Cultura
Gabo, entre dos pasiones
El escritor colombiano se fue de este mundo en abril de 2014; la FIL lo mantiene como uno de sus autores favoritos
Carlos Fuentes lo hizo volver a pisar uno de los encuentros libreros que más frecuentó.
En Aracataca, un pueblo de Colombia, Gabriel García Márquez vio la luz por primera vez el 6 de marzo de 1928. Tras pasar ahí su infancia, en su adolescencia se trasladó a Bogotá para terminar su preparatoria. Empieza a estudiar derecho, por petición de su padre, pero abandona la carrera para dedicarse al periodismo.
Dio sus primeros pasos en el periodismo en el diario cartagenero El Universal. Luego fue reportero de El Heraldo de Barranquilla y de El Espectador de Bogotá, diario que publicó sus primeros cuentos en 1947. En 1954fue enviado como corresponsal a Roma, donde estudió dirección de cine.
De vuelta en Colombia cumplió su sueño de ser escritor al lanzar su primera novela, “La hojarasca”, un texto que según los críticos evidencia la influencia que tenía del escritor norteamericano William Faulkner. En ese mismo periodo El Espectador publicó “Relato de un náufrago”, un reportaje sobre un hecho real escrito por García Márquez, que después se convertiría en libro que lo orilló a abandonar el país y mudarse a París.
Desde Francia siguió enviando sus colaboraciones a los diarios El Tiempo e Intermedio. En 1957 se mudó a Caracas, Venezuela, para laborar como periodista político en las revistas Élite, Venezuela Gráfica y Momento. Es hasta 1959, año en que regresó a Bogotá para convertirse en el director-corresponsal para Colombia de la agencia de noticias Prensa Latina en Cuba.
Dos años después se mudó a México, país en el que consiguió trabajo como periodista, sin dejar de dedicarse a la publicación de novelas, como “La mala hora” (1962). En 1965, en unas vacaciones en Acapulco, tuvo la inspiración para empezar “Cien años de soledad”.
Ganó el Premio Nobel de Literatura en 1982. En ese año también recibió la Condecoración del Águila Azteca de México y la Orden Félix Varela de primer grado de Cuba
En 1983 volvió a Colombia para crear en Barranquilla el periódico El Otro. Su amor por el séptimo arte lo llevó a fundar en 1986 el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano y la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños, en La Habana.
EL DATO
El homenaje a la pasión
Esta tarde, a las 18:30 horas, en el Auditorio Juan Rulfo se recordará la figura del hombre de letras que destacó por su destreza en el realismo mágico, su habilidad narrativa y su labor periodística.
GUADALAJARA, JALISCO (29/NOV/2014).- La última vez que Gabriel García Márquez visitó la FIL fue en 2008. Un homenaje a
En Aracataca, un pueblo de Colombia, Gabriel García Márquez vio la luz por primera vez el 6 de marzo de 1928. Tras pasar ahí su infancia, en su adolescencia se trasladó a Bogotá para terminar su preparatoria. Empieza a estudiar derecho, por petición de su padre, pero abandona la carrera para dedicarse al periodismo.
Dio sus primeros pasos en el periodismo en el diario cartagenero El Universal. Luego fue reportero de El Heraldo de Barranquilla y de El Espectador de Bogotá, diario que publicó sus primeros cuentos en 1947. En 1954fue enviado como corresponsal a Roma, donde estudió dirección de cine.
De vuelta en Colombia cumplió su sueño de ser escritor al lanzar su primera novela, “La hojarasca”, un texto que según los críticos evidencia la influencia que tenía del escritor norteamericano William Faulkner. En ese mismo periodo El Espectador publicó “Relato de un náufrago”, un reportaje sobre un hecho real escrito por García Márquez, que después se convertiría en libro que lo orilló a abandonar el país y mudarse a París.
Desde Francia siguió enviando sus colaboraciones a los diarios El Tiempo e Intermedio. En 1957 se mudó a Caracas, Venezuela, para laborar como periodista político en las revistas Élite, Venezuela Gráfica y Momento. Es hasta 1959, año en que regresó a Bogotá para convertirse en el director-corresponsal para Colombia de la agencia de noticias Prensa Latina en Cuba.
Dos años después se mudó a México, país en el que consiguió trabajo como periodista, sin dejar de dedicarse a la publicación de novelas, como “La mala hora” (1962). En 1965, en unas vacaciones en Acapulco, tuvo la inspiración para empezar “Cien años de soledad”.
Ganó el Premio Nobel de Literatura en 1982. En ese año también recibió la Condecoración del Águila Azteca de México y la Orden Félix Varela de primer grado de Cuba
En 1983 volvió a Colombia para crear en Barranquilla el periódico El Otro. Su amor por el séptimo arte lo llevó a fundar en 1986 el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano y la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños, en La Habana.
EL DATO
El homenaje a la pasión
Esta tarde, a las 18:30 horas, en el Auditorio Juan Rulfo se recordará la figura del hombre de letras que destacó por su destreza en el realismo mágico, su habilidad narrativa y su labor periodística.
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