Cultura
Encuentro de compañeros de oficio
Desgraciadamente las leyes del mercado han generado que no conozca suficiente a los autores americanos
Antonio Colinas presentó a los dos escritores: “Cervantes sobrevuela este acto con su nombre”.
Gamomenda y Gelman comenzaron el diálogo con su propia ruta, como lo han hecho siempre, con cierta independencia, lo que los ha alejado de insertarse en uno de los tantos grupos que en las letras existen.
“Ellos han venido a quebrar el tópico de las generaciones poéticas”, dijo Antonio Gamoneda para definir a Juan Gelman, “no porque esté a mi lado, ni siquiera porque sea un gran poeta, sino porque me hace que haga una distinción entre poetas, porque les anuncio que hay, por decirlo así, dos espejos de poetas: hay personas que lo son por su capacidad personal, por su devoción a la poesía y ciertamente por una innegable motivación de la sensibilidad. Diría que éstos son hechos a fuerza de ser inteligentes, cultos y sencillos. Pero los hay de otra especie: los que no pueden ser otra cosa que poetas, no por sabiduría, si no por un impulso que hasta parece biológico”.
Posteriormente, uno de los asistentes preguntó: “Ustedes que son poetas mayores, ¿qué poetas nuevos nos recomendarían?”. Antonio Gamoneda respondió que no sabía y que le avergonzaba no ser experto de la poesía en lengua castellana en América Latina. “Desgraciadamente las leyes del mercado han generado que no conozca suficiente a los autores americanos”.
Juan Gelman, por su parte, no quiso decir nombres, pero sí aseguró que existe “una cordillera” de poetas para buscar.
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