Cultura
Fernando Gamboa, un futurista del arte
Las diversas exposiciones que el museógrafo, nieto de Diego Rivera, presentó en el extranjero tuvieron gran éxito debido a su estética contraria a los cánones europeos
CIUDAD DE MÉXICO.- Las diversas exposiciones que Fernando Gamboa (1909-1990) presentó en el extranjero tuvieron gran éxito debido a su visión futurista del arte y además porque contaba con una estética contraria a los cánones europeos, aseguró Juan Coronel Rivera.
Durante una charla que ofreció en el Palacio de Iturbide en el Centro Histórico, en el marco del centenario del natalicio de museógrafo, el nieto del muralista Diego Rivera recordó la vida y obra de quien fuera el Padre de la Museografía en México.
El también pintor indicó que este personaje, al montar sus exposiciones en diferentes partes del mundo, no sólo presentaba su propuesta museográfica diferente y daba una visión de México, sino que al hacerlo, ofrecía una percepción de sí mismo.
"Antes de Gamboa, la museografía en México estaba atada a las circunstancias de la Academia, incluso en las forma como se colgaban las piezas. No obstante, él presentó una museografía distinta que impactó a los europeos" , dijo.
En el evento organizado por Fomento Cultural Banamex, Coronel Rivera aseguró que "para él (Gamboa) no sólo se trataba de exhibir piezas, sino de transmitir, con cada una de ellas, lo que México era como sociedad y como nación".
Destacó que el hecho que Gamboa hubiera estudiado pintura y luego arquitectura, originó que sus museografías fueran perfectas.
Afirmó que la creación de este artista no estuvo aislada de la plástica mexicana, sino que tenía toda una mirada estética de la Escuela Mexicana de Pintura, pues al montar sus exposiciones, confrontaba su visualidad en los espacios que utilizaría.
Recordó que desde 1983 realizó, en la sede del Palacio de Iturbide, más de 24 exposiciones, además de un programa itinerante con más de 100 muestras en los estados.
Asimismo agregó que Gamboa se caracterizó por llevar al extranjero, desde la mitad del siglo XX, las mejores muestras artísticas de la grandeza de México en el mundo prehispánico.
"No llevaba piezas pequeñas, su visión era a lo grande, mostraba creaciones de gran formato, monumentos de cientos de toneladas, que por supuesto eran un éxito en Europa" , comentó.
"Tan sólo mencionar la famosa cabeza Olmeca que a mediados de los 60 trasladó al viejo continente con los rudimentarios métodos museísticos de entonces; y lo mismo hizo en la Ciudad de Nueva York" , apuntó.
Sostuvo que Gamboa pensaba que uno de los principales propósitos de un museo era salir al encuentro del público, así como ser un participante activo en la vida de la nación.
"Sus montajes eran una obra de arte en sí. Era un hombre que tenía gran capacidad para poder llevar y colocar piezas monumentales en todo el mundo" , expresó.
Tras rememorar su labor como museógrafo, Rivera se refirió a la labor editorial del museógrafo.
Dijo que una de las partes más importantes que no se ha recuperado de Gamboa, es la de las revistas; incluso, destacó que "Frente a Frente" , una de las publicaciones más sobresalientes que Gamboa dirigió durante dos años, se encuentra en el olvido.
Mencionó que ese tipo de publicaciones le sirvieron para irse conociendo y dar a conocer su trabajo museográfico.
De igual manera, subrayó que una de las cosas poco estudiadas de este célebre personaje fue su labor plástica.
"Gamboa veía los espacios como pintor y arquitecto, no nadamás como museógrafo o diseñador" , agregó.
Previo a su participación, Cándida Fernández, directora de Fomento Cultural Banamex, recordó cuando Gamboa estuvo al frente de Fomento Cultural de 1983 hasta 1990.
Dijo que siendo titular de esa área organizó 24 muestras, así como 120 exposiciones itinerantes presentadas en las principales ciudades de la República.
De igual manera, indicó que obtuvo la colaboración del Instituto Nacional de Antropología e Historia para exponer temporalmente obras en la Oficina Central del Banco Nacional de México, pertenecientes a los diversos museos de ese instituto.
También recordó que durante su dirección en Fomento Cultural Banamex, Gamboa editó más de 20 libros.
Tras el homenaje, el Ensamble de México ofreció un concierto con obras virreinales acompañados de la soprano Martha Molinar, bajo la dirección de Juan Ignacio Corpus.
Durante una charla que ofreció en el Palacio de Iturbide en el Centro Histórico, en el marco del centenario del natalicio de museógrafo, el nieto del muralista Diego Rivera recordó la vida y obra de quien fuera el Padre de la Museografía en México.
El también pintor indicó que este personaje, al montar sus exposiciones en diferentes partes del mundo, no sólo presentaba su propuesta museográfica diferente y daba una visión de México, sino que al hacerlo, ofrecía una percepción de sí mismo.
"Antes de Gamboa, la museografía en México estaba atada a las circunstancias de la Academia, incluso en las forma como se colgaban las piezas. No obstante, él presentó una museografía distinta que impactó a los europeos" , dijo.
En el evento organizado por Fomento Cultural Banamex, Coronel Rivera aseguró que "para él (Gamboa) no sólo se trataba de exhibir piezas, sino de transmitir, con cada una de ellas, lo que México era como sociedad y como nación".
Destacó que el hecho que Gamboa hubiera estudiado pintura y luego arquitectura, originó que sus museografías fueran perfectas.
Afirmó que la creación de este artista no estuvo aislada de la plástica mexicana, sino que tenía toda una mirada estética de la Escuela Mexicana de Pintura, pues al montar sus exposiciones, confrontaba su visualidad en los espacios que utilizaría.
Recordó que desde 1983 realizó, en la sede del Palacio de Iturbide, más de 24 exposiciones, además de un programa itinerante con más de 100 muestras en los estados.
Asimismo agregó que Gamboa se caracterizó por llevar al extranjero, desde la mitad del siglo XX, las mejores muestras artísticas de la grandeza de México en el mundo prehispánico.
"No llevaba piezas pequeñas, su visión era a lo grande, mostraba creaciones de gran formato, monumentos de cientos de toneladas, que por supuesto eran un éxito en Europa" , comentó.
"Tan sólo mencionar la famosa cabeza Olmeca que a mediados de los 60 trasladó al viejo continente con los rudimentarios métodos museísticos de entonces; y lo mismo hizo en la Ciudad de Nueva York" , apuntó.
Sostuvo que Gamboa pensaba que uno de los principales propósitos de un museo era salir al encuentro del público, así como ser un participante activo en la vida de la nación.
"Sus montajes eran una obra de arte en sí. Era un hombre que tenía gran capacidad para poder llevar y colocar piezas monumentales en todo el mundo" , expresó.
Tras rememorar su labor como museógrafo, Rivera se refirió a la labor editorial del museógrafo.
Dijo que una de las partes más importantes que no se ha recuperado de Gamboa, es la de las revistas; incluso, destacó que "Frente a Frente" , una de las publicaciones más sobresalientes que Gamboa dirigió durante dos años, se encuentra en el olvido.
Mencionó que ese tipo de publicaciones le sirvieron para irse conociendo y dar a conocer su trabajo museográfico.
De igual manera, subrayó que una de las cosas poco estudiadas de este célebre personaje fue su labor plástica.
"Gamboa veía los espacios como pintor y arquitecto, no nadamás como museógrafo o diseñador" , agregó.
Previo a su participación, Cándida Fernández, directora de Fomento Cultural Banamex, recordó cuando Gamboa estuvo al frente de Fomento Cultural de 1983 hasta 1990.
Dijo que siendo titular de esa área organizó 24 muestras, así como 120 exposiciones itinerantes presentadas en las principales ciudades de la República.
De igual manera, indicó que obtuvo la colaboración del Instituto Nacional de Antropología e Historia para exponer temporalmente obras en la Oficina Central del Banco Nacional de México, pertenecientes a los diversos museos de ese instituto.
También recordó que durante su dirección en Fomento Cultural Banamex, Gamboa editó más de 20 libros.
Tras el homenaje, el Ensamble de México ofreció un concierto con obras virreinales acompañados de la soprano Martha Molinar, bajo la dirección de Juan Ignacio Corpus.
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