Cultura
Grafiti, la polémica entre arte y vandalismo
La presidenta de la Comisión de Cultura del Estado anuncia cuatro reformas a la ley para sancionar a creadores urbanos
Corona Nakamura dio a conocer ayer cuáles serán las nuevas medidas para controlar los tags -firmas empleadas por los grafiteros-.
La discusión, según la diputada, está en la autorización de los propietarios de los muros para que éstos sean intervenidos, es decir, que sin permiso habrá sanciones, entre ellas, trabajos comunitarios, multas económicas y prisión de mínimo seis meses y máximo de seis años, según el daño y la reincidencia, además de la reparación de los inmuebles afectados.
Las propuestas legislativas en la Ley de Fomento a la Cultura incluyen como primer punto el concepto de “creadores de arte popular urbano” para definir a los grafiteros y el segundo es que el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes (CECA) integre a tres artistas urbanos en sus mesas de trabajo.
Corona Nakamura comentó que “el aerosol de los grafiteros no distingue propiedad privada o pública; zona arqueológica o santuario religioso; avisos comerciales o señales de tránsito. Está en todos lados. El grafiti es un complejo fenómeno urbano”, pero afirma que es importante distinguir entre la manifestación artística y vandálica.
En estas reformas no se tocó a otro tipo de intervenciones en muros como el esténcil, sólo al grafiti.
Voz de los artistas
Es complicado incluso para los grafiteros hablar de las sanciones, sobre todo porque “se globalizan los castigos”, expresa Alejandro Covarrubias, conocido como “Dice”.
Para “Dice”, sí existe una diferencia notoria entre “grafiti vandálico y artístico”. Comenta que es fácil de reconocer: “Uno vandálico es el realizado por una persona que lo único que busca es poner su nombre en cualquier lugar, sin importarle si es un monumento público o si es cantera. Tampoco se puede hacer mucha distinción, porque el grafiti nació de la calle”. Agrega que los artistas con más prestigio en el mundo siguen haciendo cosas en espacios públicos y sin permiso.
Reynaldo Alejandro Martínez, conocido como “Peque”, expresa que los policías no respetan los permisos. “Hay que saber qué tanto la autoridad va a respetar, porque ven un aerosol y nos atacan”. Además, pide que tome en cuenta la libertad de expresión de los artistas urbanos.
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