Cultura
Inauguran Museo de Arte Sacro
El Gobierno estatal y el Ayuntamiento tapatío aportan tres millones de pesos cada uno
Autoridades municipales y estatales, así como representantes de los medios, estuvieron presentes para escuchar –en primer lugar— las palabras del director del nuevo espacio expositivo, el sacerdote Eduardo Gómez Becerra: “Este museo tiene sus raíces en el territorio y está directamente conectado con la acción de la Iglesia; es el resumen visible de su memoria histórica (…) y el anhelo hecho realidad que permite comprender la naturaleza del mundo eclesiástico”.
El sacerdote de la diócesis de Valladolid Juan Antonio Meléndez —quien dirigió el proyecto durante 9 meses— tomó la palabra a continuación para explicar que las piezas históricas se encuentran divididas en seis capítulos, que cuentan con imágenes la vida de Jesucristo. Una Vieja Familia es el primero; después viene El Espejo del Hombre, que habla del nacimiento e infancia de Jesús; el tercero sobre su vida pública se titula El Profeta y los Caminos; El Silencio del Profeta es la pasión y muerte en la cruz; El Rostro de Dios es la resurrección; y por último Los Testigos, donde se cuenta la historia de la Iglesia Católica.
Al tomar la palabra, el cardenal Juan Sandoval Íñiguez explicó que la idea de realizar este museo viene desde octubre de 2004, fecha en que se celebró en Guadalajara el 48 Congreso Eucarístico Internacional, que fue acompañado por una exposición de arte sacro en el Instituto Cultural Cabañas, con piezas de la Arquidiócesis y de colecciones particulares.
“Desde entonces nos ronda la idea pero no encontrábamos donde, y cuando se cambió la curia diocesana que estuvo en estas instalaciones durante 90 años, se pensó que este era el lugar”, expresó Sandoval Iñiguez.
Sin duda la pieza de mayor tamaño e importancia, es el ciprés que hasta hace cerca de 20 años residió como retablo mayor de la catedral.
Juan Antonio Meléndez explicó que se hicieron las obras correspondientes para que la pieza del marmolista italiano Juan Durini, pasara de estar en un espacio de 16 metros cuadrados a 100 metros cuadrados, y de esta forma permitir su contemplación desde la planta baja y los dos niveles superiores del edificio. La documentación fotográfica de dicha obra está disponible en el tercer piso de la construcción del recinto.
En el resto de las salas se encuentran distribuidas las piezas que ahora forman parte del MAS, entre ellas una variedad de pinturas en óleo sobre tela con espectaculares marcos de cobre, esculturas de Cristos de marfil y de caña de maíz, un antiguo libro utilizado por los coros, y una bella colección de cálices de oro y plata.
El MAS abrirá sus puertas al público en un par de meses, aproximadamente.
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