El teatro rompe esquemas
Con la intención de acercar a la audiencia más pequeña, 'Danzas de agua' se estrena en el Teatro Torres Bodet
GUADALAJARA, JALISCO (25/ENE/2017).- La compañía Tso palabras del cuerpo, que combina la danza con el teatro, volverá al escenario del Teatro Jaime Torres Bodet durante todos los domingos de febrero, para presentar “Danzas de agua”.
La obra está dirigida al público infantil de preescolar, de los dos a los seis años de edad, aunque cualquiera podrá divertirse: “Serán diferentes formas de disfrute, todos podrán gozarla bastante junto con los pequeñines”, afirma Alma Olivia Gómez, codirectora junto con René González.
“Danzas de agua” aborda reflexiones sobre el ser humano y su relación con el medio ambiente. La actriz Maetzin Vázquez personifica a la madre tierra que está en busca de una ausencia, la lluvia. Las gotas de agua aparecen como bailarines y hacen florecer la tierra. Los bailarines pasan por diferentes fases, como en vapor, para demostrar a los espectadores la estrecha similitud de la naturaleza con el hombre, pues éste también está en continua transformación.
La pieza será didáctica con la intención de captar la atención del público infantil, por ejemplo, al final se romperá la cuarta pared para darle la bienvenida a quienes desean compartir el escenario, “la propuesta es divertirse, jugar y por supuesto, bailar”.
La coreógrafa resalta la importancia de realizar proyectos donde se permita la inclusión de los niños: “Están abandonados en estos espacios, si no son obras de caricaturas que ven por televisión no se entusiasman por ir, pero cuando asisten realmente les encanta. Están deseosos por participar. Hace falta que la gente se preocupe por esto. Nosotros lo hacemos porque hace falta y porque creemos que estamos formando a futuro un mejor público, a través de la sensibilización artística desde temprana edad”.
“Danzas de agua” es el segundo montaje de la compañía orientado a niños, pues antes presentaron “El libro que no tenía letras”, montaje con el que se dieron cuenta de lo satisfactorio que es trabajar con ellos, pues carecen de filtros para opinar y brindan a los actores una sensación placentera y genuina.