Cultura
El mundo recuerda al ingenioso Miguel de Cervantes
William Shakespeare, el Inca Garcilaso de la Vega y Miguel de Cervantes Saavedra, este último autor de El ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha, murieron el 23 de abril de 1616
Fecha que, a su vez, rinde homenaje a tres grandes plumas, las de William Shakespeare, el Inca Garcilaso de la Vega y Miguel de Cervantes Saavedra, este último autor de "El ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha", quienes murieron el 23 de abril de 1616.
En la sede central del Instituto Cervantes en Madrid se rendirá un homenaje al poeta chileno Nicanor Parra, quien recibirá el Premio Cervantes 2012. El acto se completará el martes 24, cuando su nieto, Cristóbal Ugarte, entregará en representación de su abuelo un legado a la Caja de las Letras El Cervantes.
Las actividades de esta celebración arrancarán con la lectura del Quijote en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, para dar lugar a la tradicional lectura de la novela cervantina, que por videoconferencia o conexión telefónica, se desarrollará en varias sedes. El programa completo de actividades puede ser revisado en el portal del Instituto Cervantes www.cervantes.es.
Considerada la figura más importante de la literatura española, Miguel de Cervantes Saavedra nació el 29 de septiembre de 1547; siendo el cuarto hijo del cirujano Rodrigo de Cervantes y de Leonor de Cortinas, en Alcalá de Henares.
Sin tener información precisa sobre su formación académica, biógrafos y críticos de su obra afirman que asistió a un colegio de jesuitas pero se ignora la ciudad, aunque se cree que fue durante su estancia en Valladolid.
Al respecto, la biblioteca virtual de Miguel de Cervantes Saavedra, detalla que en 1569, Cervantes inició su carrera de escritor con cuatro composiciones poéticas incluidas por su maestro, el humanista Juan de López de Hoyos, rector del Estudio de la Villa, en la Relación oficial que se publica con motivo de la muerte de la reina Isabel de Valois.
Tiempo después Cervantes viajó a Roma al servicio del cardenal Acquaviva; recorrió Italia, formó parte de la Armada Española y en 1571 participó con heroísmo en la batalla de Lepanto.
Durante aquellos combates, recibió una serie de disparos, uno de ellos le ocasionó la pérdida de su mano izquierda.
De ahí su sobrenombre de "El manco de Lepanto" que quedó para la posteridad, luego de que él mismo lo evocaría orgulloso en el prólogo al "Quijote" de 1615.
Una vez recuperado de sus heridas en Mesina, Cervantes tomó parte en las acciones militares llevadas con desigual fortuna, en 1572 y 1573, por don Juan de Austria en Navarino, Corfú y Túnez.
Posteriormente decidió regresar a España para conseguir el premio de sus servicios, con cartas de recomendación de don Juan y del duque de Sessa. Los acontecimientos vividos le sirvieron para dar forma a sus novelas "Curioso impertinente", "Licenciado Vidriera", "Persiles" y Sigismunda".
El 26 de septiembre de 1575, la galera "El Sol", en la que había embarcado tres semanas antes, cayó en manos del corsario Arnaut Mamí, donde lo apresaron y llevaron a Argel, donde sufrió cinco años de cautiverio, hasta que unos frailes trinitarios pagaron su liberación, el 19 de septiembre de 1580.
Este otro hecho dejó profunda huella en su obra y muy especialmente en sus comedias de ambiente argelino "Los tratos de Argel" y "Los baños de Argel", así como en el cuento del "Cautivo", interpolado en la Primera parte de "El Quijote".
Al volver a Madrid, inicia una vida marcada por varios episodios íntimos: unos presuntos amores con una tal Ana de Villafranca, también llamada Ana Franca de Rojas, esposa de un tabernero, que le dará una hija natural, Isabel, nacida en otoño de 1584.
No obstante, en diciembre del mismo año, ocurre su unión en legítimo matrimonio con Catalina de Salazar, hija de un hidalgo recién fallecido de Esquivias, tierra de viñedos y olivares. Este casamiento le lleva a afincarse en el pueblo de su mujer, sin perder por ello contacto con los medios literarios de la Corte.
Arruinada también su carrera militar, intentó sobresalir en las letras con la publicación de su novela "La Galatea" (1585) y de incursionar en el teatro pero sin éxito.
Sin medios para vivir, fue destinado a Andalucía como comisario de abastos y recaudador de impuestos para la Armada Invencible. Allí acabó en la cárcel, acusado de irregularidades en sus cuentas, según consignan varias biografías en línea.
En 1605 publicó la primera parte de "El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha"; el éxito duró poco, por lo que en 1606 regresó a Madrid, donde vivió con apuros económicos y se entregó a la creación literaria.
En sus últimos años publicó "Novelas ejemplares" (1613), el "Viaje del Parnaso" (1614), "Ocho comedias y ocho entremeses" (1615) y la segunda parte de "El Quijote" (1615).
Miguel de Cervantes centro sus primeros afanes literarios en la poesía y el teatro, géneros que nunca abandonó. Su obra poética abarca sonetos, canciones, églogas, romances, letrillas y otros poemas menores dispersos o incluidos en sus comedias y novelas.
Entre 1590 y 1612 Cervantes escribió una serie de novelas cortas que, después del reconocimiento obtenido con la primera parte de "El Quijote" en 1605, acabó reuniendo en 1613 en la colección de "Novelas ejemplares".
Fue en el verano de 1604 cuando quedó terminada la edición de la primera parte, que se publicó a comienzos de 1605 bajo el título de "El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha" y su éxito fue inmediato.
Alguno de sus biógrafos apunta a su eterno rival y enemigo Lope de Vega como la persona que se ocultaba tras el seudónimo de Alonso Fernández de Avellaneda.
Cervantes llevaba muy avanzada la segunda parte de su inmortal novela, pero acuciado por el robo literario y por las injurias recibidas, tuvo que darse prisa para la publicación de su segunda parte que tituló "El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha", que apareció en 1615.
Por ello, a partir del capítulo LIX, no perdió ocasión de ridiculizar al falso "Quijote" y de asegurar la autenticidad de los verdaderos "Don Quijote" y "Sancho".
En 1617 las dos partes se publicaron juntas en Barcelona. Y desde entonces "El Quijote" se convirtió en uno de los libros más editados del mundo y, con el tiempo, traducido a todas las lenguas con tradición literaria.
Sin embargo, su triunfo literario no lo libró de sus penurias económicas y durante sus últimos meses de vida le dedicó espacio a "Los trabajos de Persiles y Segismunda", que se publicó tras su muerte, ocurrida el 23 de abril de 1616.
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