Cultura
Guadalajara premia a la memoria
Dos fincas históricas en Avenida Hidalgo y otra la calle Reforma, en el centro, fueron las reconocidas por el Ayuntamiento tapatío
GUADALAJARA, JALISCO (15/FEB/2013).- El Ayuntamiento de Guadalajara conmemora el 471 aniversario de la fundación de la ciudad con la celebración del X Premio Anual a la Conservación y Restauración de Fincas de Valor Patrimonial, con el que se busca reconocer e incentivar la participación de los ciudadanos en el cuidado del medio arquitectónico del Centro Histórico tapatío.
En esta ocasión, los tres ganadores fueron los siguientes: Primer lugar, para la finca en Hidalgo 1291, de Sergio Genaro Alcalde Delgado, en sociedad con Fortius Electromecánica. Se les hizo entrega de 80 mil pesos.
Segundo lugar, para la finca en Hidalgo 1228, de Roberto Hemuda Guerra y Diéresis Cultura Contemporánea. Intervenida por el arquitecto Ricardo Agraz. Se les entregaron 60 mil pesos.
Tercer lugar, para la finca en Reforma 14, de Juan Arturo Mercado Arreola. Obtuvo 40 mil pesos.
Hubo, además, dos menciones especiales: la primera para el inmueble localizado en Enrique González Martínez 402, de María Guadalupe Morones Centeno, y otro ubicado en Vallarta 1413, de Alfonso Hernández Hernández.
El presidente municipal de Guadalajara, Ramiro Hernández García, aprovechó la ocasión para destacar, desde el Salón de Sesiones del Palacio Municipal y ante los premiados, el papel fundamental que juega la ciudadanía en la conservación del patrimonio arquitectónico de la ciudad y en otras tareas trascendentales, como la creación de entornos seguros para todos.
“Estamos buscando la recuperación y la regeneración del Centro Histórico, que es nuestro espacio más emblemático y del cual todos nos sentimos muy orgullosos. Estoy convencido que sólo trabajando juntos lograremos tener un Centro limpio, y seguro, donde las familias puedan salir y apreciar las hermosas fincas que lo componen y conocer la historia y relatos que se han conservado en ellas al paso del tiempo. Sólo los tapatíos pueden ayudarnos a la regeneración y a regresar la vida pública al Centro de Guadalajara. Es de vital importancia la participación de la sociedad en este tipo de iniciativas, que dan orden y orgullo a las fincas con valor patrimonial de Guadalajara”.
Lo que está de por medio es una herencia de “creación y producción artística e intelectual de más de cuatro siglos”, hizo ver el vocal ejecutivo de la Comisión de Planeación Urbana de Guadalajara (Coplaur) José Luis Valencia Abundis, así como el “conocimiento colectivo y uso social de la cultura tapatía en México y en el mundo”.
Para el funcionario, la preservación, conservación y promoción de los activos del patrimonio de la ciudad y sus habitantes, es un objetivo no sólo institucional, sino social, pues se enmarca y fundamenta “en el derecho de la ciudad, en el derecho a la ciudad, y cada vez más, a la amplia participación ciudadana por exigir mayor y mejor calidad de vida”.
También se les reconoció a otros 11 participantes en esta edición del Premio Anual a la Conservación.
Ejemplos de lo contrario
Durante 2012 al menos cuatro fincas históricas de valor artístico relevante fueron demolidas por acción u omisión de autoridades como Obras Públicas de Guadalajara y la Secretaría de Cultura, lo que contrasta con los premios que otorga cad año el Ayuntamiento tapatío y los dichos de los funcionarios en cuanto a la importancia que tiene para ellos conservación del patrimonio edificado.
La casa de Valor Artístico Relevante, ubicada en la esquina de José Guadalupe Zuno y General San Martín y que es propiedad de El Colegio de Notarios, fue demolida de manera ilegal en la primera quincena de enero de 2012.
El mayor atentado al patrimonio cultural edificado en el Perímetro B -que comprende la zona de Las Colonias y las edificaciones construidas en la primera mitad el siglo XX- ocurrió en abril del año pasado, cuando se derribaron sin autorización dos fincas. La primera es la Privada Zuno, catalogada por la Secretaría de Cultura de Jalisco como de Valor Artístico Relevante por ser una obra del arquitecto Pedro Castellanos. Y la segunda es la de la calle Colonias 375, entre José Guadalupe Zuno y Efraín González Luna. Este inmueble era de estilo regionalista y data de los años veinte del siglo XX.
Luego, la demolición parcial de la Privada Zuno, el 15 mayo, otra finca –Avenida Américas 94- fue demolida: la Casa Suárez, construida en 1953 y obra del arquitecto Julio de la Peña.
Este año, al menos se registran las afectaciones a la finca ubicada en la esquina norponiente de la Avenida Vallarta y Colonias fue dejada como cascarón; y se autorizó la construcción de dos torres de ocho y 10 pisos en los terrenos de la Casa Madona, en Lerdo de Tejada y Miguel de Cervantes, considerada de valor artístico relevante.
En esta ocasión, los tres ganadores fueron los siguientes: Primer lugar, para la finca en Hidalgo 1291, de Sergio Genaro Alcalde Delgado, en sociedad con Fortius Electromecánica. Se les hizo entrega de 80 mil pesos.
Segundo lugar, para la finca en Hidalgo 1228, de Roberto Hemuda Guerra y Diéresis Cultura Contemporánea. Intervenida por el arquitecto Ricardo Agraz. Se les entregaron 60 mil pesos.
Tercer lugar, para la finca en Reforma 14, de Juan Arturo Mercado Arreola. Obtuvo 40 mil pesos.
Hubo, además, dos menciones especiales: la primera para el inmueble localizado en Enrique González Martínez 402, de María Guadalupe Morones Centeno, y otro ubicado en Vallarta 1413, de Alfonso Hernández Hernández.
El presidente municipal de Guadalajara, Ramiro Hernández García, aprovechó la ocasión para destacar, desde el Salón de Sesiones del Palacio Municipal y ante los premiados, el papel fundamental que juega la ciudadanía en la conservación del patrimonio arquitectónico de la ciudad y en otras tareas trascendentales, como la creación de entornos seguros para todos.
“Estamos buscando la recuperación y la regeneración del Centro Histórico, que es nuestro espacio más emblemático y del cual todos nos sentimos muy orgullosos. Estoy convencido que sólo trabajando juntos lograremos tener un Centro limpio, y seguro, donde las familias puedan salir y apreciar las hermosas fincas que lo componen y conocer la historia y relatos que se han conservado en ellas al paso del tiempo. Sólo los tapatíos pueden ayudarnos a la regeneración y a regresar la vida pública al Centro de Guadalajara. Es de vital importancia la participación de la sociedad en este tipo de iniciativas, que dan orden y orgullo a las fincas con valor patrimonial de Guadalajara”.
Lo que está de por medio es una herencia de “creación y producción artística e intelectual de más de cuatro siglos”, hizo ver el vocal ejecutivo de la Comisión de Planeación Urbana de Guadalajara (Coplaur) José Luis Valencia Abundis, así como el “conocimiento colectivo y uso social de la cultura tapatía en México y en el mundo”.
Para el funcionario, la preservación, conservación y promoción de los activos del patrimonio de la ciudad y sus habitantes, es un objetivo no sólo institucional, sino social, pues se enmarca y fundamenta “en el derecho de la ciudad, en el derecho a la ciudad, y cada vez más, a la amplia participación ciudadana por exigir mayor y mejor calidad de vida”.
También se les reconoció a otros 11 participantes en esta edición del Premio Anual a la Conservación.
Ejemplos de lo contrario
Durante 2012 al menos cuatro fincas históricas de valor artístico relevante fueron demolidas por acción u omisión de autoridades como Obras Públicas de Guadalajara y la Secretaría de Cultura, lo que contrasta con los premios que otorga cad año el Ayuntamiento tapatío y los dichos de los funcionarios en cuanto a la importancia que tiene para ellos conservación del patrimonio edificado.
La casa de Valor Artístico Relevante, ubicada en la esquina de José Guadalupe Zuno y General San Martín y que es propiedad de El Colegio de Notarios, fue demolida de manera ilegal en la primera quincena de enero de 2012.
El mayor atentado al patrimonio cultural edificado en el Perímetro B -que comprende la zona de Las Colonias y las edificaciones construidas en la primera mitad el siglo XX- ocurrió en abril del año pasado, cuando se derribaron sin autorización dos fincas. La primera es la Privada Zuno, catalogada por la Secretaría de Cultura de Jalisco como de Valor Artístico Relevante por ser una obra del arquitecto Pedro Castellanos. Y la segunda es la de la calle Colonias 375, entre José Guadalupe Zuno y Efraín González Luna. Este inmueble era de estilo regionalista y data de los años veinte del siglo XX.
Luego, la demolición parcial de la Privada Zuno, el 15 mayo, otra finca –Avenida Américas 94- fue demolida: la Casa Suárez, construida en 1953 y obra del arquitecto Julio de la Peña.
Este año, al menos se registran las afectaciones a la finca ubicada en la esquina norponiente de la Avenida Vallarta y Colonias fue dejada como cascarón; y se autorizó la construcción de dos torres de ocho y 10 pisos en los terrenos de la Casa Madona, en Lerdo de Tejada y Miguel de Cervantes, considerada de valor artístico relevante.