Cultura

Islamistas radicales ponen en peligro la conservación de manuscritos

Ante el cierre de las bibliotecas, el trabajo de catalogación, restauración, digitalización está paralizado

MADRID, ESPAÑA (04/ENE/2013).- “Creo que soy el último escribiente profesional de Tombuctú”. Boubacar Sadeck, de 38 años, se dedicaba a copiar a mano, por encargo los antiguos manuscritos, la mayoría de los siglos XV y XVI, escritos en árabe o en lenguas africanas, pero siempre con alfabeto árabe.

“Con las fotocopiadoras, los microfilms, surgió una fuerte competencia, porque muchos clientes optaron por lo fácil y barato”, prosigue Sadek.

Se conservan en esta ciudad y sus alrededores entre 180 mil y 300 mil manuscritos, según las estimaciones, sobre todo en casas particulares, aunque desde los ochenta han abierto algunas bibliotecas públicas y privadas subvencionadas.

Los tuaregs radicales de Ansar Dine y la rama magrebí de Al Qaeda, están empeñados en derribar los mausoleos erigidos para venerar a los 333 santones que allí residieron ¿Destruirán también los manuscritos?

Abdelkader Haidara, de 47 años, dueño de la biblioteca Mamma Haidara en Tombuctú, confía en que no suceda. Los islamistas “no han dado ninguna indicación de que querían acabar con los manuscritos y eso que muchos de esos legajos no hablan de religión sino de ciencias, gramática, historia, etcétera”, explica. “Todo el trabajo de catalogación, restauración, digitalización que hicimos durante años ha quedado paralizado, porque las bibliotecas están cerradas y no se puede investigar”, se lamenta Haidara.

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