Cultura
Inauguran muestra fotográfica de sonajas indígenas
Durante la inauguración, el cantante indígena Anselmo Domínguez, de la etnia kumiai de Baja California, ofrece una demostración del ''curi curi''
El Museo Histórico Regional de Ensenada alberga 20 fotografías de Nahín Cortés, que registran parte de la colección de bules, sonajas y maracas indígenas de la colección etnográfica del Museo Nacional de Antropología (MNA).
El público también podrá disfrutar de grabaciones de música de los pueblos de la región Noroeste de México, además de un par de piezas elaboradas con bules, informó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Durante la inauguración, el cantante indígena Anselmo Domínguez, de la etnia kumiai de Baja California, ofreció una demostración en vivo del "curi curi", canto acompañado con sonajas, propio de la región.
La encargada de la curaduría de la exposición, Daniela Leyva, dijo que paralelamente a la muestra se proyectará el cortometraje "Jalmá", que significa "bule", de origen kumiai, que fue realizado por Fernando de la Rosa y documenta la elaboración de la sonaja y su uso en los pueblos indígenas de Baja California.
Agregó que, luego de la buena aceptación de la exhibición "Yumanos", montada en el Centro Cultural Tijuana, se pensó en una exposición que reuniera alguna expresión característica de estos pueblos originarios del noroeste, como los seris, rarámuris, yaquis y yumanos.
El investigador del INAH, José Luis Moctezuma, explicó que el estudio antropológico indica que sólo 203 personas se comunican de manera cotidiana en alguno de los idiomas de esta familia lingüística: 75 cucapá, 63 kumiai, 60 paipai y cinco kiliwas, que habitan en 14 comunidades ubicadas en Ensenada, Mexicali, Tecate y Playas de Rosarito.
Leyva abundó sobre el tema musical en las comunidades indígenas que las festividades religiosas, los ritos de duelo, celebraciones y rituales, las cuales por lo general se acompañan por danza, cantos y el sonido que producen las sonajas elaboradas con materiales orgánicos, como los bules o guajes, pues les gusta mucho el sonido que produce este material metálico.
La característica del bule o sonaja radica en ser un contenedor cerrado que porta en su interior semillas, piedras u otros objetos que al agitarse generarán un tono musical que forma la base armónica de los cantos, detalló.
La voz es el instrumento fundamental para los grupos indígenas, ser cantante es un don que se conoce a partir de los sueños, para otros, es fruto del entrenamiento durante varios años a través del aprendizaje con un maestro, o simplemente por herencia de padres a hijos, esto depende del contexto cultural de cada grupo.
El sonido del bule y el canto forman un solo tono musical que cumple funciones de diversa índole, se entona acompañado de la sonaja para propiciar la curación de personas y objetos, o bien, para celebrar o ritualizar un hecho social de interés comunitario, también para ayudar el "paso de los muertos a la otra vida".
Dichos cantos tienen diversos significados, en ocasiones aluden al territorio, a pasajes de la historia, a personajes de la misma, o bien, se realizan para motivar al baile, de tal manera que bule, voz y movimientos corporales cumplen la función ritual de conmemoración o pesadumbre en el hecho ritual.
El público podrá conocer una sonaja yaqui, elaborada con un calabazo, atravesado por un palo, decorado en color azul con una franja roja en la parte inferior y estrellas rojas en la parte media. También de una sonaja seri, elaborada con una lata de leche evaporada y piedras en su interior.
La exposición es organizada por el INAH, en colaboración con la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) y el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali).
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