Cultura
Hiroshi Sugimoto expone cinco de su series fotográficas más relevantes
La exhibición llamada 'Black Box' incluye los principales conceptos que ha trabajado en su carrera
fotográficas tomadas a lo largo de cuarenta años componen "Black Box", una
exposición que se inaugura hoy en Barcelona y que aborda "los principales conceptos" sobre los que Hiroshi Sugimoto ha trabajado a lo largo de su carrera.
El artista japonés, considerado uno de los autores más importantes en el campo de la fotografía conceptual, explicó en rueda de prensa que le gusta pensar que su cámara es "una máquina del tiempo" con la que "volar al pasado y al futuro, aunque normalmente elige el pasado".
Un ejemplo claro del trabajo de Sugimoto sobre el concepto del tiempo es la serie "Seascapes", con paisajes marinos que unen cielos y océanos y con los que el autor pretende captar imágenes que se comparten "con los hombres prehistóricos", es decir, cosas que se ven ahora y que han visto muchos hombres y mujeres antes que nosotros.
Esta serie, incluida en la exposición, es muy representativa del trabajo artístico de Sugimoto, como también lo son las otras cuatro que se pueden ver en la Sala Fundación Mapfre de la Casa Garriga i Nogués: "Portraits" ("Retratos"), "Theaters" ("Cines"), "Dioramas" y "Lightning Fields" ("Campos de relámpagos").
La muestra reúne 41 obras de gran formato que dan una visión amplia de la faceta fotográfica de este artista multidisciplinar nacido en Tokio en 1948 y que trabaja además la escultura, la arquitectura y la instalación.
"Yo no nací artista -dijo Sugimoto-, sino que me hice cuando llegué a Nueva York, siendo muy joven. Vi una exposición de conceptualismo y minimalismo que me ayudó a encontrar mi camino. Un camino que está en el arte contemporáneo y donde la fotografía es un instrumento más".
La fotografía es para Sugimoto "un dispositivo para recordar, como lo fue antes la pintura", es decir, "una forma de congelar los recuerdos" y de "representar la muerte y la historia".
Esta idea está muy presente en la serie "Dioramas", donde reúne fotografías de cuadros de paisajes prehistóricos y de animales embalsamados que parecen engañosamente reales y que son "momentos congelados", según su autor.
Lo mismo ocurre con la serie "Portraits", en la que el artista fotografía figuras de cera de personalidades históricas, como el rey Enrique VIII y sus seis esposas.
Pese a su acentuado realismo, estos retratos son imposibles, porque los personajes murieron hace tiempo, de manera que reflejan, más que personas, conceptos y dualidades, como la muerte y la vida, lo falsificado y lo real o lo animado y lo inanimado.
"Tengo un poco de necrofilia", dijo con una sonrisa el artista, quien sabe que él mismo acabará siendo "un cuerpo muerto" y espera que, cuando sea así, sigan haciendo "exposiciones como esta".
El título lo eligió hace seis meses, recordó, y hace referencia "a la caja negra que es una cámara", pero también "a las cajas negras de los aviones, que te permiten saber la razón de un accidente. En este caso, el accidente puede ser la civilización humana. La caja negra puede investigar por qué los humanos tienen esa conciencia que no tienen los animales".
BARCELONA, ESPAÑA (17/FEB/2016).- Cinco series
El artista japonés, considerado uno de los autores más importantes en el campo de la fotografía conceptual, explicó en rueda de prensa que le gusta pensar que su cámara es "una máquina del tiempo" con la que "volar al pasado y al futuro, aunque normalmente elige el pasado".
Un ejemplo claro del trabajo de Sugimoto sobre el concepto del tiempo es la serie "Seascapes", con paisajes marinos que unen cielos y océanos y con los que el autor pretende captar imágenes que se comparten "con los hombres prehistóricos", es decir, cosas que se ven ahora y que han visto muchos hombres y mujeres antes que nosotros.
Esta serie, incluida en la exposición, es muy representativa del trabajo artístico de Sugimoto, como también lo son las otras cuatro que se pueden ver en la Sala Fundación Mapfre de la Casa Garriga i Nogués: "Portraits" ("Retratos"), "Theaters" ("Cines"), "Dioramas" y "Lightning Fields" ("Campos de relámpagos").
La muestra reúne 41 obras de gran formato que dan una visión amplia de la faceta fotográfica de este artista multidisciplinar nacido en Tokio en 1948 y que trabaja además la escultura, la arquitectura y la instalación.
"Yo no nací artista -dijo Sugimoto-, sino que me hice cuando llegué a Nueva York, siendo muy joven. Vi una exposición de conceptualismo y minimalismo que me ayudó a encontrar mi camino. Un camino que está en el arte contemporáneo y donde la fotografía es un instrumento más".
La fotografía es para Sugimoto "un dispositivo para recordar, como lo fue antes la pintura", es decir, "una forma de congelar los recuerdos" y de "representar la muerte y la historia".
Esta idea está muy presente en la serie "Dioramas", donde reúne fotografías de cuadros de paisajes prehistóricos y de animales embalsamados que parecen engañosamente reales y que son "momentos congelados", según su autor.
Lo mismo ocurre con la serie "Portraits", en la que el artista fotografía figuras de cera de personalidades históricas, como el rey Enrique VIII y sus seis esposas.
Pese a su acentuado realismo, estos retratos son imposibles, porque los personajes murieron hace tiempo, de manera que reflejan, más que personas, conceptos y dualidades, como la muerte y la vida, lo falsificado y lo real o lo animado y lo inanimado.
"Tengo un poco de necrofilia", dijo con una sonrisa el artista, quien sabe que él mismo acabará siendo "un cuerpo muerto" y espera que, cuando sea así, sigan haciendo "exposiciones como esta".
El título lo eligió hace seis meses, recordó, y hace referencia "a la caja negra que es una cámara", pero también "a las cajas negras de los aviones, que te permiten saber la razón de un accidente. En este caso, el accidente puede ser la civilización humana. La caja negra puede investigar por qué los humanos tienen esa conciencia que no tienen los animales".
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