Cultura
INAH realiza trabajos de salvamento en el Albarradón
Descubrieron que el monumento conserva 90 por ciento de sus materiales y estructura original
ECATEPEC, ESTADO DE MÉXICO (26/JUL/2011).- Luego de que investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) realizarán diversos trabajos de salvamento arqueológico en el Albarradón de Ecatepec, descubrieron que el monumento, posiblemente prehispánico, conserva 90 por ciento de sus materiales y estructura original.
En un comunicado, el INAH detalló que se trata de la construcción más completa en su tipo que se conserva hasta nuestros días y que en su momento sirvió para contener el agua de los lagos y evitar inundaciones en la Ciudad de México.
Durante la época Colonial (1521-1821), dicho sitio sirvió como camino para viajeros procedentes de Pachuca, Veracruz y Ecatepec, y actualmente sigue funcionando como paso entre Ecatepec y el poblado Venta de Carpio; tiene una altura que va de los cuatro a los seis metros y se extiende a lo largo de cuatro kilómetros.
El coordinador de los trabajos arqueológicos, Francisco Antonio Balcorta, afirmó que éste 'es de los pocos vestigios arqueológicos que existen hasta nuestros días, relacionados con los antiguos sistemas de manejo hidráulico de la Cuenca de México, ya que la mayoría fueron destruidos durante la Conquista'.
Asimismo, comentó que el Albarradón contiene un camino hecho de relleno de tepetate y asfalto, con muros de piedra a los lados y una serie de compuertas a lo largo, que sirvió para contener los lagos Xaltocan y Zumpango.
Al respecto, Balcorta comentó que 'para frenar el desbordamiento de los lagos que afectaban a la Ciudad de México en época de lluvias, es posible que algunas compuertas del Albarradón continuarán funcionando, quizá hasta finales del siglo XIX'.
No obstante que se desconoce la época en la cual se construyó el Albarradón, una de sus primeras restauraciones ocurrió en 1558, a cargo del virrey don Luis de Velasco, año en el cual sufrió deterioros debido a una inundación.
En 1627, el español Enrico Martínez mandó construirle compuertas para regular el flujo de agua, y de las cuales sólo se han localizado tres, una en San Cristóbal, otra en Venta de Carpio y la última en el tramo central del Albarradón.
Al informe sobre los resultados obtenidos de esta investigación, se le incluirá un proyecto de restauración que abarcará labores de atención para la intervención de muros, restablecimiento de material desprendido, y mantenimiento en las compuertas, a fin de que se siga preservando.
En un comunicado, el INAH detalló que se trata de la construcción más completa en su tipo que se conserva hasta nuestros días y que en su momento sirvió para contener el agua de los lagos y evitar inundaciones en la Ciudad de México.
Durante la época Colonial (1521-1821), dicho sitio sirvió como camino para viajeros procedentes de Pachuca, Veracruz y Ecatepec, y actualmente sigue funcionando como paso entre Ecatepec y el poblado Venta de Carpio; tiene una altura que va de los cuatro a los seis metros y se extiende a lo largo de cuatro kilómetros.
El coordinador de los trabajos arqueológicos, Francisco Antonio Balcorta, afirmó que éste 'es de los pocos vestigios arqueológicos que existen hasta nuestros días, relacionados con los antiguos sistemas de manejo hidráulico de la Cuenca de México, ya que la mayoría fueron destruidos durante la Conquista'.
Asimismo, comentó que el Albarradón contiene un camino hecho de relleno de tepetate y asfalto, con muros de piedra a los lados y una serie de compuertas a lo largo, que sirvió para contener los lagos Xaltocan y Zumpango.
Al respecto, Balcorta comentó que 'para frenar el desbordamiento de los lagos que afectaban a la Ciudad de México en época de lluvias, es posible que algunas compuertas del Albarradón continuarán funcionando, quizá hasta finales del siglo XIX'.
No obstante que se desconoce la época en la cual se construyó el Albarradón, una de sus primeras restauraciones ocurrió en 1558, a cargo del virrey don Luis de Velasco, año en el cual sufrió deterioros debido a una inundación.
En 1627, el español Enrico Martínez mandó construirle compuertas para regular el flujo de agua, y de las cuales sólo se han localizado tres, una en San Cristóbal, otra en Venta de Carpio y la última en el tramo central del Albarradón.
Al informe sobre los resultados obtenidos de esta investigación, se le incluirá un proyecto de restauración que abarcará labores de atención para la intervención de muros, restablecimiento de material desprendido, y mantenimiento en las compuertas, a fin de que se siga preservando.
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