Cultura

Ilustra José Muñoz 'El perseguidor', de Cortázar

El argentino José Muñoz fue el encargado de ilustrar la obra de Cortázar que se publicó como homenaje al 50 aniversario de su primera edición

MADRID, ESPAÑA.- El ilustrador argentino José Muñoz consiguió, a través de sus dibujos para 'El perseguidor', que las obsesiones centrales como el sexo, la muerte o la estupidez, que van hacia el suicidio, formen parte de la realidad.  

Así lo aseguró a José Muñoz, quien fue el encargado de enriquecer con dibujos un nuevo volumen sobre esta obra clave de Julio Cortázar y que ahora la editorial Libros el Zorro Rojo publicó como homenaje al 50 aniversario de su primera edición.  

Muñoz explicó que cuando recibió el encargo de ilustrar 'El Perseguidor', sintió que era 'una petición absolutamente armónica.Yo fui ilustrado por la excelencia, la fantasía de Cortázar', dijo, 'ahora le devuelvo todo eso ilustrándolo a él'.  

Muñoz supo interpretar, a través de sus dibujos, una historia que bebe del jazz, las noches insomnes y el París de los años 50, un cuento largo de trasfondo existencial y con el que Julio Cortázar quiso rendir homenaje al saxofonista Charlie Parker.  

Interrogado sobre de qué modo enfrentó el proceso creativo, José Muñoz se refirió a su larga carrera como dibujante nocturno, urbano y del jazz, 'imaginario de las obsesiones narrativas de Cortázar' en `El perseguidor´', según apuntó.  

El cuento, considerado un clásico de la literatura del siglo XX, describe, a través de un trasfondo existencial, los últimos días de Johnny Carter, un virtuoso saxofonista cuya vida discurre al filo de la lucidez y la destrucción.  

'Cuando enfrenté el papel en blanco para transmitir esta mezcla de sentimientos y lucideces es cuando visualicé a Johnny Carter sentado en ese sillón desvencijado y me quedé paralizado en el dolor, sentí que un impulso insolente entró en mí', expresó Muñoz.  

El dibujante hizo referencia a la estética de cómic que se aprecia en estas ilustraciones, realizadas en blanco y negro, una estética que, según apuntó Muñoz, 'tuvo mucha importancia'.  

De un lado, la luz; del otro, las sombras. El propio Cortázar explicaba sobre 'El perseguidor' que supuso una ruptura con su línea de fantasía, una historia muy humana, de tintes existenciales y que supuso para él la capacidad de escribir 'Rayuela' más adelante.  

'El perseguidor es la pequeña Rayuela. Ya están contenidos en él los problemas de Rayuela. Johnny y Oliveira se parecen mucho en esencia, son dos individuos que cuestionan, que ponen en crisis, que niegan lo que la gran mayoría acepta', explicaba Cortázar.  

Las ilustraciones de esta nueva edición, 23 en total, pueden contemplarse desde este jueves y hasta el próximo día 8 de enero en una exposición en Madrid, junto a los dibujos con los que Muñoz ilustró la obra 'Las fieras cómplices', de Horacio Quiroga.  

Sobre proyectos recientes, el ilustrador desveló que ya terminó un trabajo, junto con el escritor y guionista argentino Carlos Sampayo, que versa sobre la vida del más importante tanguero de la primera mitad del siglo XX: Carlos Gardel.  

Precisamente con Sampayo, José Muñoz acudió a México en 1981 con el objeto de presentar un trabajo realizado a cuatro manos, la historieta 'Sofía va hacia el sur'.  

'Fui invitado cuando Paco Ignacio Taibo estaba en Cultura, y allí presentamos la historia 'Sofía va hacia el sur', que contaba cómo una inmigrante entraba en el realismo mágico de México'.  

'Soñamos México en aquellos años', concluyó José Muñoz.  
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