Cultura
Exhiben de manera inusual importante obra de Rembrandt
El retrato de Jan Six hecho en 1654 es exhibido en su mansión por sus propios descendientes que generación a generación han custodiado la obra
El comerciante, poeta y líder cívico, pintado por Rembrandt en 1654, ha visto a sus descendientes hacer dinero, mezclarse con las mejores familias de Holanda, ser infieles y a veces reñir por su fabulosa herencia.
La mayor parte de los últimos 350 años, apenas se ha movido. Rara vez ha salido de la casa familiar. Cuando el ancestral edificio se demolió en 1915 para ampliar una calle, se mudó a otra esquina, donde cuelga de una pared junto a una amplia ventana con vista al río Amstel.
Ahora la pintura, una de las más celebradas de Rembrandt, se exhibe públicamente hasta el 29 de noviembre en el Rijksmuseum de Amsterdam, mientras la mansión de 58 habitaciones de Six se somete a renovaciones.
A lo largo de los siglos en los que las obras de Rembrandt ha alcanzado precios inimaginables -ya eran costosas incluso en la época del artista- es notable que el retrato se haya mantenido como una reliquia familiar.
Quizás tan extraordinario como que cada generación haya producido un heredero que diera continuidad al apellido una tradición ahora en riesgo por Jan Six XI, quien está soltero a los 32 años.
“Nos gusta mantener las pinturas en su entorno original. Fueron hechas para estar en hogares privados'', dijo Jan Six X, quien actualmente mantiene los tesoros de la familia. La mayoría de los museos, dice, parecen cuartos de hospital con lindos cuadros en las paredes.
Mientras el retrato está en casa, los transeúntes pueden verlo por la ventana a unos cuatro metros (12 pies) sobre el nivel de la calle.
Pero verlo de cerca sólo es posible por invitación al edificio de seis pisos del siglo XVII. Como parte de un acuerdo del 2008 con el gobierno, el número de visitantes ha crecido a unos cientos al año la mayoría personas prominentes. Pero se limita a unos cinco mil porque la familia aún vive allí. Los pases están disponibles en el Rijksmuseum y la casa está abierta por dos horas en días de semana, cuando estudiantes de arte realizan guías a pequeños grupos en los dos primeros niveles de la residencia.
La familia Six ha estado regateando con los gobiernos holandeses por más de 100 años sobre el acceso a la más valiosa colección de arte privada de Holanda, que muchos consideran un patrimonio nacional.
Acosado por los impuestos de sucesión con el paso de cada generación, Jan Six VII creó una fundación en 1901 para asumir oficialmente la propiedad de la colección y así evitar esos duros impuestos.
Desde por lo menos 1957, la familia ha estado recibiendo un subsidio estatal, pero el actual patriarca ha ido a las cortes en varias ocasiones para discutir sobre el nivel de apoyo que recibe para las obras de arte y la casa.
Como parte del último acuerdo, valorado en cientos de miles de euros al año en costos de mantenimiento y seguridad, prometió exhibir el retrato de su antepasado más a menudo.
Jan Six X, de 62 años, quien tiene el título hereditario del Lord de Hillegom, se dedicó a la publicidad y más tarde a la publicación de libros de arte. Su hijo mayor trabajó en Sotheby's como experto en viejas obras maestras y ahora tiene su propia consultora.
``El retrato de Jan Six'' muestra la genialidad de Rembrandt para la innovación en un momento en que la mayoría de los sujetos, vestidos en traje formal negro con cuellos de volantes blancos, posaban con rigidez para el artista, sus imágenes a menudo rodeadas de emblemas simbólicos como un libro o un globo para describir terráqueo para describir sus características o intereses.
El Jan Six de 36 años tiene una capa escarlata colocada de manera casual sobre uno de sus hombros, y es capturado tirando de sus guantes despreocupadamente, como si estuviera por salir. Una gruesa melena de cabellos rojizos se desborda de su amplio sombrero hasta los hombros y enmarca una mirada inquisitiva en su rostro inclinado.
El trabajo combina dos técnicas: el increíble detalle del rostro y mano derecha desnuda, en contraste con la capa, la túnica gris y mano izquierda enguantada indistintas, casi impresionistas, logradas mediante rápidas pinceladas.
La figura no tiene distracciones de fondo. Casi un tercio del lienzo es negro, haciendo que el protagonista sobresalga a una distancia a la que parece listo para darle la mano al espectador. La luz lo ilumina por su lado izquierdo, razón por la cual Jan Six X lo coloca a la derecha de la ventana, donde la luz en la Amsterdan del siglo XXI se hace parte de la escena.
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