Cultura
Impulso antisistema
El narrador alemán Ingo Schulze destaca el papel de la literatura para publicar sobre temas que no aparecen en los medios de comunicación
Desde 1993 se dedica por completo a su propia obra. Su primer libro 33 momentos de felicidad (2000) le hizo merecedor del Premio Literario Aspekte, además de haber sido considerado por The New Yorker como uno de los “seis mejores novelistas de Europa”. Su libro Historias simples (2000) recibió el Premio de Literatura de Berlín, mientras que su novela Nuevas vidas (2008) cosechó el Premio Grinzane Cavour. En 2007 también fue premiado en la Feria del Libro de Leipzig por Handy.
Participa en el Encuentro Internacional de Cuentistas, hoy en el salón 3 de planta baja, a las 18:00 horas.
—¿Cómo ha logrado Ingo Schulze ser la persona que es hoy?
—Desde los 13 o 14 años quise convertirme en escritor pero tiempo después tuve que hacer servicio militar, y fue hasta los 30 años que este sueño se concretó. Los años 80 y 90 fueron de gran influencia para mí, por ser una época de protestas en contra del sistema. Creo que esto ha sido importante en mi vida y por eso escribo historias.
—¿Hay algún libro en particular que lo haya influído?
—Son muchos porque creo que todos los libros que disfruto se convierten en una influencia, e incluso aquéllos que no me gustan también impactan en mi forma de escribir.
—¿Qué piensa que todo escritor debería saber?
—Que no hay un momento ni un camino único para empezar a escribir. Hay que ser paciente con uno mismo y estar consciente de que nunca vas a saber lo suficiente.
—¿Piensa que el hábito de la lectura puede incidir directamente en el desarrollo de una sociedad?
—Definitivamente. Crecí en un país con una gran historia y en gran medida creo que en la revolución del 89 la literatura tuvo una gran importancia, porque hay cosas que no se pueden publicar en un periódico o transmitir por radio o televisión, pero es posible describirlas a través de los libros.
—Con las condiciones actuales del mundo ¿piensa que la humanidad está progresando?
—No me gustaría vivir en una época anterior a la mía porque creo que la vida de un hombre ordinario hace 100 o 200 años era mucho más difícil.
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