Cultura

Irma de León: bibliotecaria de vocación

Por su trabajo de casi cuatro décadas en la Universidad Autónoma de Aguascalientes, Irma Graciela de León de Muñoz recibió un homenaje en la FIL

GUADALAJARA, JALISCO (28/NOV/2012).- Son casi 40 años los que Irma Graciela de León de Muñoz, se ha dedicado a cuidar y hacer crecer la biblioteca de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA); y lo piensa seguir haciendo “mientras que el cuerpo aguante”.

Por su incansable trabajo y entrega, por su constante preparación en el arte de la bibliotecología, por ser además madre, esposa y amiga, la señora Irma recibió el Homenaje al Bibliotecario 2012, el cual se entrega desde hace 12 años en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

“Las bibliotecas, los libros y el acceso a la información son fundamentales para el desarrollo cultural de todo país”, dijo en sus palabras de bienvenida Raúl Padilla López, presidente de la FIL, de ahí la importancia de reconocer el trabajo de la licenciada Irma Graciela, “como investigadora, funcionaria y promotora de gran calidad y enorme ética”.

Habló a continuación Sergio López Ruelas, coordinador general de bibliotecas de la Universidad de Guadalajara, quien describió a la homenajeada como “una persona especial, entrañable, que va por la vida con la bandera de afecto, especialmente hacia los usuarios de la biblioteca”; y que además de aportar enormemente a su institución, ha contribuido con toda la región del centro y occidente de México mediante la creación y el liderazgo de redes de bibliotecas.

Alguien que “sin ser bibliotecaria de carrera, se ha formado por décadas en cuanto taller, curso o diplomado identifica necesario para su labor”, dijo López Ruelas, y quien también ha impulsado la profesionalización de las personas que integran su equipo de trabajo.

“Tengo el privilegio de ser la amiga y colega más cerca de esta preciosa mujer”, dijo después Rosalía Macías, quien hizo una semblanza de la homenajeada. Irma Graciela nació en Aguascalientes en la primera mitad del siglo XX, en el seno de una familia que le inculcó el gusto por los libros. En 1959 se casó con el abogado Raúl Muñoz Landeros, un catedrático de la UAA con quien tuvo nueve hijos.

Su casa –como dice la misma Irma de León— es una biblioteca con cocina, quizá por eso la convocaron a laborar en la biblioteca de la UAA desde su misma fundación, en 1976.

“Yo empecé desde abajo”, contó después la homenajeada en un video que se proyecto en el Auditorio Juan Rulfo. “Le guardaba las mochilas a los muchachos y daba servicios al público como los préstamos a domicilio. Cuando hice el curso (para bibliotecarios no profesionales en la UNAM) tuve oportunidad de entrar a los procesos técnicos”.

En 1988 inició sus estudios de contaduría en la misma institución, de donde se graduó con honores. “El principal atributo que la distingue es el de ser organizada, informada y conocedora (…) Una mujer incansable y persistente, poseedora de tal fortaleza mental y física, que agotas a todos”, se dirigió Macías a su colega y amiga.

Irma de León expresó que como nació en una época donde no la querían dejar trabajar, todo lo que hizo lo hizo siempre por gusto, “y cuando uno hace las cosas por gusto le salen mejor (…) no me hago el ánimo de irme de esta biblioteca a pesar de que ya voy para 37 años”.

Dieron también su testimonio en el video proyectado, algunos de los hijos de Irma Graciela, profesores actuales de la UAA y su rector fundador, Humberto Martínez de León, quien reconoció a De León como uno de los pilares de la universidad: “no es una cuidadora de libros ni una bibliotecaria; es una transformadora de seres humanos”.

Luego, en persona, la homenajeada recibió el pergamino firmado por el rector de la Universidad de Guadalajara, Marco Antonio Cortés Guardado, el presidente de la FIL y su directora, Nubia Macías Navarro.

Irma Graciela de León de Muñoz manifestó su agradecimiento al comité de la FIL, a los rectores de la UAA, los directores, su institución, su equipo de trabajo, su fallecido esposo y su familia.

“Decía Ortega y Gasset que el hombre selecto no es el que se cree mayor a los demás, sino el que exige mayor entrega que los otros. Seamos hombres selectos, dando el mejor servicio a nuestra sociedad”, expresó De León en el discurso final.


EL INFORMADOR / EUGENIA COPPEL
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