Cultura

Enrique Norten, en defensa de la ciudad

El arquitecto insiste en que se debe romantizar la idea de lo rural y el paisaje verde

GUADALAJARA, JALISCO (06/DIC/2013).- El arquitecto Enrique Norten es un defensor de la vida urbana y del concepto de ciudad. En su conferencia durante el Homenaje ArpaFIL 2013, del que fue objeto en el marco de la Feria Internacional del Libro ( FIL), insistió en que se deje de romantizar la idea de lo rural y el paisaje verde, y que se reivindique la importancia y los beneficios de las grandes urbes con alta densidad poblacional.

Norten explicó que desde este año, el mundo se ha vuelto mayoritariamente urbano: más de 50% de los hombres y mujeres de este mundo habitan en ciudades. En Latinoamérica y México, esa cifra es de hasta 70 por ciento.

"Vivimos en un planeta muy grande y amplio. Hay muchísimo espacio. Todos los habitantes que hay en este mundo podríamos vivir cómodamente en el territorio que ocupa Centroamérica, o en el Estado de Texas".

Las ciudades han sido motores de la innovación, centros de conocimiento que atraen a personas inteligentes y creativas y que potencian el capital humano, afirmó el arquitecto. "No todas las historias urbanas son historias felices, pero sin embargo yo estoy convencido que ahí se siguen encontrando las mejores oportunidades tanto en lo individual como en lo colectivo".

Norten alterna su vida y trabajo entre Nueva York y la Ciudad de México, donde están algunas de sus obras. En su conferencia, recordó que Nueva York ha pasado por varias etapas de crisis y decadencia, que finalmente ha logrado superar y reinventarse. De ser un espacio de industria, ahora concentra ideas e inteligencia.

"La paradoja central de las metrópolis contemporáneas es la proximidad de las personas (...) la ciudad es trabajar y divertirnos juntos, crecer, producir y prosperar en sociedad".

Los mitos de la ciudad moderna

Enrique Norten enlistó algunos de los mitos más comunes sobre la vida urbana. Uno de ellos es que las ciudades supuestamente empobrecen a la gente, lo que él reviró diciendo que hay incontables casos de éxito en donde las personas que se mudan a las urbes terminan haciéndose ricas.

"La gente se muda ahí porque quieren encontrar gente con intereses comunes, y las ciudades son muy exitosas al atraer a gente exitosa, inteligente y diversa. Siempre son mejores opciones para aquellos que salen un poco de lo común".

Uno de los mitos más graves, dijo, es la falsa bandera de la preservación y la conservación tanto de edificios como de espacios públicos, que en realidad esconde un temor al cambio. "Esto tiene un costo altísimo. Sin duda estos lugares se convertirán en sitios sumamente caros, inaccesibles, con precios altísimos y expulsarán de las ciudades a los menos afortunados".

Comparó el caso de París y Mumbai, dos lugares con políticas muy agresivas de preservación, que terminan volviéndose inhabitables. "Mumbai tiene uno de los reglamentos de conservación más estrictos del mundo, lo que ha expulsado a millones de personas porque nadie puede vivir en el centro, creando unas cuestiones drásticas de expansión, de corrupción, de barrios periféricos paupérrimos y una pésima calidad de vida". El arquitecto teme que esto se replique en las grandes urbes de México, como la capital, Guadalajara y Monterrey.

A las personas que quieren vivir en el campo, rodeadas por la naturaleza, y que se rehúsan a habitar los complejos de alta densidad, les dijo: "si amas a la naturaleza, por favor, no vivas en ella. Los amantes de la naturaleza que viven rodeados de árboles y plantas son los que más la perjudican, los que dejan la mayor huella ambiental".

Criticó a las ciudades con baja densidad, "chaparras", por sus altos costos ambientales y por su diseño supeditado a lo que dicta la industria del automóvil. "Sabemos que el modelo no es Houston ni Atlanta, sino Manhattan. Las ciudades más densas son las verdaderas amigas del planeta". Sólo 30% de los neoyorquinos maneja al trabajo, mientras que el promedio en Estados Unidos es de 87 por ciento, ejemplificó.

"Las ciudades pensadas o que se iniciaron para ser caminadas o para ser servidas por el transporte público, sus espacios y sus formas pertenecen a sus personas. En las ciudades del automóvil se ha perdido la tensión y la energía de los habitantes urbanos".

Advirtió que la expansión uno es algo bueno para la civilización, sino que es perjudicial para el medio ambiente: "debemos de combatir todos aquellos subsidios que estimulan a la población a alejarse de los centros urbanos. Nuestra habilidad de conectar con los demás es la característica más importante de nuestra especie. Hemos construido civilizaciones juntos, aprendiendo el uno del otro".

FRASE

"Debemos olvidar la idea de que el ambientalismo significa vivir entre árboles. Debemos de dejar de idolatrar la propiedad de la vivienda y dejar de romantizar la vida rural. Debemos alejarnos la visión simplista de que la comunicación a distancia reducirá nuestro deseo de estar en los demás".

SABER MÁS

Durante el homenaje a Enrique Norten, el presidente de la FIL, Raúl Padilla, anunció que la próxima edición del concurso ArpaFIL para jóvenes arquitectos será abierta a proyectos a nivel nacional y no solamente a nivel local, como se ha hecho hasta ahora.

EL INFORMADOR / BRENDA RAMOS
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