Cultura
Javier Rivera Blanco recibe el premio ArpaFil 2010
ArpaFIL es un encuentro sobre arquitectura, patrimonio y arte en general
Javier ha regalado un instante antes de subir al presidum donde le harán el homenaje, con un traje negro y un pin dorado en el pecho, dice que está muy contento porque la FIL lo reconozca, ya que la considera como “la feria del humanismo y el conocimiento contemporáneo, donde algo tan importante para nosotros, el español, está vivo”, y aunque no es un arquitecto sino un crítico del arte, dice lo que más le gusta de su trabajo: “Muchos tratadistas han dicho que la arquitectura puede provocar la felicidad”.
Cuando el homenaje comienza, Raúl Padilla López, presidente de la FIL, y Marco Antonio Cortés Guardado, rector general de la Universidad de Guadalajara (UdeG), rinden un reconocimiento al historiador y teórico de la arquitectura y de la restauración, quien alguna vez pisó las instalaciones de la UdeG en 2006, cuando impartió clases en el Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño.
Para el presidente de la FIL, Rivera Blanco es uno de los mejores expertos en conservación que hay en su país, España. “Es alguien que no se escandaliza al convertir una iglesia en un teatro o en un museo, siempre y cuando contribuya al estímulo del turismo cultural mientras no sea destructivo”.
Enrique Sáinz fue alumno de Javier en la Universidad de Valladolid, y en el homenaje le tocó hablar de ese “eminente profesional, un admirado profesor que te insita a estudiar”, al que siempre le agradeció “su visión inteligente, su manera de acompañarnos… Javier ha hecho la historia de lo que se ha restaurado, ha hecho la historia de la historia”, pero también sabe que este homenaje es de ella, esa musa con las líneas del tiempo en la cara, ella: Cristina Rodigio.
Minutos antes de que empezará el homenaje, Cristina regala una sonrisa, enfundada en un suéter de colores está asombrada porque le quieren hacer una entrevista y en ese español cortés que arrastra la lengua, dice “Bueno, Javier es trabajador, bondadoso, meticuloso, muy, muy, muy perfeccionista. Nunca intenta dañar a nadie con su trabajo. Es amigo de sus amigos Le gusta que esté todo perfectamente contrastado, estudiar todo lo más que pueda antes de emitir una opinión, no degrada su trabajo, nunca ha herido a nadie”.
¿Y cómo Javier ha construido ese premio? Cristina dice que en su hogar Javier es “muy tranquilo, muy afable, muy cariñoso, muy familiar. Ha construido un hogar muy confortable para todos los que con él habitamos en su espacio. Su hogar es su fortaleza”.
Cuando a Javier le toca su turno para agradecer por este homenaje, la primera en su lista es ella, esa mujer que está en la primera fila con los ojos cristalinos y a la que desde el estrado él le dice “quiero agradecer a la novia de toda mi vida, mi esposa y compañera, por la comprensión hacia mi trabajo”.
Para saber
ArpaFIL es un encuentro sobre arquitectura, patrimonio y arte en general, que se realiza desde 1995 en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. Desde su primera edición se convirtió en un espacio donde especialistas y maestros de arquitectura se reúnen para promover, difundir, compartir y debatir ideas. Entre sus actividades, ArpaFIL reconoce cada año la trayectoria de un profesional cuyo desempeño haya contribuido al engrandecimiento artístico del patrimonio mundial.
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