Cultura

Gaby Vargas se equilibra en la decisión

La escritora presenta 'Yo decido', un libro que mira de frente a la realidad y el optimismo

GUADALAJARA, JALISCO (06/DIC/2013).- Ni con todo el éxito del mundo, la vida no está exenta de retos. Así ocurrió en la vida de Gaby Vargas, quien tras diversos momentos de análisis logró dar un nuevo sentido a sus necesidades y objetivos, a través de la selección correcta de oportunidades, es por ello que ahora presenta "Yo decido", un libro que mira de frente a la realidad y el optimismo.

"Decidí hacerlo porque me di cuenta de cómo había permitido que otros decidieran por mí. El ego decidió por mí, la vanidad, el estrés, el trabajo, el qué dirán, el sentido de pertenencia. Necesitamos una llamada de atención que te invite a darte cuenta de que el único responsable de tu felicidad, bienestar, eres tú y nadie más. Siempre estamos poniéndole la responsabilidad a otros. Yo soy la autora de mi vida, que yo genero lo que mis pensamientos crean. La vida obedece a la ley de causa y efecto".

Vargas señala que es importante el analizar en qué tipo de prioridades fijamos la atención, pues esto representa lo que crees, a lo que añade: "todas las mañanas tenemos la oportunidad de decidir en qué nos vamos a fijar. Si despierto en el modo de escasez, entonces pensaré que qué poco dormí, no tengo tiempo para llegar, la cantidad de trabajo, que no gano lo suficiente, pero cuando te pones en el estado de la abundancia, no nos damos cuenta todo lo que la vida te ama".

La autora de otras célebres obras como "Conéctate", explica que "Yo decido" se enfoca más a poner en un panorama las decisiones "trascendentales y de estar", desde aquellas que implican actividades más sencillas como la alimentación, hasta aquellas que se relacionan con la tranquilidad y el bienestar emocional como el pedir perdón, además de valorar todos los regalos que la vida otorga.

"Quiero compartir con el lector lo que para mí ha sido un cambio de vida (...) en general he sido una persona muy bendecida y siempre he sido muy feliz, pero hay niveles de felicidad. Era feliz en el modo en el que la felicidad dependía de a dónde iba, de mis logros profesionales, de cosas más superficiales. Pero te das cuenta que la verdadera felicidad está dentro de ti y nadie te la da".

Vargas argumenta que el camino del crecimiento personal es como encontrarse en un río helado y en el que se puede decidir ir contracorriente o regresarse a la zona de confort y seguridad, "pero duele, el crecimiento duele", suma la autora al destacar que es precisamente "cuando te encuentras con sombras, con el dolor de la vida, la realidad. Cuando te atreves a seguir, a dar el paso llegas al otro lado y tienes otras perspectiva de la vida y te das cuenta que la felicidad es lo real, como la honestidad, generosidad, el amor".

EL INFORMADOR / NORMA GUTIÉRREZ
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