacional, "el caso que más me atrae es el de Ambrose Bierce, un relato fascinante que culmina con su desaparición".
Impulso de contar
El fenómeno de su éxito no le interesa en términos de "popularidad", explica Katzenbach que "si intenta adaptar las historias a lo que uno cree que les gustará leer a los demás, creo que es un error y no llevará a ningún lado; lo importante es, primero, que la historia le interese a uno mismo, es lo que -pienso- se traduce al final en una narración que atraiga a la gente".
Por otra parte, no deja de sorprenderle que sus novelas se lean mucho en nuestro país, incluso que hayan motivado a más de un entusiasta a tomar la pluma; "creo que es un deber para cualquier autor tratar de inspirar a otros escritores para que den con sus propias historias; al final, como personas, nuestra psicología consiste en una vasta historia de nosotros mismos y eso es parte de lo que trato de mostrar en mis libros -en especial "El estudiante" o "El psicoanalista"-, que somos nuestra historia".
Con todo, aclara que en el principio no fue así del todo; "creo que si hubiera tenido un propósito determinado en cuanto a contar historias, habría fracasado; sospecho más bien que me sentí impulsado a escribir historias, es lo que amo, escuchar a la gente y reproducirlo, eso me llevó a narrar. Es como en el juego, uno lanza los dados porque necesita hacerlo. Así empecé".
Atender a la descripción
Tras una larga carrera como periodista, detalla, "descubrí que al cubrir algunas historias y sucesos, en ocasiones uno encuentra un detalle que hace a lo que la gente dice; la diferencia con el novelista es que se requiere de un gran control cuando se hacen descripciones y se invierte tiempo en ahondar en las emociones de un personaje. En "El estudiante" fue fundamental poner atención a la descripción, era importante que el lector supiera con precisión dónde se desenvolvían los protagonistas, además de explorar su interior".
Aquí, Katzenbach asegura que la efctividad narrativa "es resultado de una combinación de elementos; uno lo que espera es que todo funcione. La cuestión es, precisamente, la conexión entre la trama y los personajes. Ambos deben tener profundidad y riqueza, si que uno se imponga a otro. Eso convierte a la escritura en un reto, pero también una satisfacción".
EL INFORMADOR / RICARDO SOLÍS
GUADALAJARA, JALISCO (06/DIC/2014).- Si algo importa para un escritor como John Katzenbach, más allá de la celebridad o las altas ventas, es que el trabajo de un
Sólo ha estado en dos ocasiones en México, pero el narrador reconoce que es "un país con una cultura y una historia fascinante; además, siempre es interesante para un escritor salir de la zona familiar en la que se desenvuelve, por eso viajo"; asimismo, no ignora la larga tradición de autores norteamericanos -Keouac, Burroughs, etc.- que han estado en suelo nacional, "el caso que más me atrae es el de Ambrose Bierce, un relato fascinante que culmina con su desaparición".
Impulso de contar
El fenómeno de su éxito no le interesa en términos de "popularidad", explica Katzenbach que "si intenta adaptar las historias a lo que uno cree que les gustará leer a los demás, creo que es un error y no llevará a ningún lado; lo importante es, primero, que la historia le interese a uno mismo, es lo que -pienso- se traduce al final en una narración que atraiga a la gente".
Por otra parte, no deja de sorprenderle que sus novelas se lean mucho en nuestro país, incluso que hayan motivado a más de un entusiasta a tomar la pluma; "creo que es un deber para cualquier autor tratar de inspirar a otros escritores para que den con sus propias historias; al final, como personas, nuestra psicología consiste en una vasta historia de nosotros mismos y eso es parte de lo que trato de mostrar en mis libros -en especial "El estudiante" o "El psicoanalista"-, que somos nuestra historia".
Con todo, aclara que en el principio no fue así del todo; "creo que si hubiera tenido un propósito determinado en cuanto a contar historias, habría fracasado; sospecho más bien que me sentí impulsado a escribir historias, es lo que amo, escuchar a la gente y reproducirlo, eso me llevó a narrar. Es como en el juego, uno lanza los dados porque necesita hacerlo. Así empecé".
Atender a la descripción
Tras una larga carrera como periodista, detalla, "descubrí que al cubrir algunas historias y sucesos, en ocasiones uno encuentra un detalle que hace a lo que la gente dice; la diferencia con el novelista es que se requiere de un gran control cuando se hacen descripciones y se invierte tiempo en ahondar en las emociones de un personaje. En "El estudiante" fue fundamental poner atención a la descripción, era importante que el lector supiera con precisión dónde se desenvolvían los protagonistas, además de explorar su interior".
Aquí, Katzenbach asegura que la efctividad narrativa "es resultado de una combinación de elementos; uno lo que espera es que todo funcione. La cuestión es, precisamente, la conexión entre la trama y los personajes. Ambos deben tener profundidad y riqueza, si que uno se imponga a otro. Eso convierte a la escritura en un reto, pero también una satisfacción".
EL INFORMADOR / RICARDO SOLÍS
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