Cultura
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Carta a los Magos
Desde entonces la inquietud de esta carta brinca. Los busqué en internet. Me perturbó la diversidad de sus servicios y la capacidad de respuesta con la consabida aceptación social de tanto ciudadano beneficiado por la sutileza de sus intervenciones. Quedé reflexivo sobre la enorme carga contenida en esa página electrónica. Pensé hacerles un comentario digno de un fan agradecido. Y concluí que esta carta era, es, lo adecuado. Ya amanecía el sábado y apenas conseguí hilar algunas ideas sobre lo que quiero compartirles: Al Rey generoso con el oro le pediría que no olvide los menesteres de la cultura, esa parte del presupuesto que a veces se confunde con bienvenidas diplomáticas y reuniones sociales enfocadas al brindis y al ocio, al pago de actividades magnas para el disfrute de los asistentes con previa invitación. Al Mago del incienso le solicitaría que resguardara muy bien las fronteras de su ofrenda, que cuidará de no invadir los espacios de Palacio, que su olor se limitara a las naves de las catedrales, templos y atrios y no se confundiera con los símbolos patrios, cosa tan familiar en la comarca. Y al tercer Hechicero le externo la necesidad de que con la fuerza de su mirra podamos cambiar al menos el olor de El Salto junto con la parte de río que le toca, a la vez que embalsamaríamos a uno que otro necio y enfermo de poder.
Luego de leer los servicios que ustedes ofertan me explico las razones por las cuales la desesperanza puede ser vencida.
Y es por los Reyes Magos que entonces se comprende mejor por que la vida de pronto nos sacude. Nos deja fuera de lo que a otros les da. O arrebata lo que teníamos. A aquellos que cimbra cuando apenas somos niños, nos deja en estado de indefensión por responsabilidad, o mejor dicho, por la irresponsabilidad de otros.
Ya imagino la razón y el sentimiento que exaltan el reclamo, o en este caso, la respetable petición a Los Reyes. Ya imagino el coraje y el desdén que llevan esas líneas que otros escriben a los Magos. Y por eso mismo, Magos, por las causas que quedan inscritas en esta carta, es que desde este año soy un creyente más de sus super poderes.
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