Cultura

En el abandono, la Privada del Torreón

El inmueble, testimonio del tipo de construcciones de principios del siglo pasado, es obra del arquitecto Pedro Castellanos

GUADALAJARA, JALISCO (16/JUL/2012).- Los mejores años de la Privada del Torreón ya pasaron. La finca luce abandonada y descuidada, sus jardines y patio comunitario son ahora espacios para que las plantas crezcan a su antojo. Los habitantes desde hace tiempo se fueron, sólo queda uno: una mujer mayor, quien desde hace más de 30 años vive en una de las casas del inmueble,  diseñado por el arquitecto jalisciense Pedro Castellanos (1902-1961).

“No name”, dice la mujer que habita la primera casa de la privada, prefiere no hablar de la finca ni del abandono, pero lamenta el estado de las cosas y cuenta que conoció a todos los vecinos, pero un día les pidieron dejar la privada, así nomás. Ella pidió un plazo mayor para encontrar algo más y ahora junto con su familia son los únicos residentes de la Privada del Torreón.

Esta finca, catalogada como de Valor Artístico Relevante por parte de la Secretaría de Cultura de Jalisco, está ubicada en la calle de General San Martín 179, entre avenida La Paz y López Cotilla, y pasa inadvertida debido a su estado de conservación y a que un par de árboles disminuyen la visibilidad de la fachada, sin embargo, el torreón, elemento característico de la casa, destaca, explica el arquitecto y director de la Escuela de Conservación y Restauración de Occidente (ECRO), Alejandro Canales.

El estado de conservación de la Privada del Torreón no es el ideal, incluso se dice que los bajantes del agua están tapados para que los muros se humedezcan y se vengan abajo la estructura, comentó en abril pasado el director de Patrimonio Cultural de Jalisco, Modesto Aceves Ascencio, ya que en esa fecha se demolió de manera ilegal una parte de la Privada Zuno –José Guadalupe Zuno 1975, casi Chapultepec-, obra también de Pedro Castellanos.

Entonces, los vecinos solicitaron a la autoridad actuar para conservar las fincas patrimoniales del perímetro  B, que comprende la zona de Las Colonias y las fincas construidas en la primera mitad el siglo XX. Además, se pidió poner atención en la Privada del Torreón, que es un ejemplo de la arquitectura regionalista y obra de uno de los representantes de la Escuela Tapatía de Arquitectura, Pedro Castellanos. El estado de las tres privadas, autoría de Pedro Castellanos, es: la Zuno, ya demolida; la del Torreón, en el abandono; y la de La Paz, un buen ejemplo de la conservación.

La Privada del Torreón es una de las privadas de las denominadas Las Colonias, de finales del siglo XIX y principios del XX. La arquitecta y especialista en restauración Mónica del Arenal destaca que las privadas surgieron como espacios para rentar. “Son terrenos tan grandes, donde caben varias unidades habitaciones, que se distinguen por las áreas comunes, pero cada quien tiene su casa con sus propios servicios y hay una parte de la vida que sí es comunitaria”.

Añade que durante los años treinta del siglo pasado, Pedro Castellanos era el único que hacía privadas, ya que Luis Barragán “hacía conjuntos de dos casas, pero no privadas”.

Para Alejandro Canales, las privadas por  “la época en la que se realizan y ubicando el desarrollo que en ese momento tenía la ciudad de Guadalajara,  eran un concepto de vivienda de gran calidad con espacios comunes, que generaban ambientes sumamente agradables por su calidad de luz, espacios, ventilación e iluminación. La Privada del Torreón en particular tiene este elemento principal, el torreón, que le da su singularidad y a la vez permite darle cierto recogimiento al resto de las viviendas, que están en la parte posterior”. Además, estas construcciones se distinguen porque cuentan con un área comercial al frente para satisfacer las necesidades de los residentes”.

Mónica del Arenal destaca que la Privada La Paz es un ejemplo de la conservación de este tipo de fincas, ya que se conserva en buenas condiciones la mayoría de los espacios porque fue recuperada en los años ochenta.

El comercial no debe ser el valor de las privadas: especialistas

Quizá no haya un tema que polarice tanto a los arquitectos como la conservación de las fincas con valor patrimonial. En el caso de las Privadas no es la excepción. Algunos especialistas consideran que el gobierno debe meter presión para que se obligue a los propietarios a rescatarlas mientras que otros piden que sea el Estado el que actué como gestor para que este tipo de modelos se utilicen para la re densificación de la zona centro de Guadalajara.

El primero de ellos es el presidente de la colonia Lafayette, Javier Pagaza, quien hace un llamado a las autoridades a que vean el valor histórico de las fincas y desarrollen peritajes “no en una lógica comercial, sino en una lógica donde la cultura se proteja. Que se creen equilibrios, necesitamos filósofos, humanistas, alguien que entienda el valor de la cultura; no peritos que sean mercenarios”.

Pagaza cree que la Privada Zuno “y próximamente la Privada del Torreón”, son casas que el gobierno quiere derrumbar a pesar de que por muchos años éstas eran “una propuesta familiar, adaptada a la zona para rehabilitarla, para repoblar. Si seguimos viendo la zona como un comercio, entonces la comunidad terminará”.

El representante de colonos afirma que actualmente “no hay infraestructura en el lugar, para que sea más comercial. Y quieren derribar casas para que sean negocios o estacionamientos de negocios”.

Considera que el problema para la ciudad es “convencer a la gente que este es un bien patrimonial y no un bien comercial” y por tanto cree que el Estado debe intervenir para obligar a los propietarios a rescatar sus fincas “y si no pueden, que les ayuden”, añadió.

Por su parte, el especialista en arquitectura, Juan Palomar Verea considera que este tipo de fincas “son de una tipología más densa, construidas algunas de ellas por Pedro Castellanos y tienen una valía arquitectónica muy alta”.

Palomar Verea considera que las Privadas son “un modelo poco explorado para intenciones de redensificar la ciudad, porque es un modelo amable de edificación para que se debe comenzar a poner en la mesa”.

Al abordar el tema sobre el papel que debe jugar el Estado, sobre todo los gobiernos municipales y estatales en el rescate de estas fincas, Palomar Verea cree que “el gobierno tiene que hacer la gestión para que los arrendadores puedan rescatar sus fincar, pero hay que poner atención  porque tampoco los arquitectos han sido lo suficientemente atentos en crear opciones de vivienda sustentable y sostenible”, sentenció.

Congreso, obligado a actualizar la Ley de Patrimonio Cultural
Legislación

Antes de que termine el periodo en funciones de la actual Legislatura, los diputados deberían aprobar las iniciativas que entregó la Secretaría de Cultura, para dotar de mayor fortaleza la ejecución de penas a quienes violenten la Ley de Patrimonio Cultural y Natural de Jalisco, sobre todo en cuanto a la protección de fincas patrimoniales.

El director general de Patrimonio Cultural de la Secretaría de Cultura (SC) Modesto Alejandro Aceves Ascencio, apeló a lo anterior para efectos de que se eliminen los vacíos en la legislación, que la vuelven “inoperante” al momento de ejercer sanciones por omisión y violación.

“Espero que el Congreso, ahora que ha pasado la veda electoral, tenga a bien aprobar la propuesta que durante más de tres años ha estado trabajando la dirección general a mi cargo”, expuso el funcionario.

De acuerdo con el representante de la SC, la Ley actual sí prevé sanciones en restitución del daño a fincas afectadas, e incluso hace mención de castigos de carácter penal… pero la Secretaría de Cultura carece de atribuciones para hacerlas válidas.

Una de estas disposiciones sugiere el pago correspondiente al doble del daño infligido a cualquier finca patrimonial, sanción cuya aplicación en teoría habría de reforzarse con el Reglamento de Patrimonio Cultural de Guadalajara (que guarda homologación en este sentido), pero que también carece de poder jurisdiccional.

“Sí es muy importante que el Poder Legislativo dé curso a la propuesta que se ha hecho para las modificaciones a esta misma Ley, en donde se retira la parte de lo que es el patrimonio cultural, y se incluyen de manera mucho más específica los elementos de patrimonio inmaterial. [Además] se están pidiendo muchas más atribuciones a la Secretaría de Cultura para poder actuar en consecuencia”.

“Sí están marcadas las sanciones, pero por los mismos problemas legales no se pueden aplicar totalmente; entonces sí, con esas modificaciones que solicitamos al Congreso, esperamos que inclusive se aplique sanción penal a quien demuela un inmueble de valor patrimonial, de tal manera que se pueda inhibir el que la gente de manera dolosa demuela el patrimonio cultural edificado”, concluyó.

Ley de Patrimonio Cultural, modificada “al vapor”
Conservación


Es tarea del Poder Legislativo restaurar a su condición anterior la Ley de Patrimonio Cultural y Natural de Jalisco, pues la modificación más reciente —enero de 2007— “se hizo al vapor”, y ello ha generado que la protección de fincas patrimoniales en la entidad sea “endeble”.

A decir del arquitecto perito del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Ignacio Gómez Arreola, la Ley que operaba desde 1997 (y que dejaba afuera el concepto “natural” de la fórmula) tenía un mejor y más específico ámbito de actuación.

Por esta razón, apeló a que tanto las próximas estructuras ejecutivas como legislativas hagan su tarea y permitan que finalmente se contemple en la ley que haya sanciones para quienes simplemente opten por destruir el patrimonio cultural de la entidad, y que actualmente lo hacen sin recibir reprimenda.

“Regresar a la Ley anterior o hacer todas las modificaciones necesarias, que propone la Secretaría de Cultura (a la actual), para que sea una Ley que sí pueda operar”, explicó.

Según mencionó, aunque sí se contemplan sanciones para quienes violenten la legislación, hay ciertas “trabas” que vuelven inoperante su puesta en marcha. De ahí el calificativo de “endeble” que se da al marco legal actual.

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