Cultura
Irán rescata de mazmorras tesoros pictóricos
Obras de autores como Dalí, Rivera, Picasso y Van Gogh serán expuestas en el Museo de Arte Contemporáneo de Teherán
Preocupados por un eventual asalto, los empleados de la gran pinacoteca decidieron descolgar los cuadros y ponerlos a salvo en los sótanos, apenas dos años después de que la colección fuera inaugurada.
Treinta años más tarde, una mínima parte de los Picasso, Chagall, Van Ghogh, Pisarro, Warhol o Diego Rivera coleccionados con mimo por Farah Diba, esposa del último Sha de Persia, han sido de nuevo liberados de aquella fría caja de seguridad transformada con el tiempo en mazmorra.
Bajo el título Obras Maestras de los Grandes Artistas del Mundo, la exhibición recupera 128 obras menores pero muy significativas de la pintura de los siglos XIX y XX, que la última reina de Irán compró con el objetivo de promover el arte en el país.
El propósito es ahora similar. "Ofrecer a los artistas y a los estudiantes de bellas artes modelos de los grandes artistas del mundo", explica Hasan Naferisti, director de relaciones públicas del Museo de Arte Contemporáneo de Teherán.
Inaugurado en 1977, el edifico recuerda de forma vaga al Museo Guggenheim de Nueva York, aunque fue construido por el arquitecto iraní Kamran Diba con elementos de la arquitectura tradicional persa.
En su espiral concepción interior, la muestra presenta un amplio recorrido por la pintura moderna, desde el impresionismo de Pisarro al cubismo de Picasso, el arte abstracto de Kandinsky, el modernismo de Chagall, el surrealismo de Miró, el arte pop de Warhol o la expresividad de Diego Rivera.
Entre las obras expuestas destacan dos litografías en blanco y negro de Picasso -Mujer II (1955) y Mujer que llora (1937), una rara escultura del autor malagueño -Baboon y Yang (1951)- y el cuadro Ventana abierta sobre la calle Plenthievre (1920).
De Andy Warhol se ha rescatado sólo Retrato de Mao, nº 5 (1972), mientras que de Chagall destaca una litografía a color de 1969 titulada Familia con Gallo.
La colección ahora mostrada, que estará accesible al público hasta el próximo 6 de julio, es sólo una mínima parte de las cerca de cuatro mil obras de pintores iraníes y extranjeros que atesora un museo que oculta más de lo que permite ver.
Muchas de ellas están censuradas a perpetuidad a pesar de ser obra de autores de fama mundial, por el simple hecho de mostrar un desnudo u otro elemento que, según las autoridades iraníes, atente contra "la moral islámica".
"Es un sentimiento contradictorio. Por una parte me alegra, pero por otra me produce cierta tristeza al pensar cuantas obras están ahí abajo censuradas", explica Nesrin Shariat, una joven estudiante de arte enfundada en un chillón velo color naranja.
A su espalda, el cuadro Siena, Orange and Black on Dark Brown, pintado en 1962 por Mark Rothko, parece simbolizar la ventana en sombra con un suave halo de luz que caracteriza el momento que atraviesa la pintura, y en general la cultura iraní.
"Mi madre me cuenta que antes de la revolución este era uno de los principales centros de reunión y estudio de los artistas de Irán. Aquí se cultivaron muchos de nuestros intelectuales que tuvieron que emigrar", agrega Shariat.
En 1979, meses antes de que la revolución popular contra la autocracia del Sha estallara en toda su crudeza y fuera capitalizada por las fuerzas islamistas, el museo de Teherán poseía "la colección global de arte occidental más importante" compilada lejos de Europa y Estados Unidos.
Pocos conocen ahora los tesoros que guardan sus fondos, y en que condiciones.
La litografía Dream, de Salvador Dalí, sacada también a la luz, presenta un notable deterioro en uno de sus ángulos, pese a que las autoridades del museo garantizan que todas las obras se conservan en las condiciones de temperatura y humedad adecuadas.
Registros no oficiales apuntan a que en los sótanos podría estar igualmente el mejor cuadro de Jackson Pollock conservado fuera de Estados Unidos.
Algunos ya fueron rescatados en 2005 en una exposición similar, por el anterior director del museo, Ali-Reza Samiazar, quien poco después fue depuesto por el actual presidente, el conservador Mahmud Ahmadineyad.
Ahora, cuatro años después, vuelven a recuperar la luz con la que fueron concebidos y de la que han sido privados.
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