Cultura
Exvotos de Gerónimo de León, un retrato del mundo rural
Patricia Arias y Jorge Durand trabajaron durante cuatro años en escudriñar la historia de este artista; el resultado está hoy en un libro
GUADALAJARA, JALISCO (16/JUN/2015).- Este martes se llevará a cabo en el Paraninfo Enrique Díaz de León la presentación del libro “La mirada de Gerónimo de León: imágenes del campo jalisciense en el porfiriato” (UdeG, 2015), obra de Patricia Arias y Jorge Durand que, como fruto de una investigación histórica e iconográfica, permite conocer la obra de un notable pintor popular zacatecano avecindado en Totatiche, Jalisco, que a fines del siglo XIX y principios del XX se dedicó a realizar exvotos por encargo.
En este sentido, los 261 exvotos que realizó De León representan la mayor colección elaborada por un solo pintor que permanece en el sitio donde se depositaron, esto es, el Santuario de Temastián, donde se venera la imagen del Señor de los Rayos.
Los exvotos son un producto cultural (en que se narran accidentes, angustias, milagros y pesares) que permite conocer de primera mano las situaciones que enfrentaban los pobladores y las peculiaridades de una sociedad que ofrece un panorama del mundo rural del norte jalisciense en la época porfirista.
La investigación total tomó “unos cuatro años” a los especialistas: “Fue un poco complicado, pues los exvotos se convirtieron a una base de datos, se hicieron mapas, fue una labor ardua, lenta y un gran desafío; para mí, esto representa un aporte para dar a conocer más la obra de Gerónimo de León como pintor y hablar de una región tan pobre como el Norte de Jalisco y cómo era la vida ahí, a través de un testimonio de primera mano”, advierte Patricia Arias.
Para la investigadora, estos exvotos “representan una oportunidad única para leer una región a través de un pintor —y los casi 30 años en que desempeñó como tal—; es el único acervo de sus dimensiones y eso nos ha permitido poder decir de qué mundo rural trataba, por eso pudimos reconstruir el campo jalisciense en esa época, a través de lo que la gente pedía, recibía y agradecía”.
Con todo, De León no presenta “grandes variaciones” en su trabajo, dice la especialista, “ni en cómo representa al Señor de los Rayos o cómo representa las escenas, donde sigue un patrón; ahora, él también hizo imágenes devocionales para los hogares, pero en los exvotos no presenta muchas variantes”.
Sin embargo, aclara, su legado es singular “porque exvotos hay en muchos sitios, pero tantos de un solo pintor y en un solo lugar... vamos, no hay un acervo igual —tan resguardado y clasificado— ni en la Basílica de Guadalupe, Talpa o Fresnillo; eso lo hace peculiar”.
Saber e intuir
Lo que llamó la atención de los investigadores, precisa Patricia Arias, fue la “calidad impresionante del trabajo; de su formación no se sabe nada pero, el editor —Avelino Sordo Vilchis— tiene la hipótesis de que tal vez estuvo en un seminario, porque sabe leer, escribir y pintar, eso es probable y puede ser una línea de investigación porque, además, en opinión del artista Roberto Rébora, llama la atención la composición, pues se percibe que ‘ha visto’ pintura religiosa o del renacimiento, ya que hay composiciones que no pueden ser fruto de la ocurrencia”.
Ahora bien, la especialista asegura que “muy poco” es lo que se sabe a estas alturas de la vida del artista: “Entrevistamos a sus descendientes en Guadalajara y no conocen mucho; fue más bien una investigación documental en la que fuimos encontrando datos, lo poco que sabemos de De León está en el libro, es lo que hemos podido avanzar hasta hoy”.
Gran complejidad
Jorge Durand sostiene que “hay pocos pintores autodidactas de esta actualidad; aunque se ha reconocido el trabajo de Hermenegildo Bustos o Martín Ramírez, de De León no se sabía casi nada y había poca investigación en torno a él. Considero que entre los artistas populares se trata de uno de los grandes, no sólo es un retratista o gran dibujante, es un paisajista y costumbrista que no teme hacer escenas complicadas de exteriores o de interiores, incluso manejar la perspectiva; en un marco estrecho como el exvoto, supo moverse en ese espacio de modo magistral, con gran complejidad”.
En cuanto al “retrato” de la vida en esa zona en aquella época, destaca el investigador, “los personajes, tanto el médico como el ganadero, el agricultor o el vendedor ambulante, personajes de la vida cotidiana que se suman a los accidentes laborales, el bandidaje, los detalles del mobiliario, los bordados y los sarapes; es una maravilla”.
SABER MÁS
Cambio de siglo
Para la edición, que se trabajó al lado de Avelino Sordo, se incluyeron no sólo los retablos, sino fotografías de la época y la zona para acompañar las obras, para hacer “una lectura en paralelo”, dice Jorge Durand, “y como costumbrista De León refleja muy bien la realidad y documenta de modo genial el cambio de siglo entre el XIX y el XX”.
TOMA NOTA
El libro en las voces de...
> Esta presentación se llevará a cabo hoy a las 18:00 horas en el Paraninfo Enrique Díaz de León, de la Universidad de Guadalajara (Av. Juárez 975), y contará con la participación del rector de la máxima casa de estudios, Tonatiuh Bravo Padilla, así como María de la Luz Ayala Castellanos y el artista Roberto Rébora.
> El libro, durante el evento, se venderá a un precio especial: 200 pesos.
En este sentido, los 261 exvotos que realizó De León representan la mayor colección elaborada por un solo pintor que permanece en el sitio donde se depositaron, esto es, el Santuario de Temastián, donde se venera la imagen del Señor de los Rayos.
Los exvotos son un producto cultural (en que se narran accidentes, angustias, milagros y pesares) que permite conocer de primera mano las situaciones que enfrentaban los pobladores y las peculiaridades de una sociedad que ofrece un panorama del mundo rural del norte jalisciense en la época porfirista.
La investigación total tomó “unos cuatro años” a los especialistas: “Fue un poco complicado, pues los exvotos se convirtieron a una base de datos, se hicieron mapas, fue una labor ardua, lenta y un gran desafío; para mí, esto representa un aporte para dar a conocer más la obra de Gerónimo de León como pintor y hablar de una región tan pobre como el Norte de Jalisco y cómo era la vida ahí, a través de un testimonio de primera mano”, advierte Patricia Arias.
Para la investigadora, estos exvotos “representan una oportunidad única para leer una región a través de un pintor —y los casi 30 años en que desempeñó como tal—; es el único acervo de sus dimensiones y eso nos ha permitido poder decir de qué mundo rural trataba, por eso pudimos reconstruir el campo jalisciense en esa época, a través de lo que la gente pedía, recibía y agradecía”.
Con todo, De León no presenta “grandes variaciones” en su trabajo, dice la especialista, “ni en cómo representa al Señor de los Rayos o cómo representa las escenas, donde sigue un patrón; ahora, él también hizo imágenes devocionales para los hogares, pero en los exvotos no presenta muchas variantes”.
Sin embargo, aclara, su legado es singular “porque exvotos hay en muchos sitios, pero tantos de un solo pintor y en un solo lugar... vamos, no hay un acervo igual —tan resguardado y clasificado— ni en la Basílica de Guadalupe, Talpa o Fresnillo; eso lo hace peculiar”.
Saber e intuir
Lo que llamó la atención de los investigadores, precisa Patricia Arias, fue la “calidad impresionante del trabajo; de su formación no se sabe nada pero, el editor —Avelino Sordo Vilchis— tiene la hipótesis de que tal vez estuvo en un seminario, porque sabe leer, escribir y pintar, eso es probable y puede ser una línea de investigación porque, además, en opinión del artista Roberto Rébora, llama la atención la composición, pues se percibe que ‘ha visto’ pintura religiosa o del renacimiento, ya que hay composiciones que no pueden ser fruto de la ocurrencia”.
Ahora bien, la especialista asegura que “muy poco” es lo que se sabe a estas alturas de la vida del artista: “Entrevistamos a sus descendientes en Guadalajara y no conocen mucho; fue más bien una investigación documental en la que fuimos encontrando datos, lo poco que sabemos de De León está en el libro, es lo que hemos podido avanzar hasta hoy”.
Gran complejidad
Jorge Durand sostiene que “hay pocos pintores autodidactas de esta actualidad; aunque se ha reconocido el trabajo de Hermenegildo Bustos o Martín Ramírez, de De León no se sabía casi nada y había poca investigación en torno a él. Considero que entre los artistas populares se trata de uno de los grandes, no sólo es un retratista o gran dibujante, es un paisajista y costumbrista que no teme hacer escenas complicadas de exteriores o de interiores, incluso manejar la perspectiva; en un marco estrecho como el exvoto, supo moverse en ese espacio de modo magistral, con gran complejidad”.
En cuanto al “retrato” de la vida en esa zona en aquella época, destaca el investigador, “los personajes, tanto el médico como el ganadero, el agricultor o el vendedor ambulante, personajes de la vida cotidiana que se suman a los accidentes laborales, el bandidaje, los detalles del mobiliario, los bordados y los sarapes; es una maravilla”.
SABER MÁS
Cambio de siglo
Para la edición, que se trabajó al lado de Avelino Sordo, se incluyeron no sólo los retablos, sino fotografías de la época y la zona para acompañar las obras, para hacer “una lectura en paralelo”, dice Jorge Durand, “y como costumbrista De León refleja muy bien la realidad y documenta de modo genial el cambio de siglo entre el XIX y el XX”.
TOMA NOTA
El libro en las voces de...
> Esta presentación se llevará a cabo hoy a las 18:00 horas en el Paraninfo Enrique Díaz de León, de la Universidad de Guadalajara (Av. Juárez 975), y contará con la participación del rector de la máxima casa de estudios, Tonatiuh Bravo Padilla, así como María de la Luz Ayala Castellanos y el artista Roberto Rébora.
> El libro, durante el evento, se venderá a un precio especial: 200 pesos.