Cultura

El pianista mexicano Santiago Piñeirúa promueve la música clásica en el país

Recientemente tocó con la Joven Orquesta Nacional de España

CIUDAD DE MÉXICO.- Su pasión por el piano, sumada a la vitalidad y entusiasmo por contagiar a los demás el gusto por la música clásica, han llevado a Santiago Piñeirúa no sólo a fortalecer su propia formación como músico, sino a trabajar en la formación de nuevos públicos para el instrumento que es su medio de expresión.  

Tal labor ha sido posible con la beca que recibe del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) dentro del Programa Creadores Escénicos, la cual tiene un año de duración.  

En entrevista, el ejecutante de 25 años de edad se refirió a las tres líneas de trabajo establecidas en su proyecto y que le valieron este apoyo económico: impulsar su formación y carrera artística, difundir la música clásica y crear nuevos públicos, así como promover los valores de este género musical.  

Respecto al primer punto, Piñeirúa está interesado en seguir enriqueciendo su formación como músico para mantenerse a la vanguardia musical; de hecho, recientemente estuvo en España donde recibió una preparación integral con uno de los grandes maestros de la música de piano: el cubano Horacio Gutiérrez, catalogado por los expertos como el mejor pianista del mundo.  

Este joven mexicano comenzó desde los cuatro años a tocar el piano, pero hasta los nueve recibió clases más formales y particulares con el maestro Mauricio Náder.   

Después viajó a Nueva York a estudiar en la Manhattan School of Music, donde está a punto de concluir su maestría. Aunque son varios los instrumentos que son de su agrado, ha sido el piano el que lo ha llevado a cosechar éxitos a su corta edad.  

Durante su estancia en España (regresó al país hace dos semanas), el pianista tuvo la oportunidad de ser el único invitado mexicano para interpretar una pieza de Robert Schumann con la Joven Orquesta Nacional de España, que goza de gran prestigio a nivel internacional.  
A la pregunta de por qué eligió el piano, respondió: ''Porque fue el primero con el que tuve contacto desde pequeño. Mis papás me metieron a clases de todo, desde natación hasta futbol, clásico de un niño de la era moderna, pero en lo que más talento y gusto demostré fue en el piano, así que empecé a tomar clases de manera más seria''.  

Y sobre qué le da el piano que no le haya dado otro instrumento, aseguró: ''Se trata de un instrumento muy completo y versátil que puede lucir con cualquier tipo de música. Tiene una capacidad expresiva sin igual, difícil de imitar. Se le puede explotar una gran variedad de sonoridades que no se escuchan de la misma manera en otros instrumentos''.

En cuanto la difusión de la música clásica, el pianista señala que si bien recibe invitaciones para dar sus conciertos, ha tenido que tocar más puertas para hacer presentaciones tanto públicas como privadas, en los que ha programado lo mejor del repertorio mundial.  

''No quiero sonar presuntuoso, pero considero que a través de los conciertos que ofrezco estoy contribuyendo con un granito de arena para difundir la música clásica para piano, para que la gente se lleve una grata emoción, un recuerdo sonoro inolvidable''.  

Para conseguirlo, Piñeirúa estableció en su proyecto programar composiciones virtuosas que al mismo tiempo exaltan las posibilidades del piano, de tal manera que se atraiga un público que no está acostumbrado a asistir a este tipo de recitales:   

''Sentí que debía interpretar piezas atractivas para crear nuevos públicos para esta música''.  

Una situación que ha detectado el pianista en sus presentaciones es que al público le interesa conocer las piezas por sí mismas. Es decir, quiere saber más del contexto en el que fueron creadas para comprender por qué le generó ciertas sensaciones.  

''A veces se acercan personas a mí y aunque no saben cómo pronunciar el título de la obra, me comentan lo que sintieron al escucharla. Es grato ver que al menos provoqué algo en mis presentaciones''.  

Si bien el objetivo principal es difundir las composiciones más importantes del repertorio de la música clásica, el mexicano también ha asumido el reto de dar a conocer aquellas que no son tan conocidas, pero que tiene un gran valor musical.  

También se interesa en promocionar piezas más contemporáneas y latinoamericanas cuyo estilo las engloba en música clásica. Uno de los autores mexicanos que Piñeirúa ha interpretado mucho en los últimos conciertos ha sido Samuel Zyman, radicado actualmente en Nueva York.  

Sobre si considera que actualmente hay más público para este instrumento, y ya no es tan elitista, opinó que sí, aquella que no lo considera elitista.  

Recordó que en la música clásica se usa ese término pero desde el momento en que el piano está abierto para ser disfrutado por cualquier persona, no es elitista. ''Cualquiera puede disfrutar de un buen concierto de música clásica'', aseveró.

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