Cultura

El universo creativo de Gabriel Orozco se despliega en el MoMA

El Museo de Arte Moderno de Nueva York exhibe 80 obras del reconocido artista conceptual mexicano

NUEVA YORK,ESTADOS UNIDOS.- Como si fuera un universo que se expande sobre la nada a la velocidad de la luz, el arte de Gabriel Orozco (Jalapa, Veracruz, 1962) lleva ganando espacio a la realidad, a la vida y al propio arte desde 1990. Pero, 20 años después, esa evolución constante ha creado un universo tan vasto que, en muchas ocasiones, es difícil distinguir sus estrellas e, incluso, galaxias. Para remediarlo y para poder examinarlo mejor, el Museo de Arte Moderno (MoMa, por sus siglas en inglés) de Nueva York ha preparado una restrospectiva del reconocido artista mexicano, un privilegio que pocos creadores contemporáneos pueden gozar a mitad de su carrera en el emblemático espacio expositivo situado en Manhattan.

Con esta amplia exposición compuesta por alrededor de 80 piezas, el MoMA reconoce a una de las figuras creativas más significativas de su generación, como expresa su curadora, Ann Temkin. “La generación de los noventa era la última del siglo XX y la que tuvo que redefinir el arte”, comenta al tiempo que destaca el papel importante que tuvo Orozco ante este reto.
Para ella, el artista resulta “único” por la dimensión de su obra. “Lo conozco desde hace 15 años y siempre estoy aprendiendo. Orozco tiene algo en sus obras que siempre se ven como nuevas y que tienen su razón de ser, que no te cuestionas por qué están ahí”, señala Temkin.

Según Orozco, esta muestra le ha permitido aprender de su propia obra e, incluso, recordar piezas que ya había olvidado. “Hay momentos en que hay que limpiarlo todo y ver la mesa muy limpia y puesta. Aquí cada pieza y dibujo tiene mucha razón de ser y eso es lo que logró esta exposición”, dice.

La retrospectiva, para él, es “una manera de experimentar con mi trabajo, por eso me gustó mucho la exposición”. Aclara que “a veces lo que puede pasar con las retrospectivas es que se te van las ganas de trabajar, pero a mí me dan ganas de seguir”. Y agrega entre risas: “La verdad es que me gusta mucho mi trabajo, pero no hay que exagerar”.

Variedad de materiales y géneros

En esas 80 obras expuestas en las salas del Museo de Arte Moderno de Nueva York están representadas todas las técnicas, estilos, géneros y formas en los que crea Orozco su arte: escultura, pintura, dibujo, fotografía, impresión digital e instalación, pero también todos los materiales que usa y que, como él mismo reconoce, son los que tiene a mano: el hueso de un cráneo, cuatro bicicletas, un automóvil Citröen, la cámara de una llanta de camión, una concha recogida en una playa, arcilla natural, las tapaderas de un yogur, unos zapatos…
En la retrospectiva se pueden ver piezas como La DS (1993), una de las obras más reconocidas del artista protagonizada por un auto Citröen reducido a dos tercios de su tamaño original, dándole al vehículo una singular forma y sensación de velocidad.

Otro de los trabajos más destacados y que forma parte de la visión del autor de crear arte reinventando objetos ya existentes es uno en el que se entremezclan cuatro bicicletas y que Orozco realizó en Rotterdam, ciudad donde este transporte de dos ruedas es el más utilizado.

La retrospectiva viene acompañada por la exhibición, en otras dos salas del edificio del MoMA, de la monumental escultura Matrix Móvil (2006), un esqueleto de ballena pintado con seis mil pinceles mecánicos y diseñado para el vestíbulo de la Biblioteca José Vasconcelos de la Ciudad de México, y una instalación que gira en torno a una de las temáticas favoritas de Orozco, el ajedrez.

Pero el carácter evolutivo de la obra de Gabriel Orozco, quien suele crear pensando en un determinado espacio o momento, rompe el sentido tradicional de una retrospectiva y la exposición no es la mera recopilación de sus obras, según la curadora. “Aquí, las creaciones de Orozco se convierten en obras cuyo significado se ha renovado y puede ser diferente al que tuvieron en su origen”, resalta Temkin.

Diálogo entre culturas


Orozco dice sentirse complacido de que haya más presencia de arte latinoamericano en museos como el MoMA. Al hilo de esta cuestión, señala que “hemos roto con muchos clichés sobre lo que era o debería ser el arte mexicano y eso ha ayudado a que el diálogo con otras culturas se enriquezca, porque se trata de evitar prejuicios y de mostrar que no hay una manera de hacer las cosas, sino que uno puede inventarlas”.

Considera que “esta exposición puede resultar para nosotros los latinoamericanos y para artistas que hacen algo diferente un momento de realización de algunos sueños y cuando sientes eso, es muy emocionante, por lo menos yo me siento así y me da mucho gusto”.

El MoMA es sólo la primera etapa de esta retrospectiva de Gabriel Orozco que se inaugura este domingo y que, tras cerrar sus puertas en Nueva York el 1 de marzo del próximo año, continuará en Basilea (Suiza), París (Francia) y Londres (Inglaterra).


“La verdad es que me gusta mucho mi trabajo, pero no hay que exagerar”

Gabriel Orozco, artista
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