Cultura

Fuentes consideraba a Neruda hombre generoso y abierto con los jóvenes

Fuentes pone énfasis en que el enorme alcance de Neruda es asumir los riesgos de la impureza, la imperfección y la vanalidad

CIUDAD DE MÉXICO (12/JUL/2012).- Sin la aventura poética de Pablo Neruda no habría literatura moderna en América Latina, al menos no la que conocemos, admiramos y sustentamos, afirma el intelectual mexicano Carlos Fuentes (1928-2012), en el apartado que dedicó al vate chileno en su libro "Personas".

En el capítulo en el que describe su relación con el autor de "Confieso que he vivido", a quien se recuerda hoy a 108 años de su nacimiento, Fuentes pone énfasis en que el enorme alcance de Neruda es asumir los riesgos de la impureza, la imperfección y la vanalidad, "para nombrar a nuestro mundo y conducirlo a las zonas salvajes de nuestro idioma olvidado".

Con la poesía de Neruda, afirma categórico, toda la América española resucitó en su lengua, porque "nos permitió recuperar cinco ciclos de historia perdida, una historia enmascarada por oratoria hueca y proclamas grandiosas, una historia mutilada por imperialismos extranjeros y opresiones internas".

El texto pinta al Neruda que vio Fuentes, a partir de su encuentro con él, en 1961; su coincidencia durante una reunión de escritores convocada por la Universidad de Concepción en 1962, donde se selló su amistad, que continuó en 1965 en la reunión del Pen Club organizada Norman Mailer y Arthur Miller.

Habla igual de su calidad humana, cuando señala que si bien las disputas que tuvo con gente de su generación fueron amargas, con los jóvenes como él, "siempre fue generoso, abierto, inteligente, capaz de diálogo, razón y disensión".

Neftalí Ricardo Reyes Basoalto fue el nombre de pila de Pablo Neruda, seudónimo que empleó en 1920 y adoptó de manera definitiva desde 1946.

Nacido el 12 de julio de 1904 en Parral, Chile, se crió en la localidad de Temuco y de acuerdo con la biografía que difunde el Centro Virtual Cervantes (CVC), aprendió a amar la naturaleza en sus años de infancia, durante sus recorridos en tren hacia Boroa.

Narra que terminó el bachillerato, estudió francés y más tarde siguió la carrera diplomática en la Universidad de Santiago. Su primera publicación fue el artículo "Entusiasmo y perseverancia", aparecido en el diario de Temuco "La Mañana".

Tres años más tarde, cuenta, ganó el primer premio de la Fiesta de la Primavera de su ciudad con unos poemas firmados con el nombre que lo da a conocer como figura de la literatura en español.

En 1920 preside el Ateneo Literario del Liceo de Temuco y escribe muchos poemas que en 1923 serán recogidos en "Crepusculario", pero es al año siguiente que publica "Veinte poemas de amor y una canción desesperada", que lo catapultará a la fama.

Desde la revista "Caballo de Bastos" propone una renovación formal de intención vanguardista en tres breves libros: la novela "El habitante y su esperanza"; el poemario "Anillos", escrito en colaboración con Tomás Lago, y "Tentativa del hombre infinito".

Una enciclopedia electrónica recuerda que su larga carrera diplomática comenzó en 1927, como cónsul en Rangún, Birmania, desde donde se desarrolla un notable epistolario con el escritor argentino Héctor Eandi. Fue luego cónsul en Sri Lanka, Java, Singapur, Buenos Aires, Barcelona y Madrid.

En sus múltiples viajes, añade, conoció a Federico García Lorca, a Rafael Alberti, Miguel Hernández, León Felipe, Gerardo Diego, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Manuel Altolaguirre, Jorge Guillén y Luis Rosales, con quienes lo unirá una amistad basada en la solidaridad.

Luego de su fracaso matrimonial de 1930, con María Antonia Hagenaar, en 1935, Manuel Altolaguirre le presenta a Delia del Carril, su segunda esposa, de quien se separará en 1956.

La biografía del CVC refiere cuánto lo afectó el asesinato de García Lorca en el verano de 1936. Por su apoyo a la República es destituido de su cargo consular, hasta que en 1939, el gobierno chileno del Frente Popular lo nombra cónsul en París y a cargo de la inmigración española.

Así organiza el viaje del Winnipeg, barco fletado por el gobierno de la República española para llevar refugiados a Chile. Al año siguiente es nombrado cónsul general en México y en 1943, visita en Perú las ruinas de Machu Picchu, de donde surge el célebre poema "Alturas de Machu Picchu".

En 1945, ya en su país, es elegido senador por el Partido Comunista y galardonado con el Premio Nacional de Literatura, pero en 1948, el presidente chileno Gabriel González Videla abre una campaña de persecución contra los sindicatos y la oposición, que lleva a Neruda a la clandestinidad y el exilio.

A raíz de la ilegalización del Partido Comunista, en 1949 el poeta se refugia en países europeos como Francia e Italia.

En 1950 recibe el Premio Internacional de la Paz. Dos años después regresa a su patria temporalmente y vuelve a ser distinguido con otro premio, esta vez el Stalin de la Paz, en 1953.

En 1958, detalla el texto, Neruda publica "Estravagario", libro que implica un cambio en su poesía, en cuanto que recupera el sentido del humor de algunos de sus primeros textos, supera el dramatismo, es mucho más lúdico y vuelve a reencontrarse con la vanguardia, incluso con el surrealismo.

Ya consolidado como uno de los poetas más grandes de la lengua y como una figura pública de relieve internacional, en 1962 es nombrado académico de la Facultad de Filosofía y Educación de la Universidad de Chile.

Nicanor Parra, miembro de la Facultad de Ciencias Físicas, lee el discurso de presentación. En 1965 se le otorga el doctorado Honoris Causa de la Universidad de Oxford, y un año después se casa con quien será su compañera el resto de la vida, Matilde Urrutia, tras 17 años de amor secreto.

En 1969 se le nombra miembro honorario de la Academia Norteamericana de Artes y Letras y Doctor Honoris Causa de la Universidad Católica de Chile.

El Partido Comunista de su país Chile lo designa precandidato para las elecciones presidenciales de septiembre del año siguiente, postulación que declina en favor de Salvador Allende. Ese año publica "Maremoto", "La espada encendida" y "Las piedras de Chile".

En 1971 viaja a Estocolmo a recibir el Premio Nobel de Literatura. A partir de abril de ese año representa al gobierno de la Unidad Popular en Francia como embajador.

En 1972 recibe el Premio Lenin de la Paz. Ese año regresa definitivamente a Chile y es aclamado por el pueblo chileno con un apoteósico homenaje en el Estadio Nacional de Santiago.

En 1973, a raíz de las elecciones parlamentarias del mes de marzo, publica "Incitación al nixonicidio" y "Alabanza de la revolución". El 11 de septiembre de ese año derrocan a Salvador Allende y las casas de Neruda en Santiago y Valparaíso son destruidas por los militares; el poeta muere 12 días después, el 23 de septiembre de 1973.
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