Cultura
Élmer Mendoza platica de su nueva novela ''Nombre de perro''
Aseguró que le gusta que los personajes tengan la fuerza para manifestarse a sí misma
GUADALAJARA, JALISCO (25/NOV/2012).- "Ahí el jefe soy yo y tienen que obedecerme, y si no, los mato".
La frase pertenece al mesurado escritor Élmer Mendoza, quien habla del sojuzgamiento al que somete a sus personajes cuando diariamente a las cinco de la mañana, alejado de las entrevistas y las presentaciones de libros, se sienta a trabajar frente a una vieja computadora portátil .
El novelista responde las preguntas del embajador de Chile en México, Roberto Ampuero, quien lo acompañó en la presentación de su nuevo libro Nombre de perro (Tusquets, 2012) en el que entre otras peripecias asegura que el "Zurdo" Mendieta, su protagonista más conocido, se ha vuelto más vulnerable.
La multitud entró en tropel al Salón Agustín Yáñez para escuchar hablar al escritor sinaloense y ocuparon todos los asientos. Explicó que conforme el "Zurdo" va creciendo, envejeciendo, entonces los aspectos para enriquecerlo los busca en su pasado o en lo que el personaje piensa acerca del futuro.
Dijo que le gustó la ambigüedad propuesta al principio por Ampuero en la que el diplomático destacó que en las novelas del sinaloense no se sabe si el que cuenta es "Élmer Mendieta o Édgar Mendoza". El escritor puso de relieve este aspecto y resaltó que con este tipo de gestos en la novela siente que se escapa y se salva de la situación de los personajes.
Aseguró que le gusta que los personajes tengan la fuerza para manifestarse a sí misma. Reveló que escribe por fraseo, lentamente, calcula la trama y todo el concepto de la historia que parte del lenguaje que debe tener utilidad en el discurso narrativo.
Sostuvo que la novela policiaca requiere de un juego que no está seguro que todos los escritores puedan hacer, pues forma parte de "la gran literatura" en la que hay que construir un mundo y varios engaños. Sus engaños tienen la intención de perder al lector más avezado.
Se dijo preocupado por las divisiones urbanas que hay en el país, ya que son muy fuertes y le da angustia ver mexicanos sin trabajo, pobres, "eso puede impactar a cualquiera".
Entre sus influencias enlistó entre las más importantes novelas como "Noticias del Imperio", de Fernando del Paso y las narraciones de Juan Rulfo, escritores en quienes se cobija y a quienes recurre consuetudinariamente.
Por su parte, Roberto Ampuero dijo que "Nombre de perro" podría ser una novela oral y subrayó que el "Zurdo" Mendieta tendrá más vida que su creador. Por último, señaló la dificultad que debe implicar traducir a Mendoza a otras lenguas.
AGENCIA INFORMADOR / GONZALO JÁUREGUI
La frase pertenece al mesurado escritor Élmer Mendoza, quien habla del sojuzgamiento al que somete a sus personajes cuando diariamente a las cinco de la mañana, alejado de las entrevistas y las presentaciones de libros, se sienta a trabajar frente a una vieja computadora portátil .
El novelista responde las preguntas del embajador de Chile en México, Roberto Ampuero, quien lo acompañó en la presentación de su nuevo libro Nombre de perro (Tusquets, 2012) en el que entre otras peripecias asegura que el "Zurdo" Mendieta, su protagonista más conocido, se ha vuelto más vulnerable.
La multitud entró en tropel al Salón Agustín Yáñez para escuchar hablar al escritor sinaloense y ocuparon todos los asientos. Explicó que conforme el "Zurdo" va creciendo, envejeciendo, entonces los aspectos para enriquecerlo los busca en su pasado o en lo que el personaje piensa acerca del futuro.
Dijo que le gustó la ambigüedad propuesta al principio por Ampuero en la que el diplomático destacó que en las novelas del sinaloense no se sabe si el que cuenta es "Élmer Mendieta o Édgar Mendoza". El escritor puso de relieve este aspecto y resaltó que con este tipo de gestos en la novela siente que se escapa y se salva de la situación de los personajes.
Aseguró que le gusta que los personajes tengan la fuerza para manifestarse a sí misma. Reveló que escribe por fraseo, lentamente, calcula la trama y todo el concepto de la historia que parte del lenguaje que debe tener utilidad en el discurso narrativo.
Sostuvo que la novela policiaca requiere de un juego que no está seguro que todos los escritores puedan hacer, pues forma parte de "la gran literatura" en la que hay que construir un mundo y varios engaños. Sus engaños tienen la intención de perder al lector más avezado.
Se dijo preocupado por las divisiones urbanas que hay en el país, ya que son muy fuertes y le da angustia ver mexicanos sin trabajo, pobres, "eso puede impactar a cualquiera".
Entre sus influencias enlistó entre las más importantes novelas como "Noticias del Imperio", de Fernando del Paso y las narraciones de Juan Rulfo, escritores en quienes se cobija y a quienes recurre consuetudinariamente.
Por su parte, Roberto Ampuero dijo que "Nombre de perro" podría ser una novela oral y subrayó que el "Zurdo" Mendieta tendrá más vida que su creador. Por último, señaló la dificultad que debe implicar traducir a Mendoza a otras lenguas.
AGENCIA INFORMADOR / GONZALO JÁUREGUI
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