Cultura
Infected Murshroom mezcla los libros con la música
La noche y sus vibraciones sónicas le pertenecieron a la banda de mayor linaje en la escena trance
libros tuvieron un acercamiento absoluto con una de las bandas de mayor linaje en la escena trance: Infected Mushroom.
La banda protagonizó la penúltima jornada de conciertos de la Feria Internacional del Libro (FIL), y fue también, la carta más fuerte con la que contó Israel a nivel sonoro. Mientras que otras propuestas llegaron a ganarse al público, los Infected lo hacían con un fiel sequito de fans a sus espaldas. No había espacio para escépticos. No había lugar para incrédulos. La noche y sus vibraciones sónicas le pertenecieron, desde las 21:00 horas, a uno de los exponentes más sólidos de la corriente psycho trance.
Para los neófitos, era una noche de música “punchis punchis”, pero para los curadores del género, una buena oportunidad para atestiguar la evolución de los apóstoles de la electrónica en el cercano oriente. La escuadra, comandada por Erez Eizen y Duvdev sedujo desde sus aparición a las más de cinco mil almas que abarrotaron el recinto de la avenida Mariano Otero.
Infected Mushroom se caracterizan por conservar el estilo de su primera grabación ''The Gathering'', apreciándose una constante evolución acústica.
• Hongos brillantes
En general, las presentaciones que se habían realizado en el Foro Expo previo al concierto de Infected Murshroom, se habían caracterizado por ser magras en cuanto a su propuesta visual, con pocos elementos que destacar, más allá del reglamentario juego de luces.
Pero los interpretes de ''Becoming insane'' se cuecen aparte. Ellos trajeron la parafernalia necesaria para darle a su show las características de una gigantesca fiesta de antro, con pantallas de alta definición, su propio juego de bocinas y hasta humo, para darle todavía más, si es posible, ese toque de especial a la noche.
Lo que sucedió sobre el escenario encontró en la explanada su reflejo. Como si estuvieran impulsados por resortes, los más de cinco mil espectadores brincaron. Levantaron las palmas. Ondearon una bandera mexicana. Se hicieron uno con el sonido de los hijos predilectos de Israel, en una noche que deja un eco profundo en la FIL, que a partir de este domingo, comenzará a vivir sus últimas horas.
GUADALAJARA, JALISCO (08/DIC/2013).- Por una noche, el Foro Expo se convirtió en un gigantesco antro al aire libre. La jornada literaria terminó fundida con los sonidos de la electrónica, y los amantes de los
La banda protagonizó la penúltima jornada de conciertos de la Feria Internacional del Libro (FIL), y fue también, la carta más fuerte con la que contó Israel a nivel sonoro. Mientras que otras propuestas llegaron a ganarse al público, los Infected lo hacían con un fiel sequito de fans a sus espaldas. No había espacio para escépticos. No había lugar para incrédulos. La noche y sus vibraciones sónicas le pertenecieron, desde las 21:00 horas, a uno de los exponentes más sólidos de la corriente psycho trance.
Para los neófitos, era una noche de música “punchis punchis”, pero para los curadores del género, una buena oportunidad para atestiguar la evolución de los apóstoles de la electrónica en el cercano oriente. La escuadra, comandada por Erez Eizen y Duvdev sedujo desde sus aparición a las más de cinco mil almas que abarrotaron el recinto de la avenida Mariano Otero.
Infected Mushroom se caracterizan por conservar el estilo de su primera grabación ''The Gathering'', apreciándose una constante evolución acústica.
• Hongos brillantes
En general, las presentaciones que se habían realizado en el Foro Expo previo al concierto de Infected Murshroom, se habían caracterizado por ser magras en cuanto a su propuesta visual, con pocos elementos que destacar, más allá del reglamentario juego de luces.
Pero los interpretes de ''Becoming insane'' se cuecen aparte. Ellos trajeron la parafernalia necesaria para darle a su show las características de una gigantesca fiesta de antro, con pantallas de alta definición, su propio juego de bocinas y hasta humo, para darle todavía más, si es posible, ese toque de especial a la noche.
Lo que sucedió sobre el escenario encontró en la explanada su reflejo. Como si estuvieran impulsados por resortes, los más de cinco mil espectadores brincaron. Levantaron las palmas. Ondearon una bandera mexicana. Se hicieron uno con el sonido de los hijos predilectos de Israel, en una noche que deja un eco profundo en la FIL, que a partir de este domingo, comenzará a vivir sus últimas horas.
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