Cultura

Honran a Houdini en su natal Hungría

Harry Houdini se volvió todo un fenómeno mundial al realizar trucos de escapismo en donde desafiaba a la muerte

BUDAPEST, HUNGRÍA (07/FEB/2016).- La magia del mítico ilusionista Harry Houdini vuelve a su Hungría natal por el 90 aniversario de su muerte, para certificar que el misterio y la leyenda que envuelven su vida son dos de las pocas cosas de las que nunca logró escapar.

Houdini (1874-1926) era toda una celebridad en Estados Unidos gracias a su enorme talento para asombrar con trucos casi imposibles de escapismo, en los que desafió incluso a la muerte.

La Biblioteca Nacional de Budapest ha abierto una muestra para homenajearle y en pocas semanas la capital húngara inaugurará también un museo dedicado al ilusionista.

"Houdini es todo un icono, tanto para los profesionales, como para los aficionados. Supo realizar producciones irrepetibles debido a su forma de pensar nítida, su estado físico y su perseverancia", explica a Efe en Budapest el ilusionista David Merlini.

Este húngaro de 37 años sabe de qué habla: en 2007 fue ganador del título de "mejor escapista" en los "World Magic Awards" de Los Ángeles (EU).

La muestra de Budapest, abierta al público hasta el próximo día 27, recoge decenas de documentos y copias de objetos que Houdini utilizó durante su carrera y también algunos originales, provenientes de la colección del escapista.

Por ejemplo, se pueden ver los legendarios grilletes dobles, considerados entonces los más seguros y de los que el ilusionista pudo liberarse.

Houdini nació como Erik Weisz en Budapest (entonces Imperio Austro-Húngaro) el 24 de marzo de 1874 en el seno de una tradicional familia judía.

Emigró a Estados Unidos a los cuatro años de edad cuando su padre aceptó un puesto de rabino en una nueva congregación hebrea en el estado de Wisconsin.

Desde muy temprana edad, Houdini se interesó por la magia y el escapismo. Camisas de fuerza, candados, ataúdes, jaulas, cuerdas, nada retenía al ilusionista, que logró escapar en cada truco que presentó ante el fascinado público.

Uno de sus trucos más conocidos, también eternizado en la serie "Houdini", protagonizada por el actor Adrien Brody, que también tiene raíces húngaras, fue la "cámara de tortura china".

En ese truco era sumergido por los pies, atado con candados, en un contenedor lleno de agua del que tenía que escaparse tras varios minutos sin poder respirar.

En otras ocasiones se liberaba de un camisa de fuerza, mientras lo sumergían en un "enorme cántaro de leche, que naturalmente no estaba vacío", relata Merlini, que cuenta con una rica colección relacionada con su afamado predecesor.

Pero Houdini no sólo era escapista, sino también ilusionista, algo que demostró en 1918, cuando hizo desaparecer un elefante y sus jinetes en Nueva York, lo que en aquel entonces supuso un récord por el tamaño de lo desvanecido.

"El rey de las esposas", como lo llamaban, participó entre 1919 y 1923 en cinco películas y tuvo interés también por la aviación y llegó a ser propietario de un rudimentario biplano en el que hizo varios vuelos en 1910.

En sus últimos años activos, el ilusionista mantuvo una lucha contra los espiritistas y los quirománticos, ya que consideraba que éstos engañaban a la gente.

Houdini llevó una vida social activa, fue presidente de varias asociaciones de magos e ilusionistas y publicó numerosos libros, pero, pese a ello, nunca reveló sus secretos.

A finales de marzo se inaugurará en Budapest un museo, la llamada "Casa Houdini", que no solo recogerá reliquias relacionadas con el ilusionista, sino que pretende ser un verdadero centro de la magia y de los magos.

Este centro, que según Merlini, "será único en Europa", ofrecerá un espacio para apoyar y formar a nuevos talentos.

Houdini murió en 1926, a los 52 años, a consecuencia de una peritonitis, aunque como todos los episodios de su vida, las razones de su muerte también están envueltas en cierto misterio.

Según la leyenda, el escapista se jactó ante unos universitarios de Montreal (Canadá) de que su abdomen era tan fuerte que era imposible causarle daño y uno de ellos le dio unos puñetazos de forma inesperada para probar si sus palabras eran ciertas.

Houdini se negó a acudir al médico y continuó su viaje hacia Detroit (Estados Unidos), donde murió por peritonitis días después.

Como en sus míticos trucos, no se sabe cuánto de esta historia tiene de real y cuánto de ficción.
Síguenos en

Temas

Sigue navegando