Cultura
Inauguran muestra fotográfica de la Revolución Mexicana
Las 100 imágenes en blanco y negro resumen el drama vivido en la revolución
Durante la inauguración de la muestra, que permanecerá abierta hasta el 24 de febrero del 2013, Edgar Damián Rojano García, director del recinto, comentó que de esa manera rinden homenaje a todos a los desaparecidos en la memoria del tiempo.
"Celebramos -añadió- los 27 años de la apertura del Museo Nacional de la Revolución Mexicana, que difunde el acervo histórico sobre los acontecimientos que tuvieron como consecuencia la promulgación de la actual Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos".
Agregó que esta fecha también brinda la oportunidad para reflexionar sobre el papel asignado a las imágenes de famosos archivos como el Casasola, cuyas fotografías a través de los años conformaron una única mirada, gracias a su divulgación y al uso que las corrientes artísticas hicieron de ellas a lo largo de un siglo.
"Fotografías que resumen, hoy como entonces, el drama humano de la crisis, la impotencia frente a unas fuerzas que le superan, convirtiéndolas en iconos de nuestra memoria como los fotogramas de la reunión en Palacio Nacional de Emiliano Zapata y Francisco Villa, de las soldaderas fusil al hombro, de los peones con calzones de manta junto a su jarro de pulque", señaló García.
Destacó que la propuesta museográfica realizada por Miguel Ángel Berumen, curador de la exposición, reflexiona sobre esta mirada única, al tiempo que advierte de los riegos y enseña que la historia visual de un país no puede construirse bajo un único registro.
"Nos invita a contrastar discursos, nos recuerda el sufrimiento que hubo detrás de la Revolución, en los cientos de miles de mexicanos que salieron de sus casas con la esperanza de cambiar al país", comentó el director del Museo.
También felicitó al maestro Berumen por arriesgarse a encabezar una revolución contra la mirada del curador y contra la digitalización, como vías monopolizadoras de la construcción de imágenes, al mostrar como parte de esta reflexiva exposición, ocho impresiones realizadas con la técnica plata gelatina, a partir de un mismo negativo, creadas por siete mexicanos y un invitado de la mítica agencia de fotoperiodismo Magnum, para demostrar que el proceso de imprimir es también una forma de expresar con la mirada.
"En esta muestra, asistimos a un recorrido por la historia de la revolución a través de cerca de 100 fotografías que captan a mexicanos buscando entre los escombros los cadáveres de sus familiares combatientes, que pone también a la vista hechos poco conocidos del movimiento armado en Guerrero, entre otros acontecimientos", apuntó.
La exhibición es una invitación a indagar el por qué sólo ciertas fotografías, del Archivo Casasola, colonizaron el imaginario de la nación a lo largo de una centuria, y cómo la reiterada edición y distribución de esas imágenes que inspiró a no pocos artistas plásticos y gráficos, novelistas y cineastas, acabó por convertirse en una especie de monumento nacional intocable e inamovible.
En cada uno de los ejes de la muestra se polemiza contra algún tipo de colonización: como contra la colonización de la mirada épica de la revolución que ha dejado de lado a los cientos de miles de guerreros, que con sus rifles al hombro atravesaron el mapa de México de norte a sur y de este a oeste, creyendo que el país y sus vidas iban a cambiar.
Como preámbulo a la inauguración de la muestra, el Coro de la Casa de la Música Mexicana, bajo la dirección de Ramón Limón, interpretó temas alusivos a la Revolución Mexicana.
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