Cultura

Gergely Boganyi cautiva con el ciclo de Chopin

El concierto en la Fundación Jesús Álvarez del Castillo cerró con una ovación para el músico

GUADALAJARA, JALISCO (19/MAY/2010).- Lo mejor para el final, eso describe la interpretación del pianista húngaro Gergely Bogányi durante el concierto que ofreció anoche en la Fundación J. Álvarez del Castillo.

El quinto programa de los 10 que integran La obra integral para piano solo de Federico Chopin, se llevó a cabo en el espacio ubicado en Liceo 223, como una de las actividades principales de la edición número 13 del Festival Cultural de Mayo.

Con un foro casi a su máxima capacidad, Bogányi comenzó su presentación con los elogios del director del encuentro cultural, Sergio Alejandro Matos, quien resaltó la relevancia del ciclo de conciertos, ya que se suman también al Bicentenario del natalicio del compositor polaco Federico Chopin.

Minutos después de las 20:30 horas, Bogányi subió al escenario con un paso firme y rápido para comenzar con el programa número cinco, compuesto por dos Polonesas Op. 71 Nos. 1 y 2; dos Nocturnos Op. 37 Nos. 1y 2; Nocturno Op. 72 No. 1; tres Mazurcas Op.50; tres Mazurcas Op. 56; y dos Valses Op.64 No. 3 y Mi Menor Op. posth.

El pianista descansó durante el intermedio y con una ovación regresó al escenario para ofrecer un intenso final, que durante momentos enmudeció por completo a los asistentes.  Sólo por algunos segundos el sonido de una bolsa de plástico con la que jugaba un ñiño, rompió con el silencio.

El pequeño llegó tarde al concierto, pero se sorprendió con el piano, mientras Bogányi seguía con la interpretación de la obra de Chopin.

El cierre del concierto integró dos Preludios: Do sostenido Menor Op. 45 Preludios: Do sostenido Menor Op. 45 Preludios: Do sostenido Menor Op. 45 y La bemol Mayor Op. posth, que con su ejecución el pianista provocó el grito de “bravo”; siguió Tres Escocesas Op. 72, luego Bolero Op. 19, la cual fue la más aplaudida y dibujó en el pianista una gran sonrisa para bajar y subir del escenario en cuatro ocasiones, cada una con una ovación.

Para despedirse, la obra elegida de Chopin fue Andante spianato et Grande Polonaise Op. 22.


EL INFORMADOR/ MAYRA TORRES DE LA O.
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