Cultura
Fiesta y mucha comida
Las ceremonias religiosas de Jalisco tienen la compañía inseparable de los alimentos, aunque no sean los más nutritivos
La obra es un acercamiento académico a la gastronomía que acompaña las festividades religiosas de las localidades de San Andrés Ixtlán y San Sebastián del Sur, publicada por el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes (CECA), en su colección "Becarios". El volumen contiene la historia alimenticia del sur de Jalisco, describe las principales fiestas, la comida festiva, tecnología culinaria e incluye hasta recetas de platillos.
Algunas de las comidas que aborda el texto son birria, mole dulce, pipián, pozole, albóndigas en salsa brava, enchiladas, chiles rellenos de queso, ensalada de nopales, guacamole y postres como la capirotada de agua y leche, atoles y ponches. Casi todos los alimentos, señala Ana Cantero, son una elaboración mestiza, entre la gastronomía prehispánica y española, con sustento en el maíz y el chile.
En su investigación, Cantero Gómez encontró también una bebida con características prehispánicas, como el xocoatolli, utilizado en el Día de Muertos, en la celebración de la Virgen de Guadalupe y durante los novenarios de difuntos, preparado con maíz negro, sal, chiles y semillas de calabaza.
"Los platillos pueden ser diferentes de un municipio a otro. Aunque sean cercanos, estos dos pueblos (San Andrés Ixtlán y San Sebastián del Sur) viven arraigados a sus tradiciones y le dan mucha importancia a la comida. Dicen: ‘Si no hay comida, no hay fiesta’", explica la autora de Cultura popular en Gómez Farías. Añade que lo único que les podría faltar a algunos platillos como la birria para ofrecer una dieta balanceada es la compañía de una ensalada con verduras.
La presentación del libro será esta noche, a las 20:30 horas, en el Museo Regional de Guadalajara (Liceo 60), en el Centro Histórico de Guadalajara. La edición estará a la venta con un costo de 100 pesos.
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