Cultura
Guadalupe Loaeza no pierde el glamour
La controversial escritora Guadalupe Loaeza llega a la FIL para renovar el concepto de aquellas mujeres atadas al ¿qué dirán?
GUADALAJARA, JALISCO (29/NOV/2010).- Con su singular sentido del humor, la periodista y escritora, Guadalupe Loaeza presenta Niñas bien, 25 años después, obra que fuera el parte aguas en las altas esferas de la sociedad mexicana al plasmar un mundo femenino que reflejan la forma de vida y pensamiento de aquellas mujeres atadas al ¿qué dirán?.
Con un lenguaje directo y sin tabúes, Guadalupe clasifica a cada mujer de la burguesía mexicana. La descripción y análisis de cada movimiento, gesto y gusto de dos generaciones sociales se engloban en una serie de historias reales que relatan la soledad generada tras el abandono y la sobreprotección de aquellos padres, arraigados al pensamiento pulcro de un México en los años sesenta.
“Las niñas bien son muy trasparentes, tan llanas y totalmente predecibles, por lo que pude clasificarlas muy bien por categorías”, explica la escritora.
Para la tan afamada crítica, ser una Niña bien, es una actitud ante la vida. Un concepto muy subjetivo que alcanza una connotación de frivolidad.
A 25 años después de su publicación, Loaeza considera que existe una transformación “fantástica” en la forma de ser de cada “niña”. Pues de alguna manera las hijas de aquellas mujeres que fueron su primera fuente de inspiración han pasado por una transición en la vida política, sexual, religiosa y personal.
EL INFORMADOR / NORMA GUTIÉRREZ
Con un lenguaje directo y sin tabúes, Guadalupe clasifica a cada mujer de la burguesía mexicana. La descripción y análisis de cada movimiento, gesto y gusto de dos generaciones sociales se engloban en una serie de historias reales que relatan la soledad generada tras el abandono y la sobreprotección de aquellos padres, arraigados al pensamiento pulcro de un México en los años sesenta.
“Las niñas bien son muy trasparentes, tan llanas y totalmente predecibles, por lo que pude clasificarlas muy bien por categorías”, explica la escritora.
Para la tan afamada crítica, ser una Niña bien, es una actitud ante la vida. Un concepto muy subjetivo que alcanza una connotación de frivolidad.
A 25 años después de su publicación, Loaeza considera que existe una transformación “fantástica” en la forma de ser de cada “niña”. Pues de alguna manera las hijas de aquellas mujeres que fueron su primera fuente de inspiración han pasado por una transición en la vida política, sexual, religiosa y personal.
EL INFORMADOR / NORMA GUTIÉRREZ
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