Cultura
Hervi recibe el homenaje de caricatura La Catrina
En el marco del Encuentro Internacional de Caricatura e Historieta, Hernán Vidal Martínez 'Hervi', fue homenajeado por su trayectoria
GUADALAJARA, JALISCO (01/DIC/2012).- Lo que más le emocionaba a Hervi de recibir el premio de caricatura La Catrina, era que el gobierno federal había hecho coincidir el cambio de presidente con el día del homenaje. Eso lo contó el rector del CUAAD Mario Alberto Orozco Abundis durante su intervención el mediodía de este sábado, en la que habló también sobre la exitosa trayectoria del caricaturista chileno.
Cuando Hernán Vidal Martínez -mejor conocido como Hervi-- se puso de pie para decir su "speech" de agradecimiento, sonó el timbre de su teléfono celular y el homenajeado pidió disculpas antes de responder: "¿bueno? ¿Señor Presidente? Sí, aquí estoy en la FIL recibiendo La Catrina".
El público soltó la carcajada mientras Hervi continuó en la supuesta conversación telefónica con Enrique Peña Nieto. En ésta, el chileno se tuvo que negar a aceptar el cargo de ministro de cultura, y debió explicarle al Presidente entrante dónde estaba localizado su país: "busque un país largo", dijo el caricaturista.
Hervi nació en Santiago de Chile el 28 de noviembre de 1943. A los 12 años obtuvo su primer trabajo de dibujante profesional como asistente de Pepo, el creador de la célebre historieta cómica "Condorito", quien se refería a Hervi como "mi geniecito" por su corta edad e increíble capacidad, contó Orozco Abundis.
Con la información del video que se proyectó a continuación, los espectadores supieron que el caricaturista renunció a ese trabajo a la edad de 20 años, "por miedo a encasillarse a una forma de expresión".
Vidal Martínez estudió primero en la Escuela Experimental de Educación Artística y desde 1958 trabajó como dibujante e ilustrador de diversas publicaciones nacionales y extranjeras.
El creador de personajes como Benjamín, Supercifuentes, Farzán y Cuprito, debió enfrentar la censura durante la dictadura militar de Pinochet, pero en lugar de marcharse de su país -como muchos artistas e intelectuales de su generación-- optó por "el exilio interior"; y "con su talento y alcance supo dar ánimos a los chilenos en la oscuridad", expresó el rector del CUAAD.
Fue en el periodo posterior al golpe de estado en Chile, que Vidal Martínez decidió ingresar a la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Chile, de donde se tituló en 1975. Durante cuatro años no publicó historieta y ejerció la arquitectura, hasta 1977 cuando empezó a colaborar en la revista Hoy.
Después de una larga y ficticia llamada telefónica durante el homenaje que recibió Hervi en el Encuentro Internacional de Caricatura e Historieta, el chileno habló brevemente del oficio del humor gráfico en Chile, que se remonta -según dijo-- a la época de independencia del país: "yo sólo soy uno más en esta historia", expresó el caricaturista.
Luego agradeció a la Universidad de Guadalajara por la entrega del reconocimiento y "por su preocupación en la cultura como un bien imprescindible"; así como al pueblo mexicano y, ¿por qué no?, a los políticos y gobernantes, pues son ellos los que proporcionan los temas jocosos para hacer crítica mediante la caricatura. "Repudio, sin embargo, cuando se exceden", expresó.
Dio gracias a la vida "por todas esas cosas lindas que ya dijo Violeta Parra", pero también "a la muerte, a la bella Catrina".
Desde su primera emisión en 2002, el Encuentro Internacional de Caricatura e Historieta ha distinguido a los personajes más sobresalientes con el homenaje La Catrina. Anteriormente han recibido la escultura de bronce que reproduce un dibujo de Sergio Aragonés y José Guadalupe Posada, caricaturistas como 'Rius', Helio Flores, 'Magú' y 'El Fisgón'.
EL INFORMADOR / EUGENIA COPPEL
Cuando Hernán Vidal Martínez -mejor conocido como Hervi-- se puso de pie para decir su "speech" de agradecimiento, sonó el timbre de su teléfono celular y el homenajeado pidió disculpas antes de responder: "¿bueno? ¿Señor Presidente? Sí, aquí estoy en la FIL recibiendo La Catrina".
El público soltó la carcajada mientras Hervi continuó en la supuesta conversación telefónica con Enrique Peña Nieto. En ésta, el chileno se tuvo que negar a aceptar el cargo de ministro de cultura, y debió explicarle al Presidente entrante dónde estaba localizado su país: "busque un país largo", dijo el caricaturista.
Hervi nació en Santiago de Chile el 28 de noviembre de 1943. A los 12 años obtuvo su primer trabajo de dibujante profesional como asistente de Pepo, el creador de la célebre historieta cómica "Condorito", quien se refería a Hervi como "mi geniecito" por su corta edad e increíble capacidad, contó Orozco Abundis.
Con la información del video que se proyectó a continuación, los espectadores supieron que el caricaturista renunció a ese trabajo a la edad de 20 años, "por miedo a encasillarse a una forma de expresión".
Vidal Martínez estudió primero en la Escuela Experimental de Educación Artística y desde 1958 trabajó como dibujante e ilustrador de diversas publicaciones nacionales y extranjeras.
El creador de personajes como Benjamín, Supercifuentes, Farzán y Cuprito, debió enfrentar la censura durante la dictadura militar de Pinochet, pero en lugar de marcharse de su país -como muchos artistas e intelectuales de su generación-- optó por "el exilio interior"; y "con su talento y alcance supo dar ánimos a los chilenos en la oscuridad", expresó el rector del CUAAD.
Fue en el periodo posterior al golpe de estado en Chile, que Vidal Martínez decidió ingresar a la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Chile, de donde se tituló en 1975. Durante cuatro años no publicó historieta y ejerció la arquitectura, hasta 1977 cuando empezó a colaborar en la revista Hoy.
Después de una larga y ficticia llamada telefónica durante el homenaje que recibió Hervi en el Encuentro Internacional de Caricatura e Historieta, el chileno habló brevemente del oficio del humor gráfico en Chile, que se remonta -según dijo-- a la época de independencia del país: "yo sólo soy uno más en esta historia", expresó el caricaturista.
Luego agradeció a la Universidad de Guadalajara por la entrega del reconocimiento y "por su preocupación en la cultura como un bien imprescindible"; así como al pueblo mexicano y, ¿por qué no?, a los políticos y gobernantes, pues son ellos los que proporcionan los temas jocosos para hacer crítica mediante la caricatura. "Repudio, sin embargo, cuando se exceden", expresó.
Dio gracias a la vida "por todas esas cosas lindas que ya dijo Violeta Parra", pero también "a la muerte, a la bella Catrina".
Desde su primera emisión en 2002, el Encuentro Internacional de Caricatura e Historieta ha distinguido a los personajes más sobresalientes con el homenaje La Catrina. Anteriormente han recibido la escultura de bronce que reproduce un dibujo de Sergio Aragonés y José Guadalupe Posada, caricaturistas como 'Rius', Helio Flores, 'Magú' y 'El Fisgón'.
EL INFORMADOR / EUGENIA COPPEL