Cultura
Jhonatan Reyes habla a través de su obra
El artesano obtuvo el primer lugar entre más de mil obras participantes, con una pieza que evoca la historia de México
GUADALAJARA, JALISCO (28/FEB/2011).- Desde hace más de tres décadas, el municipio de Tlaquepaque celebra el Premio Nacional de la Cerámica, certamen en el que participan artesanos de diversos estados del país, en un afán porque sus piezas se sumen a la colección del Museo Pantaleón Panduro y con ello, se hagan acreedores a una de las múltiples preseas que se otorgan en distintas categorías.
Y si bien entre todos los que se han sumado a esta fiesta de la artesanía ha habido muchos ganadores, entre éstos destaca siempre quien se hace acreedor al Galardón presidencial, el cual se otorga habitualmente al creador de la mejor pieza del certamen, independientemente de su técnica o temática.
En 2010 ese honor fue para Jhonatan Reyes Tovar, un joven con 31 años de edad en cuyas venas corre sangre de artesano desde hace dos generaciones, no obstante la oposición –extraña– de su padre para enredarse en dichos menesteres, reconocie que se trata de una difícil profesión.
Al final, a Jhonatan eso no le importó y desde hace varios años se ha dedicado al oficio de su padre y abuelo, al participar en varias ocasiones en este certamen y hacerse acreedor a varias distinciones, siendo la de 2010 la más relevante en su historia.
Y es que el galardón está dotado con una suma superior a los 100 mil pesos, los cuales ya le fueron entregados, pese a que el protocolo de premiación no ha sido cumplido del todo.
El asunto es que dado que se trata del Galardón presidencial, en el año recién concluido el comité organizador del Premio Nacional de la Cerámica aseguró que en esta ocasión la presea sería entregada por el propio Presidente del país, Felipe Calderón Hinojosa.
Sin embargo, después de ocho meses sin señales de dicho acto protocolario, Jhonatan espera que lo llamen para trasladarse a la residencia del mandatario en los Pinos.
“Este año (el pasado) se pretende llevar al galardonado a los Pinos para que el Presidente le haga una entrega del reconocimiento personalmente, pero no me han hablado todavía, aunque ya me entregaron mi cheque (por 125 mil pesos). Me dicen que sí se va a hacer, pero hasta ahora no sé cuándo; tal vez nos manden a los dos juntos”, dice Jhonatan Reyes Tovar, con referencia a quien resulte ganador en la trigesimoquinta edición del premio que se celebrará en unos meses.
La actual directora del Premio Nacional de la Cerámica, Kathya Nambo Mariscal, explica que el año pasado se realizó la gestión para que el galardón Presidencial fuera entregado por el mandatario de México; sin embargo, la entrega aún está en “trámite en la Secretaría de Educación. Estamos haciendo lo posible para que la entrega pueda llevarse a cabo porque ya viene otro año”.
Asegura que ya se han hecho las gestiones pertinentes e incluso “nosotros presionamos y presionamos”, pero el trámite es largo y ahora sólo resta esperar que se cumpla con la promesa que se hizo durante la premiación del certamen a finales de junio de 2010.
La pieza ganadora
Bicentenario y Centenario de México. Vive es el nombre de la pieza con la que Jhonatan Reyes Tovar se hizo acreedor al Galardón presidencial del Premio Nacional de la Cerámica 2010.
“La pieza trata acerca de la historia de México; brevemente inicia por la época prehispánica, pasa por la Independencia, el Porfiriato y la Revolución. Escogí el tema porque se acercaba el festejo, pensé que podía ser bueno. El tema de la muerte también está involucrado, porque siendo mexicano empecé a investigar de nuestras raíces, pensé que era una buena idea mantener la visión que se tiene acerca de ésta, cómo ha permanecido y forma parte de la cultura popular mexicana”, dice Reyes Tovar.
El resultado es una pieza que reproduce escenas de la Historia de México, en las que sus protagonistas resaltan por su aspecto cadavérico.
“Inicia con unas ruinas prehispánicas y con la llegada de los franciscanos, después está la conquista espiritual y la militar; luego se ve Hidalgo con el estandarte religioso, de ahí se pasa el Porfiriato con algunos logros, como la prensa, las comunicaciones, el tren, sinónimo del progreso, algunas Adelitas, revolucionarios, Madero, Zapata… básicamente son los personajes que marcaron la historia”, precisa Reyes Tovar.
La técnica, explica el artesano oriundo de Tlaquepaque, es conocida como “Tipo” y se trata de una de las más características de la región.
Fueron tres meses de trabajo para lograr concretar la pieza, en los que tuvo que sortear uno que otro accidente; aunque antes hubo otros tantos meses para la planeación de la obra.
“La pieza forma parte ya del patrimonio y del acervo cultural”, dice orgulloso el artesano, quien asegura que se trata de un trabajo artístico, pues la técnica es muy elaborada y tiene la certeza de que no hay ni hará otra obra igual.
“Me gusta la artesanía, siento que aunque puedo hacer una pieza y luego otra parecida, no son completamente iguales, siempre busco cambiarle algo, el color, la forma, de alguna manera tiene algo único que la diferencia de la otra. Es lo que a mí me gusta”, advierte.
Jhonatan continúa con las figuras “Tipo” y la promoción de éstas en el mercado, así como el registro de sus procedimientos de trabajo y el estudio de la licenciatura de Escultura en la Universidad de Guadalajara.
Y si bien entre todos los que se han sumado a esta fiesta de la artesanía ha habido muchos ganadores, entre éstos destaca siempre quien se hace acreedor al Galardón presidencial, el cual se otorga habitualmente al creador de la mejor pieza del certamen, independientemente de su técnica o temática.
En 2010 ese honor fue para Jhonatan Reyes Tovar, un joven con 31 años de edad en cuyas venas corre sangre de artesano desde hace dos generaciones, no obstante la oposición –extraña– de su padre para enredarse en dichos menesteres, reconocie que se trata de una difícil profesión.
Al final, a Jhonatan eso no le importó y desde hace varios años se ha dedicado al oficio de su padre y abuelo, al participar en varias ocasiones en este certamen y hacerse acreedor a varias distinciones, siendo la de 2010 la más relevante en su historia.
Y es que el galardón está dotado con una suma superior a los 100 mil pesos, los cuales ya le fueron entregados, pese a que el protocolo de premiación no ha sido cumplido del todo.
El asunto es que dado que se trata del Galardón presidencial, en el año recién concluido el comité organizador del Premio Nacional de la Cerámica aseguró que en esta ocasión la presea sería entregada por el propio Presidente del país, Felipe Calderón Hinojosa.
Sin embargo, después de ocho meses sin señales de dicho acto protocolario, Jhonatan espera que lo llamen para trasladarse a la residencia del mandatario en los Pinos.
“Este año (el pasado) se pretende llevar al galardonado a los Pinos para que el Presidente le haga una entrega del reconocimiento personalmente, pero no me han hablado todavía, aunque ya me entregaron mi cheque (por 125 mil pesos). Me dicen que sí se va a hacer, pero hasta ahora no sé cuándo; tal vez nos manden a los dos juntos”, dice Jhonatan Reyes Tovar, con referencia a quien resulte ganador en la trigesimoquinta edición del premio que se celebrará en unos meses.
La actual directora del Premio Nacional de la Cerámica, Kathya Nambo Mariscal, explica que el año pasado se realizó la gestión para que el galardón Presidencial fuera entregado por el mandatario de México; sin embargo, la entrega aún está en “trámite en la Secretaría de Educación. Estamos haciendo lo posible para que la entrega pueda llevarse a cabo porque ya viene otro año”.
Asegura que ya se han hecho las gestiones pertinentes e incluso “nosotros presionamos y presionamos”, pero el trámite es largo y ahora sólo resta esperar que se cumpla con la promesa que se hizo durante la premiación del certamen a finales de junio de 2010.
La pieza ganadora
Bicentenario y Centenario de México. Vive es el nombre de la pieza con la que Jhonatan Reyes Tovar se hizo acreedor al Galardón presidencial del Premio Nacional de la Cerámica 2010.
“La pieza trata acerca de la historia de México; brevemente inicia por la época prehispánica, pasa por la Independencia, el Porfiriato y la Revolución. Escogí el tema porque se acercaba el festejo, pensé que podía ser bueno. El tema de la muerte también está involucrado, porque siendo mexicano empecé a investigar de nuestras raíces, pensé que era una buena idea mantener la visión que se tiene acerca de ésta, cómo ha permanecido y forma parte de la cultura popular mexicana”, dice Reyes Tovar.
El resultado es una pieza que reproduce escenas de la Historia de México, en las que sus protagonistas resaltan por su aspecto cadavérico.
“Inicia con unas ruinas prehispánicas y con la llegada de los franciscanos, después está la conquista espiritual y la militar; luego se ve Hidalgo con el estandarte religioso, de ahí se pasa el Porfiriato con algunos logros, como la prensa, las comunicaciones, el tren, sinónimo del progreso, algunas Adelitas, revolucionarios, Madero, Zapata… básicamente son los personajes que marcaron la historia”, precisa Reyes Tovar.
La técnica, explica el artesano oriundo de Tlaquepaque, es conocida como “Tipo” y se trata de una de las más características de la región.
Fueron tres meses de trabajo para lograr concretar la pieza, en los que tuvo que sortear uno que otro accidente; aunque antes hubo otros tantos meses para la planeación de la obra.
“La pieza forma parte ya del patrimonio y del acervo cultural”, dice orgulloso el artesano, quien asegura que se trata de un trabajo artístico, pues la técnica es muy elaborada y tiene la certeza de que no hay ni hará otra obra igual.
“Me gusta la artesanía, siento que aunque puedo hacer una pieza y luego otra parecida, no son completamente iguales, siempre busco cambiarle algo, el color, la forma, de alguna manera tiene algo único que la diferencia de la otra. Es lo que a mí me gusta”, advierte.
Jhonatan continúa con las figuras “Tipo” y la promoción de éstas en el mercado, así como el registro de sus procedimientos de trabajo y el estudio de la licenciatura de Escultura en la Universidad de Guadalajara.
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