Cultura

Herta Müller se solidariza con escritores disidentes chinos

Dijo que el atraso en esa materia contrastaba con el desarrollo económico que ha tenido el país en los últimos años

FRÁNCFORT, ALEMANIA.-La Premio Nobel de Literatura 2009, Herta Müller, se solidarizó con los escritores disidentes chinos en un acto en la Feria de Fráncfort y dijo que esperaba que el galardón que se le ha concedido le permita ofrecerles cierta protección.

"Me alegraría poder ayudarlos de algún modo y espero que el premio que me han dado me permita ofrecerles cierto amparo a ustedes y a las víctimas de todas las dictaduras", dijo la escritora rumano-alemana en el stand del periódico "The Epoch Times", cercano al movimiento espiritual Falun Gong.

Müller criticó también la situación de los Derechos Humanos en China y dijo que el atraso en esa materia contrastaba con el desarrollo económico que ha tenido el país en los últimos años.

"¿Qué país es ese que no permite hablar a sus escritores de la Revolución Cultural o de la masacre de la plaza de Tiananmen?", dijo Müller.

La autora dijo que admiraba la actitud y el valor de los escritores que la recibieron en el stand, encabezados por el poeta Bei Ling. "Admiro su actitud, sé lo que arriesgan con ella y espero que algún día sean recompensados", dijo Müller.

Müller dijo que las dictaduras siempre terminan algún día porque parten de una visión ideológica del ser humano que no se corresponde con la realidad. Pero muchas veces ese proceso dura demasiado y hay muchas personas que no alcanzan a ver el fin de la opresión.

"Yo tuve la suerte de sobrevivir a una dictadura pero tengo amigos que murieron antes y eso es algo que todavía me duele. Cuando una vida humana dura menos que la de una dictadura es una vida robada por el Estado", dijo Müller.

La escritora lamentó que en China y en otros países -mencionó a Cuba e Irán- el fin de las dictaduras no parezca cercano.

Uno de los asistentes chinos recordó cómo Müller se había negado a colaborar con los servicios secretos de la Rumanía comunista -la temida Securitate- y le preguntó de dónde había sacado el valor.

"No fui valiente, lo único que sentí fue una mezcla de miedo y de responsabilidad y supe que negarme era lo único que podía hacer. La mayor parte de una vida digna en una dictadura está formada por una sucesión de negaciones", dijo Müller.

Bei Ling regaló a Müller un libro de poemas suyo -en edición bilingüe con los originales chinos y las traducciones al inglés- y le dio las gracias por su última novela, "Atemschaukel", ("El columpio de la respiración") en la que, dijo, "se hace justicia a todas las víctimas del comunismo".

Además, el escritor dijo que sentía que el Nobel a la escritora rumano-alemana honraba de algún modo a todos los autores perseguidos y a todos los que habían sido forzados a marcharse al exilio.

Müller se emocionó visiblemente con esas palabras de Bei Ling y abrazó y besó al poeta chino en medio de los aplausos del público.

Al final del acto, Müller firmó una petición para que el régimen chino ponga en libertad al activista de Derechos Humanos Gao Zhisheng.

Paralelamente al acto en que participó Müller, el PEN Club alemán presentó en una conferencia de prensa una lista de más de treinta escritores chinos que se encuentran en prisión.

Según el PEN, en la mayoría de los casos, los escritores son acusados de llamar al derrocamiento del Estado, para lo cual a la justicia china le basta con demostrar la publicación de poemas o ensayos en internet aunque éstos no llamen directamente a la sublevación. En otros casos, los escritores son acusados de revelar secretos de Estado.

Pese a las críticas que ha habido al hecho de que China sea este año invitado de honor a la Feria -a las que se ha sumado Herta Müller- hoy el director Jürgen Boos volvió a defender esa elección.

"Es la primera vez que China se presenta en un certamen internacional que no puede controlar y en el que tiene un escenario, pero en el que también se ve expuesta a la crítica", dijo Boos.
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