Cultura

Homenaje a un erudito

Salzburgo se engalana al conmemorar el 260 aniversario del nacimiento de Wolfgang Amadeus Mozart

GUADALAJARA, JALISCO (27/ENE/2016).- Es innegable que la música juega un papel sumamente importante en la sociedad. Hay quien dice que “toda la música es influencia de Mozart”. Tal vez la afirmación no sea absoluta, pero lo que es indiscutible es la influencia que este compositor, adelantado a su época, tuvo en el medio.

Joannes Chrysostomus Wolfgangus Theophilus Mozart, era el verdadero nombre del que fue mejor conocido como Wolfgang Amadeus Mozart. Nació en Salzburgo, ciudad austriaca, el 27 de enero de 1756.

La “vena” musical era inherente en su vida, ya que su padre, Leopold Mozart, era violinista y su hermana fue introducida también al mundo musical.

A los cuatro años de edad, Wolfgang era capaz de interpretar piezas y claves sencillas. Desde los cinco años de edad mostró sus dotes privilegiadas de composición, y dominaba el piano y violín, como todo un prodigio y junto a su hermana, cinco años mayor que él, fueron presentados en diversas cortes reales antes de los 10 años. Londres, París, Frankfurt y Viena, fueron algunas de las ciudades visitadas por la familia de músicos.

A los 17 años se ganó un puesto como músico en la corte de su ciudad natal, pero sus inquietudes lo llevaron a viajar por su cuenta, lo que a la larga le costó ser destituido de su puesto. Mozart decidió avecindarse en Viena, ciudad donde vería el final de sus días.

La obra y vida de Wolfgang Amadeus han cruzado la barrera del tiempo, y a lo largo de más de 200 años aún se recuerdan grandes composiciones.

Conciertos, sonatas para piano, violín y otros instrumentos sinfónicos, adagios, divertimentos, óperas, serenatas, marchas y otras obras, formaron parte de las creaciones de Mozart.

Inesperada muerte

A los 35 años de edad el compositor de “Réquiem” murió. No existe una versión oficial de la muerte de Mozart, pero se abarcan diversas posibilidades. La versión más aceptada dice que bajo la supervisión de su ópera “La ciemenza di Tito”, en Praga, comenzó con la enfermedad que lo llevó a la muerte. Uno de sus biógrafos declaró que el semblante de Amadeus era pálido y con un gesto triste. Él pensó estar envenenado.

Los síntomas de su enfermedad fueron empeorando, hinchazón en manos y pies lo tenían postrado en una cama desde noviembre de 1791; vómito súbito y dolor general también estaban presentes. Después de caer inconsciente por una alta fiebre, Mozart falleció minutos después de la medianoche del 5 de diciembre de 1791.

La complejidad de sus composiciones le hicieron ganar el título del maestro del clasicismo y hoy en día las formas de rendirle tributo son diversas. La ciudad de la cual el prodigio era oriundo, edificó una escuela musical por iniciativa de su viuda Constanze Weber, quien en 1841 logró la fundación de dicha institución que llevó por nombre Asociación Musical de la Catedral y Mozarteum, en honor al erudito de la composición.

En dicho conservatorio cada año se le rinde tributo a Mozart por su legado histórico e influencia musical.
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