Cultura
Inconcluso, el Centro Interpretativo Guachimontones
El espacio, ubicado al ingreso del sitio arqueológico de Teuchitlán, luce abandonado, sucio y sin un guión museográfico
GUADALAJARA, JALSICO (01/FEB/2011).- En teoría, el Centro Interpretativo Guachimontones abriría sus puertas en junio de 2010, pero ahora es un espacio cerrado, abandonado y sucio. La museografía que estaría lista hace meses, aún está en proceso de elaboración, lo que retrasará más la apertura del espacio, ubicado a 500 metros de las estructuras del sitio arqueológico de Teuchitlán.
El director general de Patrimonio Cultural de la Secretaría de Cultura (SC) de Jalisco, Modesto Aceves, explica que todavía no hay una fecha para la inauguración del recinto que funcionará como un espacio para conocer los elementos de los pobladores establecidos en la zona del año 300 a. C a 300 d.C.
Comenta que la empresa responsable de la museografía está visitando el lugar e incluso pueden notarse unas marcas sobre el piso, donde serán colocados algunos de los muebles e interactivos; en un recorrido realizado por el Centro Interpretativo, las marcas son visibles, pese a la capa de polvo sobre ellas.
El funcionario afirma que el retraso en las obras se debe a la retención del presupuesto en la Secretaría de Finanzas.
“La inauguración del Centro se ha tardado porque la Secretaría de Finanzas ha hecho un recorte –presupuestal–, y eso frenó a la empresa totalmente. Nosotros teníamos proyectado terminarlo en tiempo, antes de que finalizara 2010, pero la restricción presupuestal vino a frenar dramáticamente los trabajos. Ahora que ya fue liberada parte del presupuesto la empresa podría trabajar con mayor libertad”, expresa el funcionario.
Según las proyecciones, la operación del Centro Interpretativo Guachimontones permitirá incrementar el número de visitantes de 18 mil a 20 mil personas.
Aceves espera un presupuesto favorable que permita continuar los trabajos de exploración, mantenimiento y la contratación de personal para el sitio.
Hasta el momento, la zona arqueológica no cuenta con recursos asignados, por lo que el Ayuntamiento de Teuchitlán prestará el dinero para la investigación durante unos meses.
“El espacio ya está construído y requiere del dinero necesario para su manutención y operación”, afirma el funcionario, pero antes de pensar en la operación del Centro Interpretativo Guachimontones, aún está pendiente la colocación de la museografía, que tendrá un costo de ocho millones de pesos.
El laboratorio
Una de las peticiones del equipo de arqueólogos es un laboratorio digno, el cual estaría ubicado dentro del Centro Interpretativo Guachimontones, pero aún es una promesa, porque el espacio está vacío.
Sin embargo, Modesto Aceves comenta que “ellos tienen un laboratorio que se paga con dinero del proyecto, ahí están ellos trabajando y limpiando el material”.
Además, agrega que ya les ha dado autorización para que “metieran el material que ha sido explorado” en una parte de las bodegas del espacio.
Los muebles del sitio serán diseño de la firma responsable del guión expositivo e incluso “los arqueólogos han pedido el cambio de algún mobiliario para trabajar”.
La inversión
La construcción del Centro Interpretativo Guachimontones costó aproximadamente 20 millones de pesos, más otros ocho millones de pesos destinados a la museografía.
El espacio diseñado por la firma Pérez Arellano y Asociados retoma ciertas características arquitectónicas de la zona.
El director general de Patrimonio Cultural de la Secretaría de Cultura (SC) de Jalisco, Modesto Aceves, explica que todavía no hay una fecha para la inauguración del recinto que funcionará como un espacio para conocer los elementos de los pobladores establecidos en la zona del año 300 a. C a 300 d.C.
Comenta que la empresa responsable de la museografía está visitando el lugar e incluso pueden notarse unas marcas sobre el piso, donde serán colocados algunos de los muebles e interactivos; en un recorrido realizado por el Centro Interpretativo, las marcas son visibles, pese a la capa de polvo sobre ellas.
El funcionario afirma que el retraso en las obras se debe a la retención del presupuesto en la Secretaría de Finanzas.
“La inauguración del Centro se ha tardado porque la Secretaría de Finanzas ha hecho un recorte –presupuestal–, y eso frenó a la empresa totalmente. Nosotros teníamos proyectado terminarlo en tiempo, antes de que finalizara 2010, pero la restricción presupuestal vino a frenar dramáticamente los trabajos. Ahora que ya fue liberada parte del presupuesto la empresa podría trabajar con mayor libertad”, expresa el funcionario.
Según las proyecciones, la operación del Centro Interpretativo Guachimontones permitirá incrementar el número de visitantes de 18 mil a 20 mil personas.
Aceves espera un presupuesto favorable que permita continuar los trabajos de exploración, mantenimiento y la contratación de personal para el sitio.
Hasta el momento, la zona arqueológica no cuenta con recursos asignados, por lo que el Ayuntamiento de Teuchitlán prestará el dinero para la investigación durante unos meses.
“El espacio ya está construído y requiere del dinero necesario para su manutención y operación”, afirma el funcionario, pero antes de pensar en la operación del Centro Interpretativo Guachimontones, aún está pendiente la colocación de la museografía, que tendrá un costo de ocho millones de pesos.
El laboratorio
Una de las peticiones del equipo de arqueólogos es un laboratorio digno, el cual estaría ubicado dentro del Centro Interpretativo Guachimontones, pero aún es una promesa, porque el espacio está vacío.
Sin embargo, Modesto Aceves comenta que “ellos tienen un laboratorio que se paga con dinero del proyecto, ahí están ellos trabajando y limpiando el material”.
Además, agrega que ya les ha dado autorización para que “metieran el material que ha sido explorado” en una parte de las bodegas del espacio.
Los muebles del sitio serán diseño de la firma responsable del guión expositivo e incluso “los arqueólogos han pedido el cambio de algún mobiliario para trabajar”.
La inversión
La construcción del Centro Interpretativo Guachimontones costó aproximadamente 20 millones de pesos, más otros ocho millones de pesos destinados a la museografía.
El espacio diseñado por la firma Pérez Arellano y Asociados retoma ciertas características arquitectónicas de la zona.
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