Cultura
Explora Mónica Lavín la añeja tradición de ''La casa chica''
Consideró que los jóvenes lectores también pueden llegar a ser conquistados por ''La casa chica''
Ellos sabían dónde ver a las grandes personalidades de la época en que el cine nacional brilló con luz propia, el Acapulco de los yates grandes y lujosos, el del Centro Histórico de la Ciudad de México con Nahui Ollin en sus calles. "El libro trae al presente a las grandes figuras del pasado", dijo.
Sin embargo no es sólo eso, advirtió la autora en entrevista, ya que tampoco son biografías de los personajes, "no me interesaba hacer una monografía, sino una pieza literaria que convirtiera a los lectores, adultos y jóvenes, en cómplices de esas historias y referencias, de ellos conocidas".
Consideró que los jóvenes lectores, curiosos de un México intenso que aún es visible pero que ha mudado en muchos aspectos, también pueden llegar a ser conquistados por "La casa chica", a través de su mundo de glamour, de las corridas de toros, del las estrellas del arte, la cultura y los deportes.
Explicó que en México, la casa chica fue durante siglos institución paralela al matrimonio. Algunos de los hombres y mujeres más importantes del país, mostraron públicamente una vida familiar estable, mientras en lo privado llevaban una vida apasionada con una pareja y familia diferente.
Lavín: "Primero localice a los personajes con historias que tienen que ver con la ambigüedad, la fragilidad y la fortaleza amorosa. El reto era hallar a quienes fueran notables por sus hechos o por la época que ejemplificaban y podía traer al presente, para ver lo que significa esa conducta humana".
¿Por qué se suicidó Lupe Vélez estando embarazada?, ¿Quién fue el amor eterno e imposible de Emilio Fernández? Eso lo averiguó la entrevistada y lo cuenta no como pequeñas biografías, sino como personas de carne y hueso quienes tuvieron una debilidad o fortaleza en la materia amorosa.
¿Por qué Frida Kahlo se regresó pudiéndose haber quedado en Nueva York y dicho adiós a Diego Rivera? "Esos momentos decisivos en la vida de los personajes son los que documento aquí, luego de ordenar la narración, y saber qué voces las narrarían, como un buen chofer, un viejo mayordomo".
Mónica Lavín es autora de los libros de cuentos "Nicolasa y los encajes", "Ruby Tuesday no ha muerto" y "Uno no sabe", y de las novelas "Tonada de un viejo amorío", "Café cortado". Igualmente, ha publicado una antología de cuentos mexicanos en la editorial independiente City Lights, en San Francisco, y otra en Italia.
"Quise contar y contarme historias donde el poder importa, y en las que hay un triángulo, uno que llega e interfiere o el personaje central es el que está en discordia. Son historias que hacen alusión a "la casa chica", que yo presento como una metáfora en la que alguien viene a alterar las cosas".
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