Cultura

''Géneros promiscuos'' y otros pretextos para charlar de literatura

Una cronista, una novelista y un poeta comparten sus experiencias al escribir libros

GUADALAJARA, JALISCO (02/DIC/2010).- Luego de la inquietante espera de un público mayormente conformado por jóvenes bachilleres, la última tanda de escritores que participan en el ciclo “Los placeres de la lengua” se hicieron presentes para entablar una enriquecedora charla sobre literatura.

Para abrir esta sesión, Gonzalo Celorio, que ha fungido como anfitrión de la serie, puso las cartas sobre la mesa al revelar que la decisión de denominar “Poesía, novela, ensayo y aforismo” a esta tercera sesión, es un mero pretexto para departir sobre literatura, aunque con una leve intención de reflexionar sobre la imbricación de los géneros literarios o los “géneros promiscuos” como los califica el propio presentador.

Sobre el título dado a estas jornadas de reflexión literaria, el poeta colombiano Darío Jaramillo hizo una revisión a las muy diversas acepciones de la palabra lengua.

Desde la descripción del músculo bucal, hasta una compleja lista de padecimientos médicos y ritos religiosos que llevan su nombre y por supuesto un repaso al lenguaje y la comunicación que son los protagonistas de la ocasión.

Con una pasión imposible de ocultar por el idioma castellano, Jaramillo afirmó que “seguramente el castellano está destinado a irse al cielo de los idiomas, esto ocurrirá cuando sea una lengua muerta, dentro de varios siglos”.

Las reflexiones del autor de “Gatos” y “Cantar por cantar” fueron la antesala ideal para que la española Almudena Grandes entusiasmara al público con su discurso que desde su presentación fue la más aplaudida del estrado.

“El único género que existe es la narración” estableció la autora al inicio de su diálogo en el que explicó que prefiere la novela sobre todos los demás géneros incluso sobre el cuento yla poesía a pesar de que, según cuenta, proviene de una familia de poetas.

Por su parte, la cronista argentina Leila Guerrero se hizo escuchar con la lectura de un texto en el que compartía a los asistentes los sabores y sinsabores de la profesión del periodista y todo lo que envuelve a quien se arriesga en la aventura intentar escribir una crónica.

El entusiasmo por el oficio que ejerce quedó manifiesto cuando el presentador la calficó como “la poética de la crónica”.

“Para ser periodista hay que ser invisible (...) mirar como si se estuviera aprendiendo a ver el mundo”, explicaría en su participación ante la mirada atenta de las primeras filas de la concurrencia, entre las que se encontraba la directora de la feria internacional del Libro, Nubia Macías; en cambio también fue notable la distracción de otros tantos jóvenes preparatorianos que se distraían en la parte posterior del salón.

Con esta tercera oportunidad llega a su fin el ciclo de charlas denominado "Los placeres de la lengua" que anteriormente convocó a las mesas denominadas “La sintaxis de la memoria” y “El dedo en la llaga”, en estas pláticas los profesionales de las letras compartieron con los asistenes sus estrategias, gustos y disgustos sobre los géneros literarios.

EL INFORMADOR / SERGIO RODRÍGUEZ
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