Cultura
Historias en papel
''De Zitilchén'', del cuentista, novelista, ensayista y cronista de viaje Hernán Lara Zavala. Edición con cinco cuentos inéditos
CIUDAD DE MÉXICO (22/FEB/2013).- Plasmar gráficamente y por escrito seis de los más grandes monumentos de la civilización mexica llevó a los arqueólogos Eduardo Matos Moctezuma y Leonardo López Luján a elaborar "Escultura monumental mexica", editado por el Fondo de Cultura Económica (FCE).
La Coatlicue, la Piedra del Sol o el Calendario Azteca, la Piedra de Tízoc, la Piedra del Antiguo Arzobispado, la Coyolxauhqui y Tlaltecuhtli, creadas en rocas volcánicas por artistas anónimos. Matos y López se dieron a la tarea de buscar y mostrar las esencias que cada uno de estos monolitos contiene.
Más allá del análisis histórico, político y religioso que se hace de estas piezas, descubiertas en el corazón de la antigua Tenochtitlan, los autores presentan en este libro profusamente ilustrado y perfectamente documentado a las seis obras como poseedoras de un destacado lugar en la historia del arte universal.
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"De Zitilchén", de Hernán Lara Zavala. Hace tres décadas que este cuentista, novelista, ensayista y cronista de viaje se ha dedicado a la escritura, además de desempeñarse como profesor universitario, editor, conferencista y coordinador de talleres de narrativa. Son más de 20 libros los que ha escrito y publicado.
Publicado por el FCE en su tercera edición luego de Joaquín Mortiz (1982) y el Conaculta (1994), "De Zitilchén" lleva al lector a 1982, cuando el autor creó el icónico pueblo que su imaginación ubicó en la intersección de los tres estados de la península de Yucatán. A la fecha es una obra de gran demanda.
El pueblo, personaje principal de la antología, convertido en una ciudad con el correr de los años, mira sereno la marcha de todos aquellos que le prodigan tanto vida como historia. Esta nueva edición, con cinco cuentos inéditos, redefine la preclara visión que el autor había plasmado de este lugar mágico.
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"La evolución química del universo", de Julieta Fierro y Manuel Peimbert, dice que primero fue silencio absoluto y vacío, un instante y un punto, después una explosión, luego el tiempo y el espacio, materia y energía, los elementos, las estrellas, los astros y la vida, con el fin de crear un todo: El universo.
Una de las preguntas más fascinantes que la ciencia se ha dedicado a resolver es cómo surgió el universo y la manera en que se ha desarrollado a lo largo del tiempo. Algunos consideran que es cíclico, otros que siempre está en aumento, y hay quienes hasta aseguran que es parte de un número infinito de universos.
En el libro del FCE, los astrónomos Fierro y Peimbert explican cómo a partir del conocimiento de los elementos químicos en el cosmos (su distribución espacial, la radiación fósil, la materia y energía oscuras) se entiende con claridad la evolución del universo, así como la de los astros que lo integran.
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"Las esencias viajeras", último gran ensayo inédito de Carlos Monsiváis, es una crónica cultural de los últimos dos siglos en Latinoamérica y sus señas de identidad, y muestra cómo, a sabiendas de que el mosaico de esta empresa es inabarcable, Monsiváis lo dejó todo en un esfuerzo al más clásico estilo suyo.
Monsiváis, el más agudo cronista de la vida mexicana en la segunda parte del siglo XX y la primera década del XXI, encontró en la frase: "No esperes sino veneno de las aguas estancadas", de William Blake, una vía para analizar la independencia y la autonomía latinoamericana en un mundo globalizado.
El resultante de ello es un mosaico de nuestras semejanzas donde el autor reincide en sus temas predilectos: La literatura, el laicismo, el cine, la izquierda, las ciudades, los nacionalismos, el humanismo, la diversidad sexual y la secularización, entre otros. América Latina través de los ojos de Monsiváis.
La Coatlicue, la Piedra del Sol o el Calendario Azteca, la Piedra de Tízoc, la Piedra del Antiguo Arzobispado, la Coyolxauhqui y Tlaltecuhtli, creadas en rocas volcánicas por artistas anónimos. Matos y López se dieron a la tarea de buscar y mostrar las esencias que cada uno de estos monolitos contiene.
Más allá del análisis histórico, político y religioso que se hace de estas piezas, descubiertas en el corazón de la antigua Tenochtitlan, los autores presentan en este libro profusamente ilustrado y perfectamente documentado a las seis obras como poseedoras de un destacado lugar en la historia del arte universal.
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"De Zitilchén", de Hernán Lara Zavala. Hace tres décadas que este cuentista, novelista, ensayista y cronista de viaje se ha dedicado a la escritura, además de desempeñarse como profesor universitario, editor, conferencista y coordinador de talleres de narrativa. Son más de 20 libros los que ha escrito y publicado.
Publicado por el FCE en su tercera edición luego de Joaquín Mortiz (1982) y el Conaculta (1994), "De Zitilchén" lleva al lector a 1982, cuando el autor creó el icónico pueblo que su imaginación ubicó en la intersección de los tres estados de la península de Yucatán. A la fecha es una obra de gran demanda.
El pueblo, personaje principal de la antología, convertido en una ciudad con el correr de los años, mira sereno la marcha de todos aquellos que le prodigan tanto vida como historia. Esta nueva edición, con cinco cuentos inéditos, redefine la preclara visión que el autor había plasmado de este lugar mágico.
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"La evolución química del universo", de Julieta Fierro y Manuel Peimbert, dice que primero fue silencio absoluto y vacío, un instante y un punto, después una explosión, luego el tiempo y el espacio, materia y energía, los elementos, las estrellas, los astros y la vida, con el fin de crear un todo: El universo.
Una de las preguntas más fascinantes que la ciencia se ha dedicado a resolver es cómo surgió el universo y la manera en que se ha desarrollado a lo largo del tiempo. Algunos consideran que es cíclico, otros que siempre está en aumento, y hay quienes hasta aseguran que es parte de un número infinito de universos.
En el libro del FCE, los astrónomos Fierro y Peimbert explican cómo a partir del conocimiento de los elementos químicos en el cosmos (su distribución espacial, la radiación fósil, la materia y energía oscuras) se entiende con claridad la evolución del universo, así como la de los astros que lo integran.
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"Las esencias viajeras", último gran ensayo inédito de Carlos Monsiváis, es una crónica cultural de los últimos dos siglos en Latinoamérica y sus señas de identidad, y muestra cómo, a sabiendas de que el mosaico de esta empresa es inabarcable, Monsiváis lo dejó todo en un esfuerzo al más clásico estilo suyo.
Monsiváis, el más agudo cronista de la vida mexicana en la segunda parte del siglo XX y la primera década del XXI, encontró en la frase: "No esperes sino veneno de las aguas estancadas", de William Blake, una vía para analizar la independencia y la autonomía latinoamericana en un mundo globalizado.
El resultante de ello es un mosaico de nuestras semejanzas donde el autor reincide en sus temas predilectos: La literatura, el laicismo, el cine, la izquierda, las ciudades, los nacionalismos, el humanismo, la diversidad sexual y la secularización, entre otros. América Latina través de los ojos de Monsiváis.
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