Cultura
Herta Müller quería ser peluquera y no escritora
La Nobel de Literatura asiste al Hay Festival de Cartagena de Indias, donde confesó que de niña no le gustaba ni le interesaba la escritura
"Nunca quise ser escritora, ni me gustaba, ni me interesaba, durante mucho tiempo yo quise ser peluquera, quería cortar el pelo", admitió Müller ante los periodistas.
La Nobel contó que de pequeña no tenía acceso a los libros y que incluso en el pequeño poblado de Nitchidorf (Rumanía) donde nació, a los mejores estudiantes al finalizar el año escolar les regalaban un libro, "pero eran libros para niños tipo Stalin".
Müller recordó, en medio de risas, que su mamá usaba los pocos libros que tenían como "porta ollas o porta platos", para no dañar la mesa.
La escritora explicó además que sólo fue hasta que salió de su pueblo natal cuando comenzó a "despertarse" en ella "esta sed por aprender, por ver, por conocer, por leer" y que se dio cuenta "de que toda una vida se puede plasmar sobre un papel".
Müller sufrió durante su juventud la represión del régimen comunista de Nicolae Ceausescu y tuvo que trabajar como traductora técnica en una fábrica de maquinaria bajo las órdenes del servicio secreto, hasta que en 1979 fue despedida por negarse a continuar sirviendo al régimen.
"Me presionaron, me obligaron, era persecución política; el miedo era permanente: 'a qué hora me agarran, a qué hora me llevan'", recordó esta mujer que no oculta su timidez.
La Nobel, que ha criticado fuertemente los regímenes totalitarios, dijo, refiriéndose a los países o sociedades donde ha habido dictaduras, que siempre hay similitudes entre los procesos políticos de algunos países de Latinoamérica con los de algunos de Europa del este.
Contó que hace años viajó por muchos países de Suramérica y conoció algunas de las dictaduras de derecha. "Me inquietó que muchos escritores latinoamericanos veían en el socialismo alguna alternativa, y eso me sorprendió, porque no los iba a liberar, solamente les iba a traer otra dictadura con otra forma".
Müller, junto con el peruano Mario Vargas Llosa, también premio Nobel de Literatura, se ha robado los aplausos del público que asiste a la octava versión del Hay Festival de Cartagena de Indias, en el que también participan los españoles Fernando Savater y Alex de la Iglesia.
Este festival mundial de las letras nació hace 25 años en Hay-On-Wye, un pequeño pueblo de Gales con mil 300 habitantes, pero su importancia ha trascendido fronteras hasta países como España, Kenia, México y Colombia.
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