Cultura

Eugenio Ruiz Orozco recuerda la historia del Zoológico Guadalajara

A unos días del 25 aniversario del zoológico, el ex presidente municipal comparte la historia de su construcción

GUADALAJARA, JALISCO (21/FEB/2013).- El próximo 10 de marzo, el zoológico Guadalajara cumplirá su primer cuarto de siglo. El mismo año en que se inició su construcción, en 1986, Eugenio Ruiz Orozco asumió la presidencia municipal de la ciudad, por lo que el político conoce a detalle el proceso que debió seguirse para echar andar una empresa de tal magnitud.
 
De ahí que, en el marco de la conferencia trimestral organizada por el Instituto Cultural Ignacio Dávila Garibi, el ex alcalde, ex diputado local y ex senador por Jalisco recordara la historia del zoológico, en un evento celebrado la noche del miércoles en la Cámara Nacional de Comercio de Guadalajara.
 
Entre el numeroso público -con mucho superior a las butacas disponibles en el Auditorio Cristobal de Oñate-- se encontraban el presidente municipal, Ramiro Hernández García, el presidente de la Cámara de Comercio, Francisco Beckmann González y la presidenta del consejo del zoológico, Sandra López Benavides.
 
"¿Saben con qué frecuencia se construye un zoológico en el mundo?", preguntó el conferencista. "Pues yo tampoco", se respondió enseguida, pero sin duda no es un evento común. Y es aún más extraño que el de Guadalajara -hoy el más importante de México y uno de los principales de América Latina-- se realizara en un periodo extremadamente difícil para la economía nacional: "parecía más una pretensión que una necesidad", afirmó Ruiz Orozco.
 
En el año de 1986, y debido a la remodelación del Parque Agua Azul, un pequeño grupo de animales que ahí habitaba debió cambiar su residencia a un predio en el norte de la ciudad. El gobernador del estado, Enrique Álvarez del Castillo alentó entonces la idea de construir allí un zoológico que fuese un gran centro recreativo para la zona metropolitana, y contrató al arquitecto Fernando González Gortázar para el diseño el proyecto.
 
"A la distancia de los años, no deja de sorprender el valor que implicó asumir un riesgo de esa magnitud", dijo en otro momento el ex alcalde, pues no era únicamente la cuestión económica -la obra civil consumió 12 mil 500 millones de pesos de ese entonces-- sino que también había que definir el sistema organizacional, la figura jurídica y adquirir toda clase de especies para traerlas a su nuevo hogar.  
 
Una tarea sumamente complicada, dijo Ruiz Orozco, ya "que las leyes de la materia eran y son sumamente restrictivas y que el 'control' de este comercio está, con más frecuencia de lo deseable, en la frontera de la legalidad".
 
A manera de anécdota, contó el político cómo se adquirieron unos flamencos del sureste del país, que fueron transportados a Guadalajara en una camioneta propiedad del Ayuntamiento cubierta por una lona. O de cuando un comerciante inglés trajo a la ciudad dos gorilas bebés, Chato y Chencha, que inaugurarían el linaje tapatío.
 
El día de su inauguración, el Zoológico Guadalajara hospedaba a 1862 individuos de 270 especies en una superficie de 34 hectáreas. Hoy, el terreno se extiende en más de 190 hectáreas, en las que habitan tres mil 716 animales de 380 especies.
 
"La moraleja" dijo Ruiz Orozco, "es que los tapatíos fuimos capaces de construir en 319 días el mejor zoológico de México y que, 25 años más tarde, gracias al trabajo de los miembros del Consejo, aquella semilla que parecía débil es hoy un vigoroso árbol que nos llena de frutos y de esperanza".
 
El dato
 
Próximo a cumplir un cuarto de siglo, el Zoológico Guadalajara ha recibido a 25 millones de visitantes.
 
EL INFORMADOR / EUGENIA COPPEL
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