Cultura

Hay que ''crear sociedad a través del arte''

Andrés Aguilar (Guadalajara, 1970) es arquitecto egresado del ITESO, ingeniero de audio autodidacta, músico por hobbie y promotor incansable de la cultura independiente en Guadalajara

GUADALAJARA, JALISCO (18/JUN/2012).- “En la cultura he estado siempre. Soy escultor, en una época pintor, músico, arquitecto, desarrollador de cultura. Mi familia también está muy metida en esto, lo traigo en la sangre. Y finalmente, cultura es desarrollo.

En los proyectos que apoyo hay un eje rector que es el audio, la música, pero otras disciplinas se cruzan. El arte actualmente utiliza muchos recursos y la música la llevamos dentro, entonces todo confluye por ahí. Siempre trato que sea en el tenor de lo contemporáneo: producciones actuales que busquen nuevos lenguajes y nuevos diálogos.

No es extraño que si soy arquitecto tenga relación con la música y la ingeniería de audio, porque son muy afines. Estamos hablando de espacio y movimiento, que son básicos para las tres disciplinas.

Hay una frase de un buen compañero que decía: ‘un escenario limpio es un escenario feliz’. Si lo expandimos a la totalidad de la frase, limpio tiene que ver también con orden, con planeación, con dedicación, con ser consciente de tu capacidad, de que el equipo esté en buenas condiciones. Si los factores se combinan bien, el resultado está prácticamente garantizado.

Lo importante en Salón Púrpura es apoyar a la música, tener un buen sonido, un buen escenario y su servicio de restaurant bar. Y de ahí pues a gozar de los géneros musicales que haya. Hemos tenido tango, flamenco, rock, pop, electrónico, punk, música hindú, jazz, improvisación. No estamos cerrados.

Nada más sí con esta idea de que vayan en búsqueda de diálogos. Porque no soy un museo en el sentido que ya hay una música que se expone. Un museo expone el arte que ya tiene un reconocimiento y un nivel, y las galerías están más en búsqueda de lo que va a venir. Aquí nos acercamos más a esa búsqueda.

Por el camino independiente

Saliendo de la carrera de arquitectura formé un proyecto que se llamó Laboratorio Sensorial, para mover equipo de audio y hacer conciertos. Hace cinco años llegó a su sede en Ghilardi 120, y ahí ya me dediqué más a la producción y desarrollo de arte sonoro y arte contemporáneo, apoyando artistas emergentes o artistas reconocidos que vienen de otros lados a visitarnos y yo les abro las puertas.

Y también a otros movimientos ya consolidados que no tienen un espacio, como el caso del Centro para la Cultura Arquitectónica y Urbana y en algún tiempo Cabaret Capricho y otros grupos independientes.

El Laboratorio Sensorial por sus características, debería tener una licencia de Centro Cultural, pero por cuestiones de uso de suelo en esta zona barrial, no me lo han permitido. Yo entiendo que si no está clasificado, no está clasificado. Pero el problema es mucho más grande y no hay una iniciativa para apoyar o solucionar. No he tenido apoyo, es un proyecto que no se comprende del todo y está volando. Es lamentable.

Debido a esta circunstancia de conflicto me he ido desarrollando como independiente cada vez más. El movimiento independiente para mí es sumamente importante y yo lo apoyo muchísimo, porque sé que es muy difícil para los artistas, grupos o instituciones recibir apoyos. Entonces he estado preocupado por abrir esas puertas.

Lo que yo quiero hacer es un movimiento. Estoy apoyando toda una red y espero que algún día tengamos fuerza para poder tener voz y voto de decir: ‘queremos esto, vamos hacia acá’; hacernos oír y estar mucho más maduros y agrupados como un movimiento representativo. De la música y del arte contemporáneo.

Cultura para hacer ciudad

Para mí es muy importante el sonido, la iluminación, la estética; que todos estos aspectos que tienen que ver con la sensibilidad estén presentes. Me gustaría que la calidad de la vida de la noche en la ciudad también fuera esa: llena de movimiento, de cultura, de música, de amistad.

No se queda en la vida nocturna, aunque me gusta mucho, pero sí que busco hacer grupo, hacer sociedad, estar en lo que nos va moviendo a todos.

El movimiento en Guadalajara lo encuentro muy atractivo. Hay grupos muy activos que están actuando. Todo el movimiento de la bicicleta me encanta, con sus distintas expresiones. Y obviamente artistas y músicos que están como independientes, buscando. Yo creo que es un buen momento para apoyarlo, poder darle mayor calidad y que sea una opción.

Sé que vivimos en una época difícil de inseguridad y otras cosas, pero hacer ciudad tiene su costo. Hay que tomar las calles, estar ahí. Es nuestra casa. Como decía Díaz Morales: el patio de nuestra casa son las plazas, los corredores, las banquetas y las calles. La calle es nuestra. Tenemos una ciudad muy bonita, debemos darnos cuenta de lo que no nos gusta y estar en contacto con lo que sí nos gusta, porque es maravillosa.

La razón por la que tanto Salón Púrpura como Laboratorio Sensorial tienen fachadas blancas, es que mi acción como arquitecto está en manifiesto, porque estoy muy inconforme en cómo ha evolucionado las fachadas de nuestras calles tan agresivamente. Se rompe con esta armonía tan padre que tenemos de la ciudad.

Proyectos autosustentables, trabajo de todos


Mi ingreso principal es de arquitecto. Y sí he puesto mucho de mis ahorros a Laboratorio Sensorial, pero lo veo como una inversión porque creo que vale la pena. De repente recupero algo para los gastos, de repente rento el lugar, hago mucho trueque y patrocinio de eventos. Ahí se va juntando algo de dinero, pero la producción de los eventos prácticamente están financiados por mí.

De repente sí me desanimo, pero me activo nuevamente por que el laboratorio definitivamente no es algo estático, entonces lo puedo transformar según lo que vaya pasando.  Si quiero cerrar lo cierro y produzco adentro mis inquietudes o las de amigos. Si sale un buen proyecto lo abro y lo monto.

Pero sí me gustaría que los proyectos fueran autosustentables y yo creo que ahí debería ayudarnos mucho el público. Es un trabajo que deberíamos de coordinarnos todos, tanto el público como nosotros los productores y los artistas. Empezar a reflexionar bien como hacer que el dinero fluya para todos.

Lo que ha ganado de mi relación con artistas y músicos es amistad. Muy pocas veces hay problemas con alguien. He tenido grandes cuates y se va haciendo una alianza entre el espacio y los artistas y músicos, y se va hermanando las situación. Eso es a lo que me refiero con sociedad. El contacto de amistad promueve que en el futuro las convivencias y el mismo movimiento de música o de arte, vaya evolucionando.”

Hay que tomar las calles, estar ahí. Es nuestra casa. Como decía Díaz Morales: el patio de nuestra casa son las plazas, las banquetas

PERFIL
Alternativo musical


Andrés Aguilar (Guadalajara, 1970) es arquitecto egresado del ITESO, ingeniero de audio autodidacta, músico por hobbie y promotor incansable de la cultura independiente en Guadalajara.

Actualmente dirige el Laboratorio Sensorial y Salón Púrpura. El primero es una vieja bodega en Santa Tere destinada a la creación, promoción y registro de la cultura contemporánea en una variedad de soportes y disciplinas.

El segundo es un foro-restaurant-bar en la colonia Americana, enfocado en ofrecer un espacio de calidad sonora a proyectos musicales independientes, ya sean locales, nacionales o internacionales.
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