Cultura
Intento poner la vida entera entre las cubiertas de un libro: Lobo Antunes
En una nueva entrega,literaria, aborda, el paso del tiempo, la muerte, la desolación, el desamor y el silencio
Lobo Antunes ha viajado a España desde Lisboa para participar, el sábado próximo, en el "Hay Festival" de Segovia y ya desde el principio deja claro que no sabe de qué va a hablar en ese gran encuentro cultural.
En el "Hay Festival" participan decenas de escritores de varios países, pero Lobo Antunes dice son su sorna habitual que no le interesa "nada hablar de literatura".
"No es posible hablar de literatura, como tampoco lo es hablar de mi trabajo", asegura este novelista que posee una de las voces narrativa más singulares del panorama literario mundial y que desde hace años es candidato al Premio Nobel de Literatura.
Publicada por Mondadori, "El archipiélago del insomnio" saldrá en español el 8 de octubre y en sus páginas se entremezclan las voces de los vivos y de los muertos al narrar la historia de tres generaciones de una poderosa familia rural en tierras del interior de Portugal.
El paso del tiempo, la muerte, la desolación, el desamor y el silencio tienen una fuerte presencia en este libro que, como sucede con otros de Lobo Antunes, es lo menos parecido a una novela convencional, modalidad que, por cierto, no le interesa "nada" a este hombre de ojos azules y de respuestas pausadas.
Con un lenguaje poético, de belleza extrema, Lobo Antunes viaja al interior del ser humano en esta novela, cuya trama (si es que se puede hablar de trama en los libros de este genial novelista) apenas recuerda porque hace tres años que la escribió.
Lo que no olvida es que la escribió "en un momento muy especial", porque, cuando iba por la mitad, le diagnosticaron un cáncer y el médico le dijo que no sabía si sobreviviría.
"Parece que estoy vivo. Mi problema no era tanto la muerte sino el vacío tan grande que sentí durante todo aquel tiempo de la enfermedad", señaló hoy el autor de libros como "Memoria de elefante", "Yo he de amar una piedra" y "Mi nombre es legión".
Lobo Antunes se quedó ayer "un poco sorprendido" cuando sus editores españoles le dieron un ejemplar de la nueva novela y vio lo que ponía la contraportada sobre la historia de "tres generaciones" de una misma familia.
"No hay tres generaciones; es siempre la misma voz la que habla". "Es como el delirio de un autista, que se imagina muy rico y poderoso", explica el escritor en su perfecto español.
Lobo Antunes asegura que de poco le sirve la experiencia que ha ido acumulando a lo largo de los años, y lo dice quien ha firmado algunos de los libros más importantes de la literatura portuguesa de las últimas décadas.
"La experiencia es como los flotadores de los hidroaviones, que no te sirven de nada cuando estás en el aire; te sirven para llegar nada más", bromea.
Tras "El archipiélago del insomnio", escribió otra novela titulada "¿Qué caballos son aquellos que hacen sombra en el mar?", para la que le sirvió de inspiración una canción navideña del siglo XIX, hecha por campesinos del sur de Portugal.
Esos primeros versos le sonaron "muy bien" y le hicieron "soñar" y, a partir de ahí, comenzó a darle vueltas y a pensar en una novela.
Pero, ¿son novelas lo que escribe Lobo Antunes? "Yo no sé si son novelas; no sé lo que son", dice este escritor al que no le importa que el lector se sienta a veces un poco perdido al leer sus libros.
"Tienes que caminar en la niebla y, de repente, todo se cambia y se torna tan claro", afirmaba hoy Lobo Antunes, mientras preguntaba inquieto si se podía fumar en la biblioteca del hotel donde tenía lugar la entrevista.
"Lo que yo intento hacer, lo que me encantaría hacer, es poner la vida entera entre las cubiertas de un libro. Solamente eso", decía el escritor.
Escribir, indica Lobo Antunes, "es un oficio de paciencia y de humildad. No tienes ninguna verdad en el bolsillo, lo que tienes son preguntas, y si un día sabes las respuestas yo creo que Dios cambiará las preguntas".
"Cada novela es como un reto imposible, una lucha corporal en la que al final nadie gana. Te queda la esperanza de que el lector sea el que ha ganado", concluyó.
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