Cultura

Inspira Beethoven algo más que composiciones

Sobre su vida personal, se sabe que Julieta Guicciardi fue su primer amor contrariado, que jamás se casó pero que siempre hubo alguna mujer en su vida

CIUDAD DE MÉXICO (25/MAR/2012).- "El único símbolo de superioridad que conozco es la bondad", es una frase que se atribuye al compositor alemán Ludwig van Beethoven, en quien curiosamente se ha inspirado una interesante obra pía, como lo es la instalación de "La guía", una casa para gestantes con dificultades, que fue anunciada por la Congregación Madres de los Desamparados.
 
La información, publicada en un diario electrónico de Gijón, señala que "Beethoven fue hijo de un alcohólico y sufrió malos tratos en su infancia, pero pese a ello salió adelante y llegó a ser genio", y con esa idea es que María Ángeles Villar, la superiora general de la citada congregación, presentó ayer el edificio que se dedicará a ayudar a esta población.
 
La nota, firmada por J. Morán, señala que la nueva casa en Gijón, dispone de 14 plazas, para las cuales ya cuentan con cuatro solicitudes y múltiples ofertas de colaboración de médicos, psicólogos, abogados y asociaciones de atención a gestantes.
 
Dicha congregación cuenta con 345 integrantes y 46 casas en varios puntos del mundo, entre ellas en España, Italia, Nueva York, Puerto Rico, México, Guatemala, Colombia y Argentina, por mencionar algunas, cita la nota.
 
Pero lo de Beethoven, a quien se recuerda este lunes en el 185 aniversario de su muerte, no fue sólo bondad, sino genio, ése que solía decir: "... se compone del dos por ciento de talento y del 98 por ciento restante de perseverante aplicación".
 
Beethoven nació en Bonn, Alemania, el 16 de diciembre de 1770, en el seno de una familia de tradiciones artísticas. Su padre fue un tenor que se dedicó a la bebida pero que advirtió desde muy temprano las cualidades de su vástago.
 
De acuerdo con sus biógrafos, citados por un portal argentino dedicado a difundir biografías de grandes compositores de música clásica, la infancia de Beethoven fue algo triste, enfermiza y desordenada, no obstante a los ocho años dio su primer concierto en Colonia, y a los 12 años ya era un gran intérprete de piano, órgano y viola.
 
Cuentan que a esa edad logró viajar a Viena e incluso tocar para Mozart, pero fue hasta la muerte de su padre en 1792, que se instaló en la capital austriaca y conoció a sus verdaderos maestros, entre ellos Joseph Haydn, Antonio Salieri y Johann Albrechtsberger.
 
Su fama empezó a crecer pero 1796 comenzó a sentir los primeros trastornos de sordera, que sería completa a partir de 1819.
 
Sobre su vida personal, se sabe que Julieta Guicciardi fue su primer amor contrariado, que jamás se casó pero que siempre hubo alguna mujer en su vida.
 
Gracias a sus composiciones y a su fama, su situación se volvió estable, desde el punto de vista económico, mientras la crítica lo llegó a considerar el genio llamado a ser el sucesor de Mozart.
 
Respecto a su obra, señala el texto, la crítica divide su producción musical en tres etapas: la primera de ellas dominada más por la influencia de Haydn que de Mozart, en la que hay composiciones como la "Sonata poética", algunos de los tiempos lentos de sus primeros cuartetos y "Adelaida".
 
La segunda, de plena madurez artística, en la que enmarcan de la tercera a la Novena sinfonía, y una tercera, representada por su "Misa solemne" y "Bagatelas".
 
En 1824 Beethoven estrenó con "bombo y platillo" su Novena sinfonía en la que sería su última aparición en público, pues enfermó gravemente y tres años más tarde, el 26 de marzo de 1827, murió en Viena, dejando para la posteridad su música que trascendió generaciones y fronteras.
 
Así lo demuestra la gran cantidad de películas que emplean de fondo música de Beethoven, y lo profundo que han calado partituras como la de la "Novena Sinfonía" y "Para Elisa", u óperas como "Fidelio", que se siguen presentando en foros de todo el mundo.
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